Después de 24 jornadas desde que arrancase la temporada en Segunda Federación el primer fin de semana de septiembre, los senderos de cada uno de los equipos riojanos que militan en la categoría parecen haberse enrasado y tomado, a su vez, una dirección en la que comienza a verse con relativa nitidez, la meta final.
Sumidos ya en el tercio final de competición y a falta de diez compromisos por disputarse, la Unión Deportiva Logroñés es el mejor situado, por encima de Calahorra y Náxara. El elevado presupuesto blanquirrojo, con Carlos Lasheras al mando en la dirección deportiva y Diego Martínez como capitán del barco, se marcó como objetivo del ascenso desde el comienzo.
Tras un inicio titubeante con una sola victoria (y cinco empates) en las seis primeras jornadas, el conjunto blanquirrojo ha ido poco a poco asentándose en la zona alta de la clasificación. No sin sobresaltos, como las derrotas (únicas dos de la temporada) ante Real Sociedad C y Alavés B, ambas a domicilio, siendo esta la principal misión a mejorar en estos últimos diez partidos, los partidos lejos de Las Gaunas, dado que, como locales, ha demostrado ser un equipo fiable y de muchas prestaciones. Nueve victorias, tres empates. 30 puntos de 36 posibles. Y sin derrotas, lo que le acreditan como el segundo mejor local del grupo, por detrás de Bilbao Athletic, que ha logrado un punto más en sus doce citas en Lezama.
La UD Logroñés lucha por una mejor posición de cara a los playoff. - Foto: Óscar SolorzanoAhora mismo los blanquirrojos, favorecidos por la última jornada, son terceros con 48 puntos. Lo que en un principio parecía un tropiezo contra la Mutilvera, acabó transformándose en una victoria en el último minuto que, a la postre, tuvo doble valor y beneficio dados los resultados de sus rivales directos en esa lucha por los puestos de playoff.
Seis puntos separan a los de Diego Martínez de quedarse fuera de esas posiciones que dan derecho a luchar por el ascenso, con, además, el goalaverage directo ganado al Deportivo Aragón y virtualmente superado también al Utebo (3-0 en Las Gaunas y jugarán en la última jornada en Santa Ana).Por encima, Bilbao Athletic y Barakaldo. Ante un filial bilbaíno que ha imprimido un ritmo maratoniano sobrepasa por nueve puntos a los logroñeses, el principal escollo de estos se ha convertido en el Barakaldo. El conjunto fabril, segundo está tres puntos por encima y, tras San Juan y Getxo, será el próximo rival blanquirrojo en Las Gaunas, en toda una final por esa segunda posición, objetivo blanquirrojo de aquí a final de temporada y tener, de esa manera, un rival más asequible en unos hipotéticos playoff.
uno de cada. Pero si la UDLcopa la zona alta de la tabla, los otros dos equipos riojanos, Calahorra y Náxara se ubican en zonas diferentes y luchan por objetivos distintos.
El Calahorra es décimo y se encuentra en mitad de tabla con 31 puntos, al igual que Tudelano y Gernika. Tras rozar los puestos de descenso en una muy irregular primera vuelta, un espléndido inicio de 2024, año en el que todavía no conoce la derrota, permite al bloque de Carlos Pouso haberse asentado en esa zona mansa de la clasificación, dejando de lado el pavor que suscitan los cajones rojos. El objetivo, en estos diez compromisos restantes, no es otro que el de la novena posición.
Terminar la temporada en novena posición, teniendo en cuenta los equipos que encuentran en los puestos superiores, permitiría a los rojillos acceder la próxima campaña a Copa del Rey. Los cinco primeros del Grupo II tendrán derecho a participar en el torneo del K.O. y, con los filiales fuera de esta lista, Barakaldo, UDLy Utebo estarán dentro salvo debacle, por lo que el objetivo es quedar lo más arriba posible en esa «segunda liga», para que, dentro de las dos plazas que sobren, una sea propiedad del club calagurritano.
Y para el Náxara el objetivo no es otro que el de salir, desesperadamente y milagro mediante, de esa última posición que ocupa desde las primeras jornadas de competición ininterrumpidamente. El mal inicio del cuadro de Josean García, con solo dos puntos en las primeras once jornadas, hipotecó por completo el regreso del club najerino a Segunda RFEF, que se abonó al farolillo rojo y, junto a las lesiones y algo de mala fortuna a lo largo de varios partidos que se han escapado en los últimos minutos, no le han permitido abandonarlo ni una semana.
El club de La Salera, con 12 puntos, tiene a 11 el playout que marca el Arenas Club, en decimotercera posición, y solo una triunfal racha en esta última recta de campeonato les permitiría mantener la categoría.