Los 300 aspirantes a las 14 plazas de operario municipal convocadas por el Ayuntamiento de Logroño tendrán que repetir el primero de tres exámenes de que se compone la oposición, de manera que los 98 que superaron la prueba celebrada el pasado 4 de mayo no tienen garantizado el aprobado logrado. La razón es el cumplimiento de la sentencia del juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1, que declaró nulo el tribunal calificador al no cumplirse en su composición la paridad entre sexos. «Evidentemente, este Ayuntamiento está obligado a cumplir y a ejecutar esa sentencia judicial en sus términos exactos», asegura la concejala responsable del Área de Gobernanza, Igualdad y Portavocía, Celia Sanz.
Aunque habría plazo hasta el 25 de junio para presentar un recurso contra la sentencia, el equipo municipal de Gobierno ha decidido no recurrir «para no causar un mayor perjuicio a las 98 personas que resultaron aprobadas en la primera convocatoria». El siguiente paso será esperar a que la sentencia adquiera firmeza y en ese momento se convocará de nuevo el examen.
Aunque la sentencia basa su decisión de retrotraer las actuaciones al comienzo de la oposición porque el tribunal calificador no cumplía la Ley de Igualdad en cuando a composición paritaria, la concejala asegura que el Ayuntamiento lo conformó de acuerdo a la ley, acogiéndose a una excepcionalidad que permite dar preferencia al perfil de profesionalidad más que al reparto entre hombres y mujeres.
En este caso, como en otras ocasiones, según detalla Celia Sanz, se hizo de de esta manera, ante las dificultades para constituir un tribunal paritario en la oposición de operario, dado que es una profesional que tradicionalmente está copada por hombres. El Consistorio contestó con estos argumentos jurídicos al recurso que presentó CSIF por la inaplicación de la Ley de Igualdad en el tribunal calificador, pero la sentencia judicial dio la razón al sindicato y anuló el tribunal.
Celia Sanz destaca que CSIF no pidió la suspensión cautelar del procedimiento, tras presentar el recurso, con lo cual el examen no solo no se suspendió, sino que siguió adelante, con lo cual hay ahora 98 opositores que tendrán que someterse de nuevo a una prueba que habían superado. «La parte recurrente, es decir CSIF, no valoró las consecuencias que esto iba a tener», apostilla Celia Sanz.
Una prueba sujeta a posibles recursos de los aspirantes
Para cumplir ahora la sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número uno, el Ayuntamiento de Logroño deberá constituir un nuevo tribunal calificador, ajustado a la Ley de Igualdad, es decir que respete la paridad entre hombres y mujeres. De igual manera, tendrá que repetir el primer examen realizado el 4 de mayo, dado que se calificó con un tribunal que ha sido anulado por los tribunales. La oposición se compone de otros dos exámenes más, el último de ellos de tipo práctico. «Nosotros, como Ayuntamiento, intentamos por todas las vías evitar que hubiera que realizar de nuevo ese primer ejercicio, pero conforme a la literalidad del fallo judicial no se puede, porque las personas que no lo aprobaron podrían solicitar la ejecución literal de esa sentencia». La concejala es consciente de que, de la misma manera, las 98 personas que aprobaron el examen y que ahora tendrán que repetirlo tienen la posibilidad de ejercer acciones judiciales si así lo estiman oportuno.