Las Fiestas de la Vendimia arrancan en unas horas su 67ª edición, la más debatida de la historia. Reunimos a los concejales de Festejos desde la recuperación de la democracia (esta lista la completan los fallecidos Miguel Ángel Ropero, Margarita López Molviedro y Rodolfo Rubio) para que nos acerquen sus impresiones sobre unas fiestas que siguen siendo muy celebradas aunque no son pocos los logroñeses que les dan la espalda y que sienten que la fiesta no va con ellos.
Fernando Martínez 1979-1981
Fue el primer concejal de Festejos cuando el Ayuntamiento, con Miguel Ángel Marín y Manolo Sáinz funcionaba por «delegaciones». De sus manos, aunque participó «toda la sociedad civil», arrancaron los primeros San Mateos «de la democracia». «Los de 1980 fueron muy celebrados. Había actuaciones para todos los gustos y para todos los públicos», recuerda. Y eso se hizo «con cuatro duros». «En esa época podías estar toda la semana, desayunando, comiendo y cenando, por veinte duros», se emociona. En la actualidad, las fiestas logroñesas «se han elitizado». «Antes era un orgullo ver cómo toda la ciudad se echaba a la calle y se sumaba al programa. Había actuaciones de nivel y eso que aún no estaba en funcionamiento el Teatro Bretón», agrega.
Aunque hubo Fiestas de la Vendimia antes del advenimiento de la democracia, «se reducían prácticamente a festejos taurinos, no había nada». «Reconozco que las corridas sí nos permitieron aumentar el día de fiestas», se despide.
Los concejales de Festejos se asoman al balcón mateo. Fernando Martínez fue el primer 'concejal' de Festejos. Laura Lázaro es la máxima responsable de las fiestas. - Foto: Ingrid / Óscar SolorzanoEugenio de la Riva 1995-2003
Dieciséis años de concejal, muchos de ellos como responsable de las fiestas. Pasan los años y un pesar sigue recorriendo a Chiqui: «Un 21 de septiembre, no me preguntes el año, nos llegó por la mañana un burofax de su representante cancelando el concierto. Fue un palo. Ese año fue la única vez que he ido al Pisado porque fui a dar explicaciones».
Lleva muchas fiestas a sus espaldas pero su mejor recuerdo sigue siendo cuando Julio Revuelta le cedió «el lanzamiento del cohete».
Nacido en Muro de Cervantes, ha trasladado sus operaciones a la vecina República Argentina. Pese a la cercanía, su sentir y el que le hacen llegar sus vecinos es «que de Gran Vía hacia el sur de la ciudad no son fiestas». «Todo se concentra en el Casco, en la Laurel y en la San Juan», critica. «¡Parece que no quieren sacar a la gente de ahí!», agrega.
Los años no pasan en balde y ahora vive las fiestas «de forma más tranquila». Disfrutará de «las casas regionales», «de las degustaciones, aunque ahora están masificadas» y con sus nietas «de las barracas». En su mandato pasaron «de Las Gaunas a Las Norias». Las atracciones se viven de día porque «por la noche no se consigue que la gente cruce el Ebro».
No oculta su enfado con el modo en que se han gestado estas fiestas: «La programación es muy floja, especialmente la musical. Las cabeceras de comarca tienen mejor música. He conocido fiestas con cinco actuaciones en el Ayuntamiento. Este año hay dos y un DJ. Al menos me congratula que en El Espolón viene Puro Relajo». En cuanto a los fuegos artificiales, defiende su inclusión y lamenta que «haya dos noches de drones». «Los fuegos son mucho más atractivos», asevera. Sobre los toros no quiere opinar «porque no voy» y sobre el Espacio Peñas lamenta que «siendo una cosa que se hace todos los años, en esta ocasión no haya habido tiempo».
Y, como es mucho de alternar y esta siempre en la calle, no rehúye la polémica. ¿Mandan muchos los hosteleros en tema de fiestas? «Da la impresión que sí. Lo que han hecho este año con las fechas parece que sí es cosa suya», se despide.
