«El cuerpo necesita al menos diez días para reequilibrarse»

El Día
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La Rioja cuenta en la actualidad con 428 fisioterapeutas, una profesión esencial, «dura físicamente» pero que, como tantas otras, padece el «intrusismo»

Izaskun Quílez atiende a una paciente. En el detalle, imagen de una máquina de ondas de choque y, a su lado, un tens. - Foto: Ingrid

Lleva 9 años en ejercicio y, desde hace nada, ha trasladado su camilla a Espacio 8 (Gran Vía, 18), clínica de salud integral que ofrece servicios de medicina general, psicología, trabajo social y fisioterapia, una de las especialidades más demandadas hasta el punto que La Rioja cuenta con 428 colegiados, siendo Izaskun Quílez (Logroño, 1993) una de ellas.

Pese a que los fisioterapeutas llevan toda la vida entre nosotros («siempre he tenido muy claro que quería dedicarme a esto, quizás porque yo mismo de pequeña iba al fisio», recuerda), en los últimos años se ha generalizado su presencia. Sus servicios resultan hoy en día imprescindibles. Problemas de espaldas que afectan a cervicales, dolores de cabeza y hernias discales son, según Izaskun Quílez, las consultas más atendidas. Le siguen los «tratamientos en el pie como puedan ser fascitis plantar o espolones calcáneos», especialidad en la que destaca Espacio 8 «porque tenemos ondas de choque». Aunque todos somos público objetivo de las clínicas de fisioterapia, el perfil tipo está formado «por mujeres de 40 a 60 años», pacientes que se someten a los cuidados de Izaskun. Las sesiones duran 50 minutos y, en caso de ser necesario una segunda, «lo conveniente es esperar doce o quince días entre sesión y sesión porque el cuerpo necesita al menos diez días para reequilibrarse». El ejercicio de la medicina es una de las profesiones más duras. A la tensión psicológica propia de las Ciencias de la Salud se suma el «esfuerzo físico» que su trabajo requiere. «Sí es un trabajo duro», informa. «Intento utilizar también las piernas porque los brazos se cargan mucho con el esfuerzo», explica.

Graduada en Tudela, sigue formándose «pues la fisioterapia es una ciencia en constante evolución».Así ha completado un máster en osteopatía, especialidad que, como la fisioterapia, «estaba llena de intrusismo». «Hay que reconocer que éste es uno de los problemas de la profesión aunque se están dando pasos para acabar con él», se despide antes de comenzar otra sesión.