Al volante de su futuro

Gonzalo Ortega
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El logroñés Álex Santamaría acumula éxitos por toda la esfera terrestre, aunque tiene un sueño por cumplir: Los Ángeles 2028

El Polideportivo del CEIP González Gallarza, centro de entrenamiento para Álex. - Foto: Óscar Solorzano.

El 19 de agosto de 2016, Carolina Marín se echó al suelo del Pabellón 4, conocido como Riogrande, y rompió a llorar. Eran las lágrimas de una mujer que se había coronado sobre el resto como campeona olímpica. Pero ese año, fruto del destino, Álex Santamaría (Logroño, 2008), también comenzó en el mundo del bádminton. No por obligación, no por cercanía, no por herencia. «Porque parecía guay». Previamente había probado la natación, «pero odiaba ir a natación porque no me gustaba y me tenían que pinchar cada medio año». Quiso probar el tenis, «pero era demasiado rápido». Y así fue como acabó en el deporte de las raquetas y los volantes un joven riojano que a día de hoy viaja alrededor del globo «a Tailandia, Japón, Dubai, Emiratos Árabes o Rotterdam». «Ah y Cartagena», recuerda de repente la ciudad donde hace un par de semanas se colgó la plata en individual y el bronce en dobles. Esos logros le han llevado a ser noveno de Europa, pero detrás de todo ello, a disfrutar del deporte y la vida como nunca antes lo había hecho.

Alex Santamaría nació con una deuda de oxígeno y tiene hemiparesia con hipertensión en todos los músculos. Ello hace que esté afectado en toda la mitad derecha de su cuerpo, con notoriedad en las extremidades: el brazo, la mano, la pierna y el pie.

Dentro del parabádminton, está clasificado como SL3, una dispacidad de todos aquellos que tienen una limitación funcional en las extremidades inferiores como rigidez, falta de musculatura, diferencia de longitud de los miembros inferiores o distinta masa muscular. «Tiene limitación para jugar, se desplaza mal, tanto con pies como como golpeando, debido a la rigidez en su pie y su mano derecha», explica Nieves de la Fuente, su entrenadora.

Álex Santamaría, en uno de sus ejercicios durante el entrenamiento.Álex Santamaría, en uno de sus ejercicios durante el entrenamiento. - Foto: Óscar Solorzano

De la Fuente detalla que cuando Santamaría llegó al Club de Bádminton de Lardero, empezó a entrenar con más continuidad porque tenía «un filón muy positivo, un jugador que estaba muy motivado y que iba a hacer de él un campeón como lo es actualmente, compitiendo por todo el mundo». «Comenzó jugando bádminton convencional, pero luego se especialó en parabádminton. Internacionalmente la gente juega muchísimo y ahí esta él, compitiendo de tú a tú entre todos ellos», subraya.

Santamaría, que entrena lunes, miércoles y jueves en  Lardero y los viernes en Vitoria con la seleccionadora nacional, recalca que en el club «hay muy buena sintonía». «Nunca me he sentido, ni me han hecho sentir excluido del grupo. Al contrario: he hecho grandes amigos aquí», destaca. En esos entrenamientos con Nieves «muy exigentes pero fructíferos», sabe que donde más sufre es «cuando tengo que moverme, porque de movimiento lateral voy bastante mal».

«Lo que más me gusta es jugar dobles. Vale, sí, tengo una discapacidad, pero sigo siendo alto y en dobles, atrás, soy una bestia rematando. Prefiero el dobles al individual porque soy muy útil en todas las partes», explica con mucho sentido del humor y sinceridad el único jugador de parabádminton de La Rioja.

Nieves de la Fuente, Álex Santamaría y Julio Núñez.Nieves de la Fuente, Álex Santamaría y Julio Núñez. - Foto: Óscar Solorzano.

SUEÑO OLÍMPICO. Todos estos éxitos, que espera seguir sumando en el Campeonato de España de Edad Escolar convencional e inclusivo de este próximo fin de semana, tienen un objetivo final. Los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. «Yo lo voy a intentar. Es complicado pero estamos haciendo un buen trabajo y a ver si en Los Ángeles estamos la mayor cantidad de españoles posibles y ojalá este yo entre ellos».
Quién está seguro de ello es Julio Núñez, responsable del club y presidente de la Federación Riojana de Bádminton. «Si sigue con esta progresión, estoy convencido de que sí. Llevar a Álex a unos Juegos Olímpicos sería lo más espectacular que me podría pasar».

Núñez recuerda que cuando llegó a La Rioja en el 2002 «no había nada, no existía el bádminton». «Hablé con la anterior presidenta de la federación, le cogí el relevo y en estos más de 20 años hemos tratado de crecer y mejorar todo lo posible. Pasamos de no tener nada, ni pistas pintadas ni nada por el estilo a tener todo lo que nos rodea». Y lo que «nos rodea» es el polideportivo el CEIP González Gallarza de Lardero, dedicado al bádminton tres días a la semana, de 18h de la tarde que empiezan los pequeños hasta las 21.30h «que vienen a pegar cuatro raquetazos y se lo pasan bien» y a la formación de una estrella riojana que apunta muy alto, al volante de su futuro.

20 AÑOS AL FRENTE. Por todos es sabido que un año olímpico tiene muchas particularidades. Y en las federaciones, año olímpico es sinónimo de elecciones. Julio Núñez asumió la presidencia de la Federación Riojana de Bádminton «allá por el 2002 o 2003». «Cuando llegamos a vivir a Lardero, llevábamos un club en Miranda de Ebro (de donde él procede), pero aquí no había nada, no existía el bádminton».

Este año no sabe si volverá a serlo, pero si no sale ninguna candidatura, se volvería hacer cargo de la entidad y apostar por los proyectos que tiene pensados, como «un Campeonato de España de Selecciones Autonómicas para niños y niñas en Edad Escolar y otro en categoría senior».