Javier García Turza 2003-2007
Los concejales de Festejos se asoman al balcón mateo. Fernando Martínez fue el primer 'concejal' de Festejos. Laura Lázaro es la máxima responsable de las fiestas. - Foto: Ingrid / Óscar SolorzanoConcejal in media res (esa legislatura no siempre detentó la cartera de Festejos) pero recuerda con satisfacción su época «porque me permitió conocer las fiestas desde dentro. Me encontré con colectivos como los peñistas o los feriantes con los que todavía mantengo contacto». Si este es su mejor recuerdo, el peor está ligado a la «responsabilidad» asociada al cargo. «Vives la fiestas con una cierta tensión porque en los encierros saltan niños, porque los fuegos artificiales se tiraban en el Ayuntamiento...», rememora. «Pero había un gran grupo humano de funcionarios que hicieron todo más sencillo», agradece.
Si su primer recuerdo mateo está anclado en su memoria «a las reuniones familiares en los que todos nuestros tíos y primos bajaban a nuestra casa en Logroño», en la actualidad se confiesa que no es fiel a San Mateo: «Al haberlas vivido desde dentro, ahora te lo tomas distinto. Este año no me quedo. Me gusta ir a actuaciones musicales y en esta ocasión creo que no iré a ninguna. Me parece que mis gustos están en las antípodas de las actuales preferencias. Este año no me llama nada la atención». Ahondando en la música, en su mandato no hubo disonancias relevantes porque «quizás acertamos en la gestión». Sí que le tocó lidiar con el «huevazo» a Bustamante.
Ángel Varea 2007-2011
Concejal del ramo entre 2003 y 2007 glosa los logros de su gestión: «Pusimos el pisado popular, la Fuente del Vino, impulsamos las calderetas y recuperamos las chuletadas en Avenida de Colón aunque el primer año se hizo en Bretón que aún no había sido peatonalizada». También fueron los artífices del «cohete limpio». Aunque no poso para la foto, pues no fue consejera, recuerda la importancia de la funcionaria Elvira Marín, «conocedora de toda la maquinaria » para llevar a buen puerto las fiestas.
Su mejor recuerdo mateo está ligado, y sabe que es repetitivo, «a tirar el cohote». «Como logroñés me hizo mucha ilusión», completa.
Es consciente de que la programación musical «no es un tema fáci». En su opinión, unas buenas fiestas mateas no se pueden entender sin «las peñas, las degustaciones y los fuegos artificiales, que es la parte más barata porque va todo el mundo y obliga a los logroñeses a salir de sus casas». San Mateo tiene también que hacer sitio «a las vaquillas». «Si las quitas, la has cagao», agrega consciente de que en su época se cancelaron los encierros. Con respecto a las carrozas es ambivalente: «Son lo que son. Parece que es un espectáculo pasado de moda pero reconozco que sacan gente a la calle».
Pedro Muro 2011-2015
Antes de ser concejal de Festejos ocupó esta cartera en Clavijo, localidad de la que es alcalde. «Las fiestas de San Mateo como las de San Juan, Santiago y San Miguel reclaman el mismo esfuerzo y generan las mismas complicaciones. En los pueblos los programas creo que se miran con más detalle», señala.
Su mejor recuerdo está ligado a su infancia, «cuando iba a ver Gorgorito en la Glorieta». Actualmente intenta disfrutar «a tope» y es lo que hará este año «aunque no he analizado el programa en detalle». «Por las mañanas iré a las degustaciones, por las tardes a los toros, callejearé, iré a los fuegos… Vamos, que no me voy, que me quedo», se ríe.
Como conoce el paño, sale en defensa de sus sucesores: «No es fácil hacer unas fiestas. Siempre surgen problemas. Hay un presupuesto que hay que cuadrar y hay colectivos (policía, limpieza...) que trabajan más y son servicios que hay que pagar. En concreto este año no sé los particulares pero sí que en mis cuatro años era concejal solo de Festejos y sé muy bien el esfuerzo que conlleva».
