La resolución favorable del ministerio a la declaración de impacto ambiental (DIA) de la línea de alta tensión Tauste-Jundiz deja un sabor agridulce en los despachos de la promotora Forestalia Renovables. La resolución es, evidentemente favorable, pero la exigencia de algunos condicionantes pone nuevas y duras trabas a un proyecto para el que la compañía había previsto un presupuesto inicial de algo más de 300 millones de euros. El soterramiento de la línea en muchos de los tramos que recoge la DIA eleva considerablemente el gasto de ejecución y así lo analiza la compañía. «La cifra se revisaría al alza por los soterramientos previstos en la DIA», detalló ayer Forestalia a El Día de La Rioja.
Ahora bien, el equipo técnico y jurídico de Forestalia «analiza actualmente con pleno detalle el alcance de la declaración de impacto ambiental sobre los proyectos y la línea proyectada para evacuar energía verde en las comunidades de La Rioja, Castilla y León y País Vasco», tal y como confirma un portavoz de la firma de renovables.
Sin embargo, y a pesar de la frontal y unánime oposición con la que cuenta el proyecto tanto por parte del Gobierno de La Rioja, como de todas las formaciones políticas de la región además de colectivos ecologistas, administraciones locales y el propio Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja, Forestalia no renuncia. La compañía «continuará con todos los trámites legales y administrativos previstos para el desarrollo de los proyectos», detallan desde la firma con sede en Madrid pero de raíces aragonesas.
Suele ser habitual que el ministerio para la Transición Ecológica suscriba una resolución favorable de impacto ambiental condicionada si bien, en este caso, tal y como esgrime el parlamentario socialista Jesús María García, solo las exigencias de soterramiento de tramos incluidas en la DIA endurecen considerablemente el proyecto y elevan sustancialmente el presupuesto. A juicio del diputado regional del principal grupo de la oposición, «creo que no llegaremos a ver la línea de alta tensión».
La declaración de impacto ambiental emitida por el Ministerio reflejaba un «impacto severo» en concreto, en tres puntos a su paso por la Comunidad autónoma de La Rioja. Así, detalla la afección en la localidad de Entrena, en Sotés, donde el trazado quedaría visible desde y hacia el mirador, que ofrece un paisaje de viñedo, así como en Ventas Blancas, en las inmediaciones de la basílica de Santa María de Rute.
Afecciones directas. El trazado presentado por Forestalia Renovables que cruzaría el norte de la región de este a oeste fija también apoyos en áreas declaradas como Bien de Interés Cultural (BIC), entre ellos, el Camino de Santiago y en los lagares rupestres de la localidad de Briones. De la misma forma, se producirían afecciones directas hasta en 26 elementos de patrimonio arqueológico y cultural.
Todo ello sin pasar por alto la irrupción sobre un paisaje de viñedo especialmente cuidado a lo largo y ancho de tierras riojanas, además de atravesar zonas de especial protección para la avifauna.
No obstante, Forestalia mantiene su compromiso con un proyecto que nació polémico y que promete batallas administrativas, e incluso, judiciales.
La compañía quiere «el máximo consenso» con las autonomías
La compañía con sede en Madrid aunque con marcadas raíces aragonesas es plenamente conscientes de que la declaración de impacto ambiental compromete la autopista de transporte de electricidad entre Aragón y Álava al visto bueno, por tramos y proyectos, por parte de las comunidades autónomas por las que discurre la línea.
El propio Gobierno de La Rioja recordó este punto el pasado jueves tras la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de la resolución por parte del ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Conocedor de este punto, un portavoz de Forestalia Renovables señaló ayer a El Día de La Rioja que «se buscará el máximo consenso territorial posible» con las diferentes comunidades autónomas.
En sus declaraciones a este periódico, Forestalia se mostró «convencida de que no existe alternativa energética de futuro a las energías renovables, tal como vemos en todos los pronunciamientos internacionales para la lucha frente al cambio climático y el calentamiento global».
En esta misma línea, y a través de unas escuetas declaraciones, la compañía de renovables insiste en que «acercar la producción de energía verde a la demanda puede aportar ventajas para todas las partes, ya que sin una adecuada vertebración eléctrica no hay transición energética posible», justifica la firma.
Con todo, y a pesar de los duros condicionantes y de la oposición autonómica de País Vasco y La Rioja, el proyecto continúa, o al menos así lo confirma la propia empresa. De hecho, es la quinta resolución de impacto ambiental favorable que recibe Forestalia Renovables a sus grandes proyectos de autopistas de electricidad.