Resistir al paso del tiempo es, quizá, el más duro de los retos. Lo es especialmente ahora, cuando la sociedad atraviesa una época de incesante movimiento, cambio, y acelerada evolución. Pero si algo se ha mantenido constante en medio de este imparable huracán de nuevas demandas y tendencias, es la música.
Es a finales del siglo XIX y principios del XX cuando en España aflora una tendencia imparable en el surgimiento de bandas musicales. Aun así, en nuestro país siempre ha existido una fuerte tradición bandística a nivel militar y civil, con una gran cantidad de agrupaciones musicales repartidas por los diferentes territorios del país. Es de esta tradición precisamente de la que nace la Banda de Música de Logroño, una formación musical que surge de la fusión de una antigua banda militar logroñesa con otra antigua banda consistorial.
Esta unión se remonta a hace ya casi un siglo, y aunque los tiempos han cambiado, y con ellos los estilos musicales, la Banda de Música de Logroño resiste a las dificultades y retos que con ellos vienen hasta la actualidad.
Su actual director, Jose Ángel Cabezón, es testigo de ello. Son ya cuatro los años que han pasado desde que en 2019, a punto de dar comienzo una de las mayores crisis sanitarias de los tiempos actuales, Jose Ángel se convierte en el director de la banda logroñesa tras más de 30 años tocando en ella como clarinetista. Con inmenso cariño rememora el actual director esos años como músico en la banda. Sin embargo, sus inicios como líder musical no gozaron de tiempos tan amenos, concidiendo inevitablemente con la eclosión de la pandemia del Coronavirus que paralizó al mundo entero. Aún así, la música no paró de sonar en la banda, "tuvimos que adaptarnos, no podíamos tocar en espacios cerrados pero lo hicimos en el exterior, en diferentes partes de la ciudad".
No es este el único cambio que han experimentado a lo largo de los años, y es que, tal y como cuenta Jose Ángel, el estilo de la banda está también muy condicionado por aquel que la dirije. Y en lo que al público respecta, como todo, va por rachas, "hay veces que la banda tiene más tirón y otras que, si coincide con otras cosas, pierde ese público". Actualmente, la respuesta de la audiencia es positiva, y como él mismo dice, un poco entre risas y recordando tiempos peores, "no nos podemos quejar".
Banda sonora centenaria
Aunque a sus espaldas llevan largos años e incluso siglos de vida e innumerables experiencias, tiempos y momentos, a día de hoy en La Rioja siguen existiendo más de una decena de bandas musicales.
Así lo puede confirmar también la banda municipal de música de Calahorra, que forma parte de esa ya larga historia de bandas musicales de nuestro país, y es que esta agrupación riojana de música supera ya el centenar y medio de vida. Una banda tradicional, pero que resiste y se adapta a los tiempos y, además, lo hace con éxito, "Tenemos la suerte de que en cada concierto colagamos el cartel de "entradas agotadas"" cuenta con orgullo Eduardo Peña Hernández. Llegó a la banda hace ya 25 años para sustituir al Maestro Arroyo, antiguo director de la banda, aunque no su único antecesor, y es que a lo largo de su ya larga vida esta banda municipal calagurritana ha contado con numerosos directores y músicos.
¿La clave de la supervivencia?
"Depende del repertorio y lo que hagas" señala el director de la banda. Adaptarse a los nuevos públicos es actualmente un imperativo para asegurar el éxito, y es la fórmula que funciona para la banda calagurritana. Mientras antes en el repertorio primaban transcripciones de orquestas y conciertos al aire libre, ahora toca cambiar de aires. "Nos centramos más en tocar obras originales, nuevas composiciones de compositores actuales españoles, europeos, estadounidenses... Principalmente bandas sinfónicas con composiciones actuales e internacionales". En su repertorio tampoco faltan sonidos más modernos, mediante conciertos con grupos de rock, música americana y jazz, "cualquier tipo de repertorio" señala.
En la actualidad, la formación musical se nutre de una cantera de músicos formada en la Escuela Municipal de Música, en la que la formación instrumental representa la actividad central y fundamental de la escuela. Esta escuela cuenta con cerca de 300 alumnos en diferentes disciplinas artísticas como teatro musical, ballet, y diferentes danzas, con los que crean proyectos conjuntos.