La Plaza de Ballesteros es uno de los rincones más singulares de Logroño. Mucho de su encanto se lo daban las casitas de un solo piso que se construían a ambos lados de la plaza, y a la iglesia de San José Obrero, que fue y es uno de los motores más importantes del barrio
Las viviendas, ubicadas por entonces en la periferia de la ciudad, fueron diseñadas por Emilio Carreras y las obras comenzaron con la colocación de la primera piedra el 19 de abril de 1945, en presencia de Luis Martín Ballesteros, gobernador civil y promotor del proyecto, cuyo nombre se le dio a la barriada. En el centro de la plaza se colocó una capilla dedicada a San José, que dependía de una congregación Mariana, además de unas escuelas que dependían del Vivero Central.
Las casas se distribuyeron en dos grupos de viviendas, uno con casas de un único piso, que se situarían en la Plaza de Ballesteros, y otro, con casas de dos alturas, ubicadas en torno a la Plaza de la Inmaculada. Sin embargo, el proyecto original era mucho más ambicioso y contaba 144 casas previstas en las dos plazas, de las que únicamente se realizaron 85.
En sus alrededores en esos momentos había huertas, que se fueron transformando en viviendas y que dieron lugar al Barrio de San José. Una de las primeras calles en diseñarse fue Luis de Ulloa, que tenía en proyecto acoger el cuartel de la Guardia Civil.
La barriada fue inaugurada en Navidades del año 1945. Las casas 'ultraeconómicas', tal y como fueron conocidas en la época, contaban con dos o tres habitaciones, cocina-comedor, ducha y un patio interior. Para arrendarlas se estipularon unos precios simbólicos, que oscilaban entre 20 y 35 pesetas.
A finales del siglo XX se empezó a pensar en remodelar la Plaza de Ballesteros. En 1993 se derribó la iglesia de San José y en el año 2005 les ocurrió lo mismo a las casitas de un solo piso, ubicadas a la izquierda de la Plaza de Ballesteros. En su lugar se han construido unas casas de dos pisos de altura, mucho más modernas y espaciosas. En 2016 se derriban las viviendas de la mano derecha de la Plaza de Ballesteros para completar la construcción de las nuevas edificaciones. Pese a todo, la Plaza de Ballesteros sigue conservando su estructura, con la iglesia en el centro y las nuevas viviendas a los lados.