"Logroño es una ciudad en la que gusta comer pescado"

David Hernando Rioja
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Jon Martínez lamenta la falta de pescaderías en Logroño fuera de las grandes superficies, ya que solo hay seis.

Jon Martínez, junto a su hermano Eduardo (derecha) en la pescadería que tienen en el barrio de Cascajos - Foto: Ingrid

Una vida entera detrás del mostrador de una pescadería. Esta es la historia de Jon Martínez Moreno, copropietario de Pescados Marino Fish and Food, una de las pocas pescaderías de toda la vida que quedan en Logroño.

Martínez cuenta que la pescadería es un negocio familiar que empezaron sus padres, Julio Fernando y María Antonia, «quienes nos fueron transmitiendo su pasión por el trabajo porque para estar siempre con un mismo trabajo tienes que vivirlo y sentirlo». Recuerda que empezó a trabajar en la pescadería de su hermano en la calle San Antón y no partió ningún pescado hasta que no estuvo dos años allí. 

Explica que su labor consistía en dar los cambios, dar a las señoras las bolsas en la mano sin que gotearan, limpiar, quitar escamas, echar hielo y sacar genero, entre otras. «A los dos años me dejó practicar con algún pescado para casa y me ponía a abrir anchoas con macheta y tijera. Mi hermano me quería formar como un pescadero completo», destaca.

 Jon Martínez, junto a su hermano Eduardo (derecha) en la pescadería que tienen en el barrio de Cascajos Jon Martínez, junto a su hermano Eduardo (derecha) en la pescadería que tienen en el barrio de Cascajos - Foto: IngridAhora es copropietario de un establecimiento en la zona de Cascajos que actúa de pescadería, marisquería, vivero y cocinados de pescado integrados. «Este barrio es una zona donde hay muchas familias con hijos que gastan y compran. En resumen, se ve más vida», resalta.

Logroño, subraya, es una ciudad en la que gusta el pescado. «Hay gente que se preocupa un martes para decirte que el sábado quiere un rodaballo o un besugo de dos kilos. Que venga un cliente con antelación te sube la moral», asegura.

La parte negativa es que solo queden seis pescaderías en Logroño fuera de una gran superficie «cuando antes había muchas más», lamenta. Recuerda que hace unos años, solo en el mercado de Milicias había cinco pescaderías.

Uno de sus secretos para que la gente siga comprando en su pescadería es el trato cercano. «Hay que intentar conocer a los clientes, y si han pasado una temporada mala interesarme por ello. Esto te hace ser más cercano», afirma.

ARCHIVADO EN: Logroño, Calle San Antón