Sueños cumplidos

Feli Agustín
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«Es la razón por la que levantamos la persiana cada mañana», señalaba Ignacio Alda, tercera generación de una familia de loteros, que ha vuelto a repartir un gran premio, después que hace dos años vendieran el primero del Niño

Equipo de la Adminitración 6 de lotería, que ha vendido el Gordo de Navidad. - Foto: El Día

Aunque la alegría inicial de que el Gordo de la lotería de Navidad había caído en Logroño se fue desinflando conforme transcurría la mañana -de los 772 millones posibles solo 20 se han quedado en tierras riojanas-nada puede empañar la satisfacción de la administración número 6 de Logroño, ubicada en el número 4 de  Muro de la Mata, que ha vendido íntegramente el número premiado, 72480.

Gestionada por Ángel Alda, que la heredó de su madre, Marí Carmen, el propietario, su hijo Ignacio, y las otras tres personas que trabajan en la tercera administración más antigua de la capital, Elena Álvarez, Emilio Herreros y Francisco López, seguían el sorteo cuando a las 11,27 de la mañana salía el Gordo y no tardaba en llenarse la calle de periodistas, amigos, vecinos y curiosos. 

Situada en las cercanías del Espolón, el personal de la administración, ataviado con una camiseta en la que se podía leer '1er premio, vendido aquí', se apresuraba en imprimir el número ganador, colgarlo en la pared de establecimiento y posar sin cesar para la infinidad de medios nacionales que paulatinamente  iban llegaban a la capital a la llamada de la previsión de millones y premiados, que no llegó a cumplirse.

Desbordado, Ángel Alda,  que es la segunda vez que vende el gordo de la Navidad en una década, en 2014 repartió cuatro millones del número 13437, afirmaba que este era su principal deseo. «Hoy se ha cumplido el sueño más grande que podíamos tener, vender íntegro el Gordo de Navidad», decía emocionado el lotero quien, antes de que se conociera el número exacto de décimos devueltos, ya calculaba que habían vendido «400 y pico millones», de los que 400 han tenido como destino de la capital española.

Precisamente, contaba que los grandes agraciados por este premio, el madrileño club de baloncesto Distrito Olímpico, de San Blas-Canillejas, son clientes suyos desde hace varios años, aunque decía desconocer a qué se debía esta querencia. Parece que uno de los componentes del colectivo les compró lotería en un ocasión y como «le parecieron majos» decidieron convertirse en fieles clientes, a pesar de que la administración se encuentra a 333 kilómetros. 

El resto -aparte de las devoluciones, que han dejado un pico de 352 millones para Hacienda-, se había despachado en ventanilla, aunque, y a pesar de que tienen entre sus clientes a bares, clubs de fútbol o cofradías, no se ha repartido a ninguna colectividad riojana.

Ángel Alda, padre del diputado regional de Vox del mismo nombre, contaba que su despacho no está abonado al número, sino que llegó de manera aleatoria a su administración, por lo que no conocía a ninguno de los agraciados, que no se dejaron caer por Muro del Carmen. «Supongo que le habrá tocado a algún cliente habitual», razonaba el lotero, que relataba que, en otras ocasiones, se lo han contado «dos o tres años después». Resaltaba, además, que el 0 y el 1 son números que resultan antipáticos a la mayoría de los ciudadanos y este año, además del primero, el tercer y el cuarto, terminan en 0. «Son los números que más se devuelven todos los años», informaba Alda, que constata que la suerte «es imprevisible». 

Su hijo Ignacio confesaba que sentía una «alegría inmensa» y eso que tiene experiencia en el reparto de felicidad a través de la lotería:en 2022 vendieron 55 series del primer premio del Niño -41.665-, en el que entregaron 100 millones de euros a cientos de agraciados, principalmente clientes del bar La trompeta. «Es la razón por la que levantamos cada mañana la persiana», decía Ignacio, que reiteraba la satisfacción que le suponía repartir un premio «tan importante».

El mismo regocijo sentían los otros trabajadores de la administración, que brindaban sin cesar con vino de Rioja antes las exigencias de los reporteros, Elena Álvarez no podía estar más feliz; es su segunda  campaña y no tenía costumbre en estas lides.  «El año pasado no dimos nada y mis compañeros me pusieron el cartelito de gafe; este año creo que me lo quitarán», decía emocionada.

Muchos pocos.

Conrado Escobar, alcalde de Logroño, se encontraba en el Espolón, esperando la llegada de la carrera solidaria -Non Stop 24, a beneficio de la Asociación Riojana de Esclerosis Múltiple (Ardem)- cuando recibió la llamada de un periodista informándole de que el Gordo de la lotería había tocado en Logroño. El primer edil no tardó en acercarse al despacho de lotería con la intención de saludar a los propietarios, a los que conoce de toda la vida, «y con quien hemos mantenido siempre muy buena relación», pues su padre poseía una tienda de lámparas en las inmediaciones, en la calle Juan Lobo.

Escobar, «alegre» con el resultado del sorteo, desconocía si había sido agraciado, y reconocía que no había jugado este año en la administración de Muro del Carmen, aunque no descartaba que su padre «que tiene 91 años»,  no llevara algún billete.

«Yo, con ver a la gente sonriente y que disfrute de lo poco o lo mucho que les haya tocado, pues encantado», afirmaba el alcalde, que piensa que es bueno que «toque de esta manera, muchos pocos, 50.000 euros no te sacan de pobre, pero tapan algún agujero». 

Es «muy buena noticia para Logroño», concluía Escobar.