Hace poco más de un año, el 8 de enero de 2024, la Policía Nacional, dentro de una operación que denominó Matsu, detenía a cuatro personas como presuntos responsables de varios delitos vinculados con la comercialización irregular de conservas de atún desde una empresa con sede en La Rioja Baja.
La investigación se había desarrollado, además de en Italia -colaboraron a colaborado Europol y el Arma de Carabinieri italiana-, en las localidades de Alfaro y Cervera, donde tenía presencia la conservera Plaza Chica. La presunta actuación delictiva de algunos de los responsables de la firma conllevó el cierre de la compañía y el ingreso las listas del paro de sus 115 trabajadores. No tardó mucho -en marzo- en abrir la fábrica de mayor tamaño y volumen de producción, la de Alfaro, un destino que no compartió la de Cervera, que cerró sus puertas definitivamente en junio.
Seis meses después, la moneda ha mostrado su otra faz, y el 10 de enero se hizo firme el auto del juez de lo mercantil que valida la adquisición de la planta de Cervera a una de las firmas que aspiraba a reiniciar el trabajo en sus instalaciones. Se trata de la firma de origen gallego Cerdimar, que ya posee la factoría de Alfaro. Así se lo han confirmado fuentes municipales a los representantes de los trabajadores, según ha confirmado el secretario general de la Federación de industria, construcción y agro (FICA) de UGT.
Cerdimar, que fue adquirida por una firma valenciana en 2023, se espera que comience a operar en primavera, aunque UGTdesconoce aún cuántos de los 47 efectivos que trabajaban en la empresa en el momento del cierre se incorporarán. «Tenemos la suerte de que es la misma empresa y estamos a la expectativa de que la compra se haga oficial», señala Alfaro, que confía en la reincorporación de un nutrido número de trabajadores.
El responsable de FICA, que espera entablar conversaciones con la dirección de la empresa, desconoce aún los términos en los que se desarrollará la actividad en Cervera, si se establecerá como un apéndice de la de Alfaro o gozará de cierta autonomía Resalta la importancia que la planta supone no solo para Cervera sino también para una zona, «es lo que hemos defendido siempre desde UGT, que en la comarca se mantuvieran esos 48 0 50 puestos de trabajo, muy importantes para aquella zona», reitera el sindicalista.
Las instalaciones de Plaza Chica en dicha localidad son propiedad del Ayuntamiento y de la Fundación Felipe Ochoa, que tenía alquiladas sus instalaciones a los anteriores propietarios. «Entiendo que el juez de lo mercantil ha autorizado la venta de la maquinaria y de la materia prima», apunta Alfaro, que muestra sus satisfacción por la operación.
En Alfaro. Cerdimar reabrió a principios del pasado mes de marzo la planta de Alfaro de Plaza Chica, que se mantiene funcionado sin ningún problema.
Así lo confirma Carlos Alfaro, secretario general de la Federación de Industria de UGT, que recuerda que en el arranque de la nueva compañía se produjeron roces por la presencia de alguno de los anteriores responsables, lo que generó malestar y roces con los trabajadores.
Los nuevos propietarios tomaron en consideración las protestas de la plantilla «y hemos conseguido estabilizar, seguir trabajando y tener buen ambiente en la empresa», señala Alfaro, que insiste en que desde junio, «aunque cada uno defiende lo suyo», las cosas marchan con fluidez. En la fábrica de Alfaro, estima el representante sindical, hay alrededor de unos 70 empleados, e incorporó algunos efectivos que trabajaban en las instalaciones de Cervera.
Plaza Chica elabora conservas de bonito del norte, atún claro y ventresca, además de preparados para tortilla de patatas.