Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Gravísimo choque institucional

06/11/2024

Nunca en la historia de la democracia se había producido un distanciamiento tan evidente entre la Jefatura del Estado y el Gobierno como el que ahora se vive.

Adolfo Suárez dimitió cuando pensó que el Rey Juan Carlos no compartía con él la confianza y el apoyo mutuo que habían mantenido cuando pusieron en marcha el proceso que culminó con la Transición, donde contaron con un puñado de políticos y profesionales de diferentes ideologías y materias que se sumaron a aquella aventura. José María Aznar no mantuvo con D. Juan Carlos la cercanía de Leopoldo Calvo Sotelo y sobre todo de Felipe González, pero nunca le perdió el respeto al Rey. Sí lo ha hecho Pedro Sánchez, y los ejemplos son muchos: plantones, llegar tarde, o dejarle solo en viajes cuando es obligado que le acompañe un ministro. En alguno de los últimos, le asignaron algún que otro director general. Por no mencionar que no le han permitido acudir a determinados algunos actos en Cataluña.

Conviene recordar esto último. Cuando el gobierno comunica al Rey que no es adecuado que participe en algún acontecimiento, no va. Conoce el Rey perfectamente qué dice la Constitución sobre su grado de independencia, empezando porque no pronuncia discurso -excepto el de Navidad- que no venga avalado por el gobierno.

Por eso es ridículo que se defienda Moncloa diciendo que el Rey se empeñó en ir Valencia g se le pidió que no se viajara. Si el gobierno le dice que no vaya, no va. Sin embargo sí fue Pedro Sánchez, lo que probablemente tuvo mucho que ver con lo que sucedió.

Se trataba de una visita a iniciativa del Rey, y antes de los problemas ya hubo comentarios de que Pedro Sánchez, que hace mucho tiempo que no puede salir sin ser abucheado, se sumó al viaje con D. Felipe como intento de recomponer su deteriorada imagen. Carlos Mazón, muy cuestionado por su ineficacia en la gestión de la crisis valenciana, y que también sale muy "tocado" de esta tragedia que no supo abordar, estaba obligado a acompañar al jefe del Estado. Al menos, no como Sánchez, se mantuvo junto a los Reyes cuando se enconaron las cosas. Que se calmaron -que tome nota el presidente- cuando D. Felipe y Dña. Leticia se quedaron donde debían para tratar de apaciguar y consolar a quienes no tenían motivos de consuelo.

Un último apunte: los Reyes no son unos irresponsables, y si no se movieron de Paiporta fue porque confiaban en la profesionalidad de su equipo de seguridad. Esta periodista tiene la certeza absoluta de que si los Reyes hubieran estado en peligro sus escoltas los habrían desalojado de forma inmediata. Ni un momento tuvieron descontrolada la situación.

Si Sánchez no confiaba en sus escoltas, y prefirió marcharse, en su problema. Pero que no se escandalice nadie si millones de españoles se han sentido orgullosos de su Rey, y no tanto de su presidente de gobierno.

Hay adjetivos que duelen. Pero allá cada cual con su comportamiento y con lo que transmite con su comportamiento. Que cada palo aguante su vela.