Con la reciente apertura de nuevos restaurantes orientales, principalmente los especializados en sushi han llegado a Logroño para quedarse. Sushi, gyozas, takoyakis, ramen… son algunos de los platos que ofrecen alrededor de una quincena de locales situados en el centro de la capital y no solo redefinen la gastronomía riojana, sino que han logrado conquistar el paladar de la población.
Desde hace dos años, se han ido multiplicando y desde entonces son diez los nuevos locales repartidos por toda la ciudad. Antes del sushi, existió una gran pasión por la comida china, la mexicana o por las hamburguesas. Ahora, los locales de comida japonesa parecen invadir la capital, pero hay algunos que abrieron sus puertas hace años como el Kiro Sushi (2015) tan reconocido que cuenta con una estrella Michelín.
Hang Ni, propietario de Miyako Teppanyaki, hace casi dos décadas que apostó por un restaurante diferente donde las personas podían ver en directo cómo cocinaban los platos en diferentes planchas japonesas. Desde entonces, siempre se ha ajustado a los cambios y gustos de la sociedad. «La gente quiere cosas nuevas y nosotros tenemos que adaptarnos», explica y por este motivo «hace un año el restaurante pasó a ser un buffet libre». Además, destaca su lema lema: «servicio, comida y calidad».
En 2022, en el centro de la ciudad se abrió Bokoto. Un restaurante que llama la atención por su estética. Su gerente, Daniela Núñez, detalla que cuentan con «una carta, sugerencias en función de la temporada para que los cocineros estén siempre creando y tres tipos de menús: degustación, experiencia y ejecutivo». La gerente expresa que mucha gente se sorprende porque «los precios son asequibles y no tan elevados como la gran mayoría cree». Además, este local se diferencia por «la atención y el servicio al cliente es fundamental» ya que tienen en cuenta hasta el más mínimo detalle como la música.
Y aunque son muchos los restaurantes especializados en sushi, Iris Wang, propietaria de Shifu Ramen de Logroño, explica que en 2022 se lanzó a abrir uno de ramen porque «no era tan popular» y le gustaba el anime. Pero de lo que está segura es de que «a pesar de que los nuevos locales son parecidos, la oferta es totalmente diferente». «Confío en el reconocimiento de nuestra comida por parte de los clientes», recalca Wang.
Futuro. Nadie sabe con certeza lo que depara el futuro, pero el tiempo dirá si tantos restaurantes orientales son una mera tendencia o tendrán su propio hueco en la ciudad.
Sin embargo, en lo que coinciden Núñez, Ni y Wang es en que la competencia es buena para seguir mejorando e innovando. Puede que sea una moda, pero la calidad y el servicio hará que los clientes se decanten por un local o por otro.