"Tengo un proyecto más meditado que antes"

David Hernando Rioja
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La actual presidenta en funciones y aspirante al cargo, Raquel Velilla, ha aclarado los problemas que se produjeron en la anterior legislatura y asegura que su objetivo es «lograr el bienestar de todos los profesionales de enfermería»

La aspirante y presidenta en funciones, Raquel Velilla, posa antes de la entrevista - Foto: Carlos Caperos

El Colegio de Enfermería vuelve a las urnas después de algo más de un año debido a que los miembros de la anterior junta directiva, a excepción de la actual candidata y presidenta en aquel momento, Raquel Velilla, abandonaran el proyecto elegido.

Una situación que ha motivado que el próximo 9 de febrero vuelvan a votar los 2.140 colegiados para elegir entre Raquel Velilla y la aspirante Alicia Ibáñez.

La actual presidenta en funciones, Raquel Velilla, explica que quiere volver a presentarse porque «era mi responsabilidad, por amor a mi profesión y por responder ante las personas que creyeron en mí en un primer momento». «Todo lo que hago es para dar voz y mejorar la enfermería», asegura.

La enfermería, reconoce, le ha dado más problemas que alegrías en muchas ocasiones, pero «cuando estoy mal voy al hospital y hablo con los pacientes, lo que me hace mejorar y tener energía». «Lo que he hecho y dicho nunca ha sido para conseguir algo personal y ha sido sin hacer daño a nadie. Mi objetivo era lograr el bienestar de toda la enfermería».

Desde que la junta directiva anterior que presidía esta enfermera de 27 años de profesión se separó, ha habido muchas especulaciones pero Velilla ha querido aclarar lo sucedido. «Fue un grupo que se hizo por una persona en particular y en el que nadie decidió conjuntamente quien iba a formar parte de él. Pudo haber salido bien o mal, como en cualquier relación personal», reconoce.

El grupo, cuenta, se disolvió por tener diferentes criterios, no se conocían demasiado y porque «cada persona lleva su ritmo». «Estoy 100% segura que todas las que estábamos en el proyecto anterior amamos la enfermería y queremos mejorarla, lo que no significa que no hayamos luchado por ello sino que a veces los proyectos no funcionan», apunta.

La decisión de quedarse en el Colegio de Enfermería y volver a presentarse estuvo muy pensada, ya que «me iba a acarrear problemas porque lo fácil hubiera sido irme también». «Eso conlleva  a que la gente especule sobre como soy y lo que he hecho para quedarme sola», lamenta.

Velilla subraya que este nuevo proyecto ha sido más meditado y le acompañan personas «más afines a mis ideas y de muchos sectores de la enfermería». Está compuesto por una enfermera escolar, una enfermera que trabaja en el 061, otra del ámbito de la salud mental, otra que trabaja en consultas, otra de hospitalización y otra que está jubilada porque «nos pueden enseñar y decir mucho a todos».

Esta candidata destaca que es un equipo heterogéneo en edades, puestos de trabajo y que «aporta visiones reales para aportar soluciones reales. Son enfermeras con ganas e ilusión de distintos ámbitos, con distintas opiniones y muy compacto», desvela.

Esta nueva andadura que pretende volver a iniciar a partir del 9 de febrero tiene una guía de ruta. Velilla explica que los proyectos son los mismos que cuando se presentó la primera vez pero «mejorados y matizados». 

Algunos de los puntos claves son lograr la reclasificación para que enfermería sea A1 pero «con retribución económica», la firma de mejores contratos y la mejora de las condiciones laborales porque «las enfermeras somos la piedra angular» de la sanidad. 

Otro punto clave de este programa es «el aumento de especialidades porque nos hemos quedado en tres y habría que incluir alguna más y hacer puestos más perfilados».

Esto último hace referencia a la creación de la especialidad de geriatría y a que en la especialidad de comunitaria haya puestos específicos y se les pague un aumento en su nómina por haber hecho una formación de dos años más en comparación con otras enfermeras.

Maltratado. Raquel Velilla denuncia que las enfermeras son el personal sanitario «más maltratado y menos escuchado». El fallo, apunta, es que las propias enfermeras no se creen lo que son capaces de hacer y «nos genera un problema levantar la cabeza y la voz para decir que estudiamos, investigamos, nos formamos continuamente y tenemos los mismos créditos que otros profesionales». 

El objetivo de esta candidata es cambiar esta situación y conseguir que el Colegio de Enfermería sea «cómodo, abierto y un sitio donde podamos hablar sin miedo a nada para mejorar nuestras condiciones y con ello la calidad del servicio sanitario».

«Este equipo quiere luchar por la enfermería, ser la voz de todos y que el colegio sea de todos y para todos», concluye.

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