El triunfo del Grafometal Sporting La Rioja este pasado sábado en  Villaba frente al Beti Onak puede valer su peso en oro, aunque solo el timepo lo dirá. Las chicas de Juanjo González han demostrado haberse adaptado con maestría a una categoría que no querían perder. La de este fin de semana fue la enésima demostración de que saben la magnitud del reto al que se enfrentan y lo que cuesta una permanencia en la máxima categoría del balonmano femenino nacional.

No obstante, enero está marcado por su irregularidad en el calendario. El equipo de la capital riojana fue el único que no descanso después del día de Navidad, jugando el 28 de diciembre en Granollers y sufriendo una abultada derrota por 32-21. Sin embargo, su regreso a la competición dos semanas después fue cuajando uno de los partidos más completos de la temporada y derrotando a un rival de la zona noble de la clasificación, cuarto hasta este fin de semana. Ahora, el equipo amarillo vuelve a parar diez días para regresa el próximo miércoles en el Palacio (20h) contra el Bera Bera, tercer clasificado de la Liga Guerreras.

No se volverá a detener, porque será lo que marque el comienzo de odisea de cuatro duelos en once días. Tres de ellos, eso sí, sin moverse de Logroño. Esa misma semana, el sábado 25 a las 19h volverá al parqué del Palacio para enfrentar al Aula Valladolid, uno de esos rivales 'directos' en la pelea por los playoff que acecha el Grafometal, aunque sin ser este el objetivo en el comienzo de la campaña. De nuevo, habrá jornada intersemanal, esta vez de Copa de la Reina, recibiendo en el polideportivo de la capital riojana al rival de este anterior fin de semana: el Beti Onak.

Por último, comenzará febrero con el desplazamineto el primer día del mes hasta Elche, otro de esos contricantes directos en la zona media, hasta por fin recuperar la regularidad en el calendario y las jornadas en fin de semana.