Los servicios jurídicos de la Comunidad autónoma esperan el documento del Registro Civil para dar validez a las pruebas físicas de las oposiciones para la provisión de agentes en los Cuerpos de Policía Local de La Rioja de un hombre que se declaró mujer, tal y como consta en su Documento Nacional de Identidad (DNI) con anterioridad al inicio de las citadas pruebas. D.B.O. mantiene su nombre de varón, conserva su aspecto físico de hombre, pero se siente mujer. El Tribunal de Valoración de las oposiciones ha comprobado que en su DNI, D.B.O. es mujer, pero precisan del aval del Registro Civil para dar validez a las pruebas físicas que exigen las oposiciones y que condicionan unos criterios inferiores para el sexo femenino que para el masculino.
Ahora bien, nadie aventura que la ya opositora haya dado el paso de convertirse oficialmente en mujer con el objetivo de habilitarse un acceso más asequible a las plazas convocadas de policía local. Tampoco se valora si realmente se siente fémina O NO. El Tribunal tan solo precisa su acreditación oficial expedida por el Registro Civil (que a fecha de ayer no había sido entregado en la Comunidad autónoma) de haber dejado de ser hombre para convertirse en mujer.
D.B.O. ha corrido una suerte desigual en el desarrollo de las pruebas físicas que marcan las oposiciones. Superó la prueba de natación, consistente en recorrer en estilo libre 50 metros desde una posición inicial de pie en el borde de la piscina. El tiempo máximo permitido para los hombres es de 44 segundos y de 50 segundos para las mujeres. Fue sobrada tanto en la marca exigida por ellos como para ellas.
Sin embargo, en las otras tres pruebas físicas tan solo superó los registros marcados por las pruebas selectivas para las mujeres. Es decir, la prueba de agilidad marca partir de una posición inicial de salida de pie para realizar un recorrido con banderines y vallas cuyo gráfico queda recogido en las bases generales de la convocatoria a la oposición de policías locales. La potencial agente en cuestión rebajó el tiempo máximo de 11,20 segundos marcado para las mujeres, pero no los 9,70 segundos reflejado para los hombres.
La carrera de resistencia exige a candidatos y candidatas recorrer una distancia de mil metros. En este caso, el tiempo máximo para ellos es de 3 minutos 30 segundos y 4 minutos con 15 segundos para ellas. De nuevo cumplió la opositora D.B.O. con las exigencias físicas que recogen las bases en el caso de ellos, pero no pudo con la marca exigida para ellos.
Y por último, en la denominada prueba de fuerza explosiva de tren superior, dicho de otra forma, de lanzamiento de vulgar, tan solo superó las exigencias de las mujeres. Las bases reguladoras establecen un balón medicinal de 5 kilogramos para ellos y de 3 kilogramos para ellas. Además, los hombres deben alcanzar una distancia mínima de 6,35 metros, mientras que las mujeres deben llegar a un mínimo de 5,75 kilogramos.
Con todo, D.B.O. logró salir victoriosa de todas las exigencias recogidas descritas para mujeres en la convocatoria de oposiciones, pero tan solo superó una en las exigencias físicas marcadas para los hombres. Dicho de otra forma, estaría suspendido si no se presenta la acreditación del Registro Civil en los servicios jurídicos de la Comunidad autónoma y, aprobada (en lo que la parte física se refiere) si finalmente entrega el citado documento oficial a pesar de que en su DNI conste como mujer.
«Lesbianas por dentro». La situación recupera la firma política que dejó la denostada y ya exministra Irene Montero, propulsora de la conocida como Ley Trans aprobada hace exactamente un año (marzo de 2023) y que desde entonces ha dejado un rastro de casos aislados que han puesto sobre la mesa que aprovecharse de la citada legislación para ocupar puestos más accesibles reservados a las mujeres no es tan complicado. Sin ningún tipo de alusión al caso que estudian estos días los servicios jurídicos de la Comunidad relativo a la potencial agente de Policía Local D.B.O., colectivos feministas han lanzado feroces críticas con la diana fijada en la exministra de Igualdad a tenor del asunto conocido recientemente en la ciudad autónoma de Ceuta y la cabo del Roberto del ejército español.
La deriva de la Ley Trans ha dejado entre Ceuta y Melilla 38 casos de hombres que han declarado oficialmente sentirse mujeres. Eso sí, todos ellos mantienen su nombre de varón, sus genitales masculinos y su estado civil. Incluso alguno de los militares y policías de las ciudades autónomas han declarado sentirse «lesbianas por dentro».
De hecho, declararse registralmente mujer permite acceder a una serie de prebendas laborales como un salario mayor en el caso de tener, previamente, un hijo, y en el caso de la cabo Roberto, integrante del Ejército, incluso podrá dejarse el pelo largo o llevar pendientes.
La hipotética obra para adaptar un vestuario para la potencial agente
Si la opositora D.B.O. entrega finalmente la acreditación registral sobre su condición de mujer y si finalmente obtiene una plaza de policía Local en La Rioja puede darse una situación que obligaría a acometer obras. Ninguna comisaría de Policía Local de La Rioja, ni en Logroño ni en las cabeceras de comarca, disponen de más vestuarios que los habituales de hombres y mujeres. Se puede dar el caso que ella misma no quiera compartir vestuario con sus compañeros y que sus compañeras se sientan violentadas por la presencia de una mujer con física masculino. Todo ello obligaría a a adaptar un espacio destinado, en el caso de cumplir los requisitos demandados, para la agente D.B.O.