A lo largo de la historia del vino, más en concreto, de la historias para vender vino, los departamentos de marketing y comercialización de muchas bodegas ayudados demasiadas veces por campañas estatales se han inventado, concebido, imaginado, creado, pensado… (viva la RAE) duetos interesantes con el objetivo final, como decimos, de vender. Un ejemplo demoledor es el concepto de la viña vieja, como si cualquier vino de viña vieja fuera bueno per se y los de viña joven de inferior calidad siempre. Cuando esto es sencillamente un tontería, dado que la palabra mágica que define la calidad de un viñedo y, más a más, del vino que produce dicho viñedo se llama equilibrio, por cierto como casi todo en la vida.
Pero el dueto demoledor, el padre de todos los duetos es 'vino y salud'. Madre mía, en qué momento a algún conjunto de iluminados e iluminadas en una tormenta de ideas se le ocurrió esta tontería. No contentos con eso se les ocurrió además mantener y defender el dueto a capa y espada. Vamos, de hecho a día de hoy cada cierto tiempo aparece un artículo cuasi científico 'asegurando' que el consumo moderado de vino reduce el riesgo de padecer cáncer y sufrir un de infarto. Especialmente en hombres, que casual e históricamente han sido los compradores de vino. Estó último ha cambiado mucho, y menos mal, que las féminas se han incorporado a la compra de vinos.
Bueno, al final como dice mi madre, las mentiras tienen las patitas cortas y estos argumentos se desmontan ellos solos. Ha bastado con que cuatro influencers en dos semanas digan que son abstemios para que la estrategia de marketing de años y años de vino salud se desmonte en un momento y el sector maltrecho ya de por sí encima se haga el ofendido por el champín.
Solución: bebamos menos vino pero de más calidad, paguemos más por ello poniendo en valor variedades, zonas, elaboradores y elaboraciones… bebamos un vino en buena compañía o en soledad como quien disfruta de un buen libro. Ese es el camino, eliminemos morralla y vinos mediocres que nos lastran como sector e iniciemos de una vez por todas la reconversión que necesitamos para salir vivos de esta.