Estos días de atrás he leído artículos interesantes vinculados a la sobreoferta de vinos y cómo puede afectar a lentitud o deceleración de la venta de vinos. Normalmente estos artículos están documentados con un marcado carácter internacional, como el último de Robert Joseph (Devil's Advocate) en Meininger's International, donde reflexiona sobre la sobreoferta. A nivel nacional la cosa cambia un poco dado que el mercado patrio tiene algunas peculiaridades como alguna vez hemos comentado aquí.
Llama la atención en estos artículos sobre la evolución de mercado ver cómo en cualquier sector se tiende en demasiadas ocasiones a una concentración de marcas o productos. Véase nuestros vecinos cerveceros o el sector bancario. En el mundo del vino esto es más complejo, ya que una de las cosas de las que nos vanagloriamos son los matices diferenciables por la mayoría de consumidores, o eso nos creemos, entre un vino de un pueblo equis del vino del pueblo de al lado.
En definitiva, tenemos una sobreoferta de vinos que paraliza al consumidor y ralentiza las ventas. A veces un consumidor entra en una vinoteca o se enfrenta a una carta de vinos con pocas explicaciones y muchas referencias; esto en demasiadas ocasiones provoca un pequeño 'agobio' y la elección termina siendo una marca conocida o un clásico de nuestro sector. Elección que en muchos casos es acierto y en demasiados no, dado que ser marca no garantiza siempre calidad enológica.
Volviendo a casa, a nuestra propia Denominación, la categorización de vinos y calidades de la que hemos hecho gala durante muchos años, es decir, Joven, Crianza, Reserva y Gran Reserva, ha sido prostituida hasta límites insospechados y ha vaciado en gran parte el mensaje que el consumidor recibía y que tanto trabajo nos ha costado hacerle llegar. Eso ha provocado un desarraigo hacia dicha clasificación, cosa que estamos pagando en el mercado.
Conclusión; lejos de asentar el mercado, dar confianza al consumidor y facilitar su compra parece que vamos justo en la dirección contraria, dadas las estadísticas de venta que tenemos sobre la mesa. Para hacérnoslo mirar.