Las fuerzas de seguridad tratan la muerte de una mujer en Pradejón, el pasado sábado, como un suicidio pero "tiene derivadas" por lo que está en marcha una investigación, informa Efe.

Así lo ha explicado la delegada del Gobierno en La Rioja, Beatriz Arraiz, a preguntas de los periodistas, en alusión al fallecimiento de una mujer de 38 años en la localidad riojana de Pradejón, al caer de su casa en un segundo piso a la calle; esta mujer estaba incluida en el sistema de protección de víctimas de violencia, Viogen, aunque su riesgo "no estaba motivado por su pareja actual", ha aclarado Arraiz.

La delegada ha incidido en que esta cuestión debe abordarse "con la máxima discreción" porque "es algo muy delicado" y por eso "no puedo hacer afirmaciones categóricas, ni afirmar ni negar nada, hay que dejar trabajar a los investigadores", ha recalcado Arraiz.

Desde la Red Vecinal contra la Violencia de Genero proyecto de la Federación de Asociaciones Vecinales de La Rioja queremos transmitir nuestro más profundo dolor por el fallecimiento de una mujer de 38 años en Pradejón este fin de semana.

Profundas heridas psicólogicas

Diferentes entidades se han pronunciado sobre este suceso, como al Red Vecinal contra la Violencia de Género, de la Federación de Asociaciones de Vecinos, que ha reconocido en un comunicado que "todo a punta a que este fallecimiento se ha producido por un suicidio" pero indice en que "la violencia de género deja profundas heridas psicológicas incluso después de terminar la relación de maltrato".

"A veces estas secuelas pueden derivar en situaciones catastróficas en el bienestar emocional de la mujer que los ha sufrido", lamenta esta entidad, que realiza labores de acompañamiento a víctimas con el fin de impedir estas situaciones.

También el movimiento feminista de La Rioja, que, en un comunicado, ha considerado que es necesaria una reflexión sobre la pertinencia y eficacia de las herramientas que existen ante la violencia machista, ya que las víctimas sufren graves consecuencias físicas, sociales y psicológicas antes, durante y después de denunciar o de romper la relación con su maltratador.

"La violencia no termina cuando se sale de una relación de maltrato, sino que con este paso comienza otro camino arduo, difícil y lleno de dolor en el que muchas mujeres acaban solas", afirma esta entidad, para la que "esta situación puede volverse aún más difícil en el ámbito rural, en el que en numerosas ocasiones no existen medios para atender a las víctimas e incluso el entorno puede resultarles hostil dada la cercanía al círculo del maltratador".