Una de estas alumnas en prácticas es Andrea Ochagavía Ansótegui, una mujer que decidió emprender un nuevo camino profesional después de haber estado 15 años trabajando en sectores diferentes. «Siempre me ha llamado bastante la atención y este año que lo tenía libre me decidí. Empecé un mes más tarde que mis compañeros porque no había plazas pero me ha ido bien», cuenta.
Afirma que la profesión de Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE) está muy demandada. Los motivos de estos son que hay mucho trabajo, es una oportunidad rápida de empleo y se estudia en un periodo de tiempo corto.
Su experiencia, reconoce, ha sido «un poco más dura» debido a que «llego a casa y no tengo todo hecho, sino que tengo una familia a la que atender». Esta joven pensaba que este proceso educativo iba a ser «un poco más fácil de lo que lo ha sido» pero «he tenido que meter muchas horas, ya que el curso dura un año y luego hacemos 440 horas, es decir, unos 3 meses de prácticas».
Ochagavía cuenta que los profesionales del hospital San Pedro le han enseñado a hacer de todo. «Lo que más hacemos son aseos, camas, levantar a pacientes, cambios posturales o reponer los carros de las enfermeras cuando ya lo han utilizado durante el día», detalla.
Recuerda que el primer día que tuvo que trabajar le impactó bastante, ya que «vino un paciente que estaba muy enfermo y atado a la camilla. Nos quería hablar pero no le entendíamos, lo que era muy frustrante».
«Pero me parece un trabajo muy gratificante, ya que siento que hago algo bueno por los demás y ayudo a gente que realmente no puede hacerlo por su misma. Me voy muy contenta a mi casa», remarca esta joven en prácticas.
Sabía que iba a ser difícil porque «en un hospital la gente está enferma pero es bonito», concluye.