La capital riojana, reconocida por sus pinchos y las copas de vino de la calle Laurel, guarda tesoros que van más allá de sus sabores. Entre ellos destaca la Concatedral de Santa María de La Redonda, un lugar de culto y lleno de cultura que no solo atrapa miradas, sino que despierta emociones y sorprende a quienes la visitan.
Desde la llegada de Víctor Manuel Jiménez como párroco, la concatedral ha experimentado un impulso renovador gracias a distintos proyectos que, aunque avanzan poco a poco, ya están transformando la experiencia de los turistas. Un ejemplo de ello fue la implementación, en el verano de 2023, de una audioguía, la impresión de la cartelera informativa, el desarrollo de la página web y la puesta en marcha de las redes sociales, una idea que tras bastante tiempo se hizo realidad.
Por ello, Jiménez explica que este proyecto de divulgación turístico cultural nació al percibir un «aumento exponencial» del turismo tras la pandemia y observar que los visitantes no solo buscan contemplar la belleza de la iglesia, sino que también requieren de una explicación que les ayude a comprender mejor su historia y su valor. «No teníamos ningún tipo de cartelera explicativa, ni guía, ni nada», asegura el párroco. Además, para acceder a la audioguía y disfrutar de la total iluminación, se solicita una contribución simbólica de 2,5 euros, un sistema que busca garantizar la iniciativa e impulsar otras ya que no cuentan con la ayuda de ninguna subvención.
«La iglesia es totalmente gratuita, pero hay un sistema de iluminación personal en el que si se quiere ver alguna obra específica con más detalle porque no tiene luz total, hay monederos en los que se aportan 50 céntimos», aclara Jiménez. Y aunque actualmente las visitas guiadas solo bajo petición, planean establecer un sistema reglado en un futuro próximo.
El párroco destaca que uno de los aspectos que más asombra a los visitantes es la armonía y la belleza del conjunto arquitectónico que se puede apreciar en una primera contemplación y porque aúna estilos de cuatro siglos diferentes. Pero sin lugar a duda, el gran tesoro del templo es el cuadro de El Calvario atribuido a Miguel Ángel Buonarroti, una obra única en España que deja a los turistas maravillados y logra transformar su percepción de Logroño y de La Rioja.
En apenas dos años, el párroco ha sido testigo del crecimiento constante ya que asegura que este verano, al menos 25.000 personas han pasado por La Redonda. El lanzamiento de la página web y la actividad en redes sociales como Instagram o Facebook han contribuido a aumentar la visibilidad del templo y fomentar la interacción.
Con todos estos cambios lo que Jiménez espera es poner en valor el arte riojano de forma pedagógica y que esté a la altura de la tradición cultural porque «este patrimonio es de la ciudad de Logroño y los primeros que tienen que conocerlo, contemplarlo y disfrutar de tanta belleza son los propios logroñeses».
Otros proyectos. La concatedral ofrece múltiples formas de descubrir su riqueza histórica y cultural. Por ello, la parroquia organiza diversas actividades que logran atrapar la atención de infinidad de personas. A lo largo de este año, la capilla de los Ángeles ha acogido dos exposiciones destacadas, la del 'Santo Entierro' y la del manto restaurado de la Virgen de la Soledad, mientras que otras de menor envergadura, como la de El legado de San Prudencio con un formato más modesto y organizada directamente por la comunidad parroquial. Y manteniendo este estilo, se espera que pronto se pueda llevar a cabo una exposición conmemorativa por el 1.100 aniversario del Monasterio de San Martín de Albelda.
Además, los conciertos de música espiritual también ocupan un lugar destacado en la programación cultural. Este espíritu se materializa en los 4 conciertos previstos próximamente, entre los que se incluyen un recital de órgano para el 18 de diciembre, el de Píccolo y Saxo que prepara la Universidad de La Rioja y el del Orfeón Logroñés y el Ensamble Vocal de La Rioja que darán dos conciertos de Navidad.
«Si tuviéramos más recursos podríamos hacer mayores cosas», reconoce el párroco, aunque destaca el creciente interés por parte del Ayuntamiento y de mecenas privados, de quienes espera una pronta definición más clara de sus aportaciones futuras.
Mientras tanto, también trabaja en la iluminación del lugar, con la instalación de tecnología led para realzar espacios clave y ofrecer una experiencia más impactante a los visitantes para consolidarla como punto de referencia en la región.
La torre norte de la concatedral será visitable en cuanto se garantice la seguridad de los turistas
Los conciertos de música espiritual, las diversas exposiciones, la audioguía y los tótems explicativos son algunas de las iniciativas que la Concatedral de Santa María de La Redonda ha puesto en marcha para despertar el interés y enriquecer la experiencia de quienes la visitan lo que refleja un constante esfuerzo por adaptarse a las demandas culturales y turísticas.
Sin embargo, entre los proyectos más esperados destaca la apertura al público de las emblemáticas torres, una petición recurrente entre los visitantes. «Estamos invirtiendo recursos propios con el fin de terminar de acondicionar la torre norte», expresa el párroco. Y aunque asegura que prácticamente ya se puede acceder, todavía falta implementar la seguridad correspondiente, haciendo referencia a barandillas, cámaras y redes de protección. Y aunque le encantaría abrirla de inmediato, reconoce que le llevará un tiempo cumplir con los requisitos necesarios, pero una vez completado el proceso, la torre norte se incluirá como una nueva parada en la audioguía.
Plan futuro. En un futuro a medio o largo plazo, el plan es más ambicioso: conectar ambas torres mediante estructuras internas que permita explorar no solo las torres gemelas, sino también la histórica casa de los campaneros. «Hay muy pocas catedrales en España que tengan dos torres gemelas, barrocas y que puedan ser ambas conectadas y visitadas», destaca Jiménez.