La asociación Párkinson La Rioja cuenta con un total de 63 socios pero esta comunidad autónoma cuenta con más de 2.200 personas que padecen esta enfermedad.
María Mercedes Miguel es una de estas personas, ya que le diagnosticaron párkinson el pasado 21 de diciembre de 2023, con 62 años. Recuerda que no fue un momento fácil para ella porque «no me lo esperaba, además de que mi padre sufrió esta misma enfermedad cuando tenía 85 años, por lo que me hundí bastante».
A pesar de esto, cuenta que los médicos le recomendaron que acudiera a la asociación, ya que le podían ayudar bastante en temas de fisioterapia, y «gracias a ellos y a la medicina estoy mejor». «Estoy muy a gusto y vengo todo lo que puedo, pero el tema es que no vivo en Logroño sino que mi residencia habitual está en San Asensio».
Esta riojana reconoce que esta enfermedad ha provocado que le cueste más hacer algunas actividades pero «cada día me encuentro mucho mejor a la hora de las tareas de casa. No tengo ningún problema gracias a todo lo que hago en la asociación».
De hecho, relata sorprendida que esta enfermedad no les está afectado como ella esperaba cuando se lo diagnosticaron, ya que pensaba que iba a deteriorarse. «Sin embargo, me esta pasado todo lo contrario porque he adquirido una mayor estabilidad y confianza en mi misma».
Detalla que anda por el pueblo sin ayuda y realiza muchas tareas de casa, desde planchar, pintar o coser, entre otras.
Respecto a su tratamiento, cuenta que los médicos le mandaron un tratamiento «flojito» para combatir esta enfermedad. «Me mandaron medicación y estoy tomando menos de lo que me dijeron porque puedo regulármela», asegura.
Además, María Mercedes Miguel cuenta que su familia se disgustó mucho cuando conocieron la noticia pero «los médicos nos dijeron que podía hacer una vida normal debido a las imágenes que obtuvieron de las pruebas que me realizaron». «Me dijeron que con tratamiento y fisioterapia podía hacer vida normal y envejecer», añade.
Asociación. Por otro lado, este riojana afincada en San Asensio destaca la labor y todas las actividades que realiza, junto a sus compañeros, en la asociación Párkinson Rioja.
«Hay sesiones para todo pero yo vengo a fisioterapia, taichí y a talleres de lectura, pintura y música», indica.
Recuerda que llegó con depresión pero «he mejorado mucho mi estado de ánimo». «Antes no tenía ganas de salir de casa y me sentó fatal que me dijeran tan joven que padecía párkinson. Pero ahora estoy saliendo adelante», subraya.
Lamenta que esta enfermedad no tenga cura pero «se puede vivir con ella». «Hay que confiar en la medicina y en los avances, ya que podemos tener calidad de vida a pesar del párkinson», concluye.