La música lleva a toda las corporaciones de cabeza: «Me tocó hacer los San Mateos más baratos de la historia porque era 2011. Vino Alaska y también Auryn, que fue muy criticado pero hubo hasta gente acampando para verlos en primera fila». A la hora de valorar la música matea, apuesta por la pedagogía «porque esto no es un festival y hay que buscar grupos para todos los públicos».
Miguel Sáinz 2015-2019
El ahora edil de Promoción considera que la Concejalía de Festejos «no es una María. Es un área que sirve para hacer ciudad y para conocer a los logroñeses. Es intensa, exigente y puedo decir que la más gratificante». Su mejor recuerdo mateo, huelga decirlo, está ligado al año en el que le tocó «encender el cohete» y también «a la elección de los vendimiadores que, en 2015 creo que fueron Loreto (Sáenz) y Gerardo (Mendoza)». Le cuesta encontrar un mal recuerdo asociado a las fiestas y cuando lo halla, tuvo un feliz desenlace: «Hubo un error de día con una actuación de rap. Tocó improvisar, hacer tiempo hasta que llegaran pero, al final, la gente lo entendió y el ambiente generado por este error fue muy bueno».
Le tocó lidiar también con la programación musical, asunto«en el que en 2025 subiremos un peldaño». En cuanto a la de este año, y soslayando las dos noches en la Plaza del Ayuntamiento informa que «hay Dj, conciertos para el público mayor y tardeos en El Espolón entre otras muchas propuestas».
Sabe que hay «mucho runrún» y por eso recuerda que «el 8 de enero por unanimidad de los componentes del Ayuntamiento y el resto de implicados se decidieron estas fechas». «Somos conscientes de todo el ruido generado pero recuerdo el lanzamiento del cohete en días laborales y festivos». A la marejada de fondo se sumó la desaparición del habitual espacio de las peñas: «Hemos apostado de principio a fin por este espacio pero ha habido condicionantes que han impedido que este año se llegara a buen fin».
Kilian Cruz-Dunne 2019-2023
Lleva casi diez años como concejal aunque entre 2019 y 2023 lideró el área de Festejos: «Tiene una complejidad brutal, más de lo que pensamos. Es cien por cien transversal con otras unidades: contratación, cultura, deporte,…». Su cuatrienio estuvo marcado por la pandemia, razón que hizo que la recuperación de las fiestas en 2021 «sea mi mejor recuerdo». El peor está ligado a la irrupción de la Covid que trastocó todos los planes: «Lo de la Cuba fue anecdótico. Me hubiera gustado tener más años para desarrollar los proyectos que teníamos en mente. Me hubiera gustado hacer más cosas, tener más disponibilidad presupuestaria. En eso sí que coincido con Miguel, hace falta más dinero».
En cuanto a la programación musical, asume que es el gran debe pero no es una cuestión imputable «a uno u otro equipo de Gobierno». «Dependemos de la Ley de Contratos y es un proceso complejo, farragoso. Se necesita algo más vivaz y ágil. Habría que darle una vuelta al proceso». Lleva un cuarto de siglo con nosotros y siempre se queda en Logroño. «Los niños, sean pequeños, adolescentes, mandan. Y como a ellos sles encantaba, nosotros nos quedábamos también», se despide el concejal socialista.
Laura Lázaro 2023
Ha estado en el ojo del huracán, «lo que demuestra que es una concejalía exigente», y ahora se prepara para sus segundas fiestas mateas desde el balcón. Espera «ilusionada» el día del cohete, porque es una fecha señalada para los logroñeses «y una de las más bonitas del año para mí al ser también el cumpleaños de mi madre». Sabe que ha habido polémica por el día y la hora «pero se adoptó en enero, con la presencia de más de 20 colectivos. Se decidió mayoritariamente que fueran del 20 al 26 y también se aprobó que fuera a la una».
Si tiene que elegir entre pelota o toros, se decanta «por la primera porque es más nuestra». También irá a los debatidos conciertos. Acertar con la música no es fácil pero guarda un gran recuerdo de «una actuación de Vanesa Martín, multitudinaria, y también Dvicio». Y, por supuesto antes de ser concejala «siempre me quedaba en fiestas».