David Bastida Caro

Acidez Volátil

David Bastida Caro


Segundo, las cooperativas

16/07/2024

El siguiente nivel hacia arriba después del agro en este sistema piramidal al que llamamos Denominación de Origen son las cooperativas. Probablemente, el eslabón que menos ha evolucionado de todo el sistema, salvo contadas excepciones de importante interés tanto en la parte alta del Ebro como en la parte baja… Un saludo Abel. La idea inicial o de partida de las cooperativas agrícolas y de las de vino en particular es un estupendo planteamiento, es una manera de proteger al agricultor dando a este la posibilidad de una mejor venta de su producto, vino en este caso, y además una mejora de su propio patrimonio. Bien, pues lamento comunicar que esta fórmula no funciona actualmente. Sí funcionó en el pasado con ese planteamiento, pero en la actualidad, salvo las excepciones mencionadas, es una fórmula caduca y drogodependiente del nivel superior a este, que son las bodegas medianas y sobre todos los grandes bodegas compradoras 'la grupeta', que dicen los ciclistas. Como estamos viendo con los números en la mano y el ratio (diferencial entre stock de vino y ventas) por la nubes, la fórmula actual de gestión que soportan la mayoría de dichas cooperativas no funciona y es incapaz de enfrentarse a lo que tenemos y sobre todo a lo que viene. En demasiados casos, están dirigidas por agricultores que pasan en dicha dirección un corto plazo de tiempo, lo que no les permite enfrentar a medio y largo plazo las reformas que este nivel de la pirámide necesita. Lo puedo decir más alto, más claro no, lo siento. Conviene entender que la mayoría de las cooperativas no embotella y vende el granel, lo que les deja indefensos frente a compradores y comercializadores, que sí conocen la situación de mercado y van muy por delante en la negociación y venta. Desde mi más sincera humildad, recomiendo a este eslabón de esto que llamamos DOCa Rioja poner orden en sus funcionamientos, huir del cáncer del vino de mesa y hablar con las bodegas comercializadoras para ver qué hay que producir y sobre todo cuánto, para equilibrar unos precios que deben ser dignos para todos. Porque si no es así, auguro un bofetón que se va oír en Tombuctú.