La sequía de la primera mitad del año, a la que siguieron después violentas tormentas de pedrisco, lluvia y viento durante el final de la primavera y el verano, que anegaron los cultivos en varios municipios de La Rioja, como en el caso de Alcanadre o Huércanos, tuvieron importantes consecuencias para las carteras de los agricultores que, en cierta medida, han logrado paliar los pagos de Agroseguro, que ha debido también rascarse el bolsillo.
Las indemnizaciones abonadas por la entidad pública batieron el año pasado su récord histórico y, a falta de datos definitivos, superarán los 30 millones de euros por los daños que sufrieron más de 27.000 hectáreas. El reparto de esta suma ha beneficiado principalmente al viñedo, al tratarse del cultivo más asegurado, y los viticultores han ingresado 13,6 millones por el pago correspondiente a la uva de vino. La segunda mayor cuantía se ha destinado a frutales, que resultaron muy afectados la pasada campaña, con 8,3 millones, una cuantía que hubiera sido aún más elevada si la entidad pública suscribiera también seguros de sequía en zonas de regadío, como en la cuenca del Iregua, que sufrió importantes perjuicios. La tercera suma más elevada será para los herbáceos -cereales, leguminosas, patata o remolacha- que se han repartido 5,5 millones.
Agroseguro confirma que 2023 será el que registre mayores indemnizaciones de la historia, superando los 7,7 millones de 2022, año muy benévolo en pedrisco y heladas, cifra muy inferior a los 20,0 millones de 2021; y los 17,4 y 18,5 millones de 2020 y 2019, respectivamente.
Suscripciones. El abono de estas indemnizaciones va en consonancia con el capital asegurado que se elevó el año pasado hasta los 290,5 millones de euros, experimentando una ligera rebaja respecto a los 292,1 millones de 2022.
«Este descenso viene marcado por los cultivos herbáceos y la sequía, porque el resto de la contratación es mayoritariamente positiva», argumenta Agroseguro.
La entidad pública detalla que, por linea de seguro, la mayor cuantía de capital asegurado corresponde a la uva de vino, hasta los 147 millones de euros y crece un 1,3% en 2023, para cubrir el 70% de la superficie.
Fueron los herbáceos, la principal producción afectada por la sequía, la segunda de mayor capital asegurado, con 36,4 millones de euros, con un importante descenso, del 19% respecto a los 45,1 millones del año anterior.
Agroseguro explica que, al igual que en el total nacional, esta bajada se debe principalmente a la escasa contratación de pólizas durante la primavera de 2023 (módulos de pedrisco y complementarios), coincidiendo con la grave sequía y la reducción de la producción esperada. «Si no fuera por esos 9 millones de euros de diferencia, la contratación total de La Rioja sería muy positiva», resalta la entidad.
Por lo que se refiere las producciones frutales el capital asegurado se sitúa en los 27,8 millones de euros, un 2% menos que en 2022, mientras que en el conjunto de las hortalizas el capital asegurado ha crecido un 1,8% hasta los 17,4 millones de euros. Los seguros pecuarios también experimentan un crecimiento (+9%), hasta los 54,5 millones de euros.
El resto del capital asegurado, hasta completar el total, corresponde a otras líneas de seguro como las producciones industriales no textiles: remolacha, 2,5 millones y una subida del €35%, olivar, igualmente con un importante aumento del 38% hasta los 2,1 millones, o cereza y forestales.
En total, la producción asegurada en 2023 se sitúa en 560.029 toneladas, un decrecimiento de un 4% debido al descenso en los cereales por la sequía. «Si se exceptúa este cultivo, señala la entidad, el crecimiento alcanza el 4%» gracias a empuje de otras líneas de seguro, como viñedo, hortalizas, seguros pecuarios, olivar o industriales.
Al igual que con la producción, la superficie asegurada total (74.974 hectáreas) decrece un 4% debido a que la mayor superficie corresponde a los herbáceos, que bajan un 8%. «Si no tuviéramos en cuenta a esta línea de seguro, el resultado sería casi un 1% superior», puntualiza Agroseguro, que pone el foco en que el viñedo «empuja» ese crecimiento, al experimentar un leve repunto de un 1%, y roza las 30.000 hectáreas.
«Sin los cultivos herbáceos, tanto la producción, superficie y capital asegurado en La Rioja crece en 2023, lo que consideramos que son datos francamente positivos», señala Agroseguro, que tiene también buenas perspectivas para el presente ejercicio.
En positivo. Las expectativas de la entidad responsable de la gestión del seguro agrario en nuestro país son positivas para este año, en función de las contrataciones ya realizadas que, en La Rioja, al igual que a nivel nacional, se han intensificado de manera importante.
Así, la contratación de los módulos de otoño en cultivos herbáceos en la región -los más completos, que incluyen cobertura frente a sequía, helada o pedrisco- crece un 10% en superficie y un 11% en producción respecto al otoño-invierno de 2022. «Creemos que más productores no han querido correr riesgos y adelantar la contratación a los módulos de aseguramiento más completos», argumenta Agroseguro, que informa de que el viñedo sigue la misma tendencia y crecen todas las magnitudes de aseguramiento (entre un 1-2%) de cara la próxima campaña.