Eel factor humano está detrás del 80% de los casos de accidentes laborales, debido a, o bien la falta de experiencia y formación, o bien al exceso de confianza. Eso sí, siempre teniendo en cuenta que el empresario haya dotado al trabajador de los medios de protección colectivos e individuales suficientes, aunque un activo siempre tiene que tener en cuenta que está en juego su vida». Así lo entiende Pilar Simón, subdirectora general de Diálogo social y relaciones laborales, que considera que el importante aumento de la apertura de expedientes sancionadores por irregularidades en el ámbito laboral obedece a varios factores, como el incremento de la acción inspectora y la prevención, que se desarrolla a través de cursos y jornadas. Afirma que el trabajo que desempeña su departamento, en colaboración con la Inspección, tiene sus frutos. «Hemos abierto el abanico e intentamos llegar a todas las empresas y vigilar que cumplan la ley», informa sobre una tarea que trae como consecuencia la detección de mayor número de deficiencias. Añade que el aumento de la cuantía obedece a un cambio de la normativa, de tal manera que actuaciones que antes no lo eran han pasado a ser punibles, aunque «lo importante es que esas empresas corrijan la deficiencia», un objetivo que se comprueba en siguientes inspecciones.
La subdirectora de Relaciones laborales pone también el acento en las labores de concienciación a los empresarios y en llamar la atención sobre aspectos, como le registro horario o de jornada, al que no le dan mayor importancia, pero que acarrea sanción económica si no pueden entregárselo a la Inspección si así lo requiere.
«Con ello hemos logrado la regularización de muchos trabajadores que no estaban legalmente contratados, o que siendo discontinuos se han transformado en fijos», informa Simón, que destaca que no todas las deficiencias detectadas llevan aparejadas accidentes de trabajo o faltas que pongan en peligro la vida de los trabajadores. Respecto a los sectores afectados, constata la importancia del sector agroalimentario, servicios y construcción, que se ve penalizado por la amplitud de gremios a los que ampara.
Señala que el empresario tiene que ser consciente de sus obligaciones, y las mutuas o asesores deben informarle al respecto, una tarea de la que también se encarga el Servicio de Salud Laboral. Al respecto, en una primera inspección «detectan las deficiencias y se les requiere para que las subsanen», informa la subdirectora de Diálogo Social, que afirma que uno de sus objetivos es la mejora de las condiciones laborales.
Simón, que explica que quien abre los expedientes es Inspección de Trabajo, aunque la sanción corresponde a Salud Laboral, apunta que las deficiencias que se detectan se corrigen;de hecho, añade que todas los partes de requerimiento dirigidos a empresas el año pasado subsanaron las faltas.