Llevo más de 30 años en esto del vino y nunca había tenido la esta sensación que se percibe o que percibo en el ambiente de la Denominación. Es una especie de 'calma chicha' en la que todo el mundo sabe que ocurre algo, que tenemos un problema, pero nadie parece querer hablar de ello abiertamente. Queremos como dar una patada hacia adelante a las dificultades. Lo de la patada hacia adelante, por cierto, y vestir todo esto de los famosos dientes de sierra es una de las principales razones por las que ahora estamos aquí, así. 
De unos pocos años a esta parte y sobre todo en los últimos cinco, se ha potenciado mucho el concepto enoturismo, es decir, explotar las bondades paisajísticas que tenemos y que no son pocas al alimón con visitas a bodegas, catas e interesantes propuestas gastronómicas. 'Experiencias', que dicen los de marketing. 
Lógicamente no todas las bodegas están ni ubicadas ni diseñadas para aprovechar esta nueva unidad de negocio y hacerlo o reacondicionarlas muchas veces no está al alcance de todas. Ahora bien, es más que notable la inversión y esfuerzo de muchas de ellas para conseguir ser atractivas y recibir visitas que comen, catan, disfrutan y compran vino. Fidelizar al cliente y convertirlo en un amigo es el objetivo final. 
Llegados a este punto donde estamos con un enoturismo que crece y que decora las cuentas  de resultados de muchas bodegas, hemos de decir abiertamente que si bien el modelo de negocio puede ayudarnos, no es ni de lejos la solución que el sector necesita en general y la DOCa Rioja en particular, por mucho que algunos y algunas se empeñen en decir lo contrario. 
Los modelos enoturísticos que funcionan en esta nuestra Denominación, a este y al otro lado del Ebro, son modelos o con un situación y orografía innatos o con una inversión empresarial estratosférica. O mejor aún, hay otros modelos que sobreviven gracias a la inversión del vecino que ya tiene su gracia. 
Con todo esto que tenemos sobre la mesa explotemos las bondades que el concepto enoturístico proporciona, pero no olvidemos solucionar lo que de verdad nos está ahogando que no es otra cosa que la falta de consumo y nuestra inadaptación a solucionarlo.