Con chubascos que pueden ir acompañados de tormenta en la Ibérica occidental, vientos del noroeste o norte y temperaturas en descenso se presenta el primer miércoles de septiembre, que ha arrancado con una meteorología que presagia el otoño. Con precipitaciones que, en los tres primeros días de mes, han alcanzado 43 litros por metro cuadrado en la estación de la comunidad autónoma de Nájera, 28,8 en Arnedillo, 28,1 en Torrecilla o 19,8 en la de Calahorra, las lluvias, que han llegado ausentes de granizo, no ayudan, de momento, a llenar pantanos, pero han propiciado una mejoría en el conjunto del campo riojano, un beneficio que ha repercutido de manera sustancial en la viña.
Con la vendimia recién iniciada, y confinada casi exclusivamente en Rioja Baja y en las variedades blancas, las bondades para la uva son evidentes. Así lo entiende Eduardo Pérez, presidente de ARAG-Asaja, que destaca, dos aspectos cruciales, la ausencia de piedra, que podría haber dañado de manera sustancial a la uva, y una agua recibida con alborozo. «La lluvia en estas fechas es bienvenida», asegura el responsable de la asociación agraria, que inicie en que su beneficio es aún mayor debido a las condiciones climáticas del verano, con escasas precipitaciones y temperaturas elevadas. Argumenta que ayuda a «respirar» a la planta y a la maduración de la uva para una campaña que se acaba de estrenar, aunque señala, eso sí, que entorpecen el desarrollo de una vendimia que se enfoca en las variedades tempranas. No obstante, este positivo escenario puede presentar un envés, la caída de abundantes precipitaciones en un corto espacio, -más de 40 litros en una hora- podría desembocar en daños en los caminos y las propias viñas al arrastrar aguas torrenciales.
Reflexiones similares ofrece Néstor Alcolea, secretario general de UPA, que dirige la atención al viento, que señala que debe ser cierzo -del noroeste-, para garantizar el buen estado sanitario de la uva. «Lo que complica la situación es el bochorno, que propicia un grado más elevado de pudrición», señala Alcolea, que, no obstante, afirma que un retraso de la maduración inspira mayor confianza en una evolución sanitaria adecuada. del fruto.
La vendimia. El presidente de ARAG-Asaja espera que las vendimia se extienda en Rioja Baja a mediados de mes y se generalice en el conjunto de la Denominación a finales de septiembre o primeros de octubre, lo que situaría el apogeo de la cosecha en las fechas históricamente tradicionales, alrededor del Pilar. «Volveremos a las fechas normales de recolección», apunta Pérez, que confirma los primeros augurios de la evolución de la campaña, de cantidad limitada, pero de excelente calidad.
El representante de la Unión de Pequeños Agricultores señala, igualmente, que faltan varias semanas para que se generalice la vendimia, que marcha más retrasada que en pasadas temporadas, lo que es beneficioso para el estado sanitario de la uva. Limita el brote de enfermedades porque cuanto menos azúcar tiene el grano, más difícil es que prolifere la botritis, actualmente la principal preocupación de los viticultores, aunque este año se ha mantenido -en general- ajena a las viñas riojanas.
Argumenta que la campaña ha transcurrido, igualmente, sin grandes complicaciones en cuanto a la ceniza o la polilla, lo que invita a la «tranquilidad». Con la vendimia de blancas en Rioja Baja, sus estimaciones de extensión de las labores se sitúan, igualmente, a cierre de mes. «Se trata de una vendimia más compensada, con menor carga que otros años, y unas lluvias que van a ayudar a que la planta se mantenga fresca y con buen estado vegetativo», analiza el técnico de la organización agraria, que recuerda que las noches son más largas y frescas, con unas lluvias que favorecen una buena maduración.
Es, además, un agua que ayuda a otros cultivos y prepara la tierra para una prometedora siembra de cara a la próxima temporada.
El tiempo para mañana se espera similar, tormentas, precipitaciones, temperaturas bajas, y cierzo, una climatología que mejorará el fin de semana, con temperaturas más elevadas.
Boletín. El tercer boletín de maduración emitido por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja para la campaña 2024 sigue haciendo referencia exclusivamente a la zona de Rioja oriental, la única que presenta parámetros significativos de vendimia, y donde constata que las condiciones sanitarias y vegetativas continúan siendo muy buenas.
Con los análisis realizados el pasado 2 de septiembre, el informe destaca la evolución ralentizada de los parámetros de maduración, condicionados por la inestabilidad meteorológica de la semana, e inicie en los significativos episodios de precipitación que se concentraron los últimos días. Con ello, el retraso madurativo se cifra en torno a doce días comparado con la campaña anterior.
Además, los servicios técnicos del Consejo Regulador extraen otras conclusiones, como el ligero incremento del peso de la baya y una bajada de la acidez como resultado del efecto de las precipitaciones en la uva por lo que el informe recomienda vigilar su evolución.