Ondeando banderas de España y La Rioja, muchos de ellos luciendo pancartas reivindicativas - «Si yo no produzco, tú no comes»;«Estoy a los cojones de poner de mi bolsillo», los motores de los tractores riojanos volvieron ayer a rugir por las carreteras en protesta por la precariedad a la que se enfrenta el campo, agobiado por las imposiciones de la PAC, la competencia de terceros países y la pérdida de una rentabilidad que está mermando sus economías.
Cientos de ellos quisieron ayer manifestar su cabreo desde bien temprano. Los agricultores de Corera, que ya habían relatado su intención de salir desde primeras horas del día, cumplieron su palabra y, partiendo desde Ausejo, desde las seis de la mañana ya iban y volvían de Recajo al Sequero, donde confluyeron con los de Arrúbal, para manifestar su protesta a quienes se dirigían a sus puestos de trabajo. En el interior del polígono, en las inmediaciones de transportes Royo, ya se mostraban convencidos del éxito de la jornada. «Estamos intentando molestar, lo menos posible, pero hacernos notar para gritar alto y claro que estamos hartos», afirmaba Santi Mues, que espera que sus voces las «oyera quien las tenga que oír, desde Europa, el Gobierno central o el regional, porque a todos nos afecta».
«Va a ser la gran movilización, la gente está muy harta de colores;es la voz conjunta de todos los agricultores, sin color político», afirmaba el labrador mientras los tractores se concentraban ya a esas horas en la rotonda de Chile, en Mercarioja, Villamediana y Fuenmayor o Navarrete. A las 7 y media se detectaban problemas en los accesos al polígono de Lentiscares, en cuyas inmediaciones había muchos tractores concentrados. David, de Navarrete, con 30 años se quejaba de las trabas que se estaba encontrando en los primeros estadios de su vida laboral. «Nos ponen la zancadilla, día tras día», se quejaba este joven, que avanzaba que su intención era «entorpecer, de una manera cívica, y aguantar».
A Logroño. Sobre las 10 de la mañana, desde Las Gaunas, un grupo de agricultores de Albelda intentaban acceder al centro de Logroño para sumarse a los tractores que ya recorrían los carriles de Gran Vía, un camino que habían abierto los profesionales de San Asensio. Un policía local les cerró el paso, una negativa que nos les arredró por lo que enfilaron hacia el centro desde Vara de Rey, con el apoyo de los viandantes.
Era entonces -y lo fue durante bastante tiempo a lo largo de la mañana- la sede del Consejo Regulador de la Denominación del Rioja el centro neurálgico de la protesta en un contexto muy complejo para la viticultura y el Rioja.
Fuertemente custodiado por la Policía Nacional, centenares de tractores aparcaban en sus inmediaciones cerrando el paso a los vehículos entre la comprensión de los afectados.
Mariano San Miguel, agricultor de Cenicero manifestaba claramente sus protestas por los acuerdos que ha adoptado el Consejo Regulador, con la bajada de rendimientos del 100 al 90% «de salida, y antes de podar, ya hemos perdido un 10%», un recorte que no es compensado por los precios, «que se mantienen o van a la baja», que no permiten cubrir gastos. «¿Qué futuro vamos a dejar» se preguntaba un agricultor al que le quedan dos años para jubilarse, y que recordaba que había arrancado su profesión protestando en la carretera y la va a concluir de la misma manera. Manifestaba su satisfacción «estoy más contento que nunca» por una reivindicación ajena a los sindicatos, «que son los que lo mamonean todo, se quedan con los sueldos y a nosotros no nos hacen ni puñetero caso, ninguno de ellos y ya es hora de que aprendamos a movernos», a la vez que rechazaba rotundamente participar en la del próximo martes.
También en las inmediaciones del Consejo, y también de Galilea, satisfecho de cómo iba transcurriendo la jornada, manifestaba sus quejas Julio Fernández por el precio de insumos en cereales o arbolado ycriticaba los excesivos contenidos verdes de la PAC.
Juan Cruz Martínez, agricultor de Sojuela, relataba ya, cerca de las 3 y media de la tarde, la alta presencia de tractores en las cercanías de la Estatua del Labrador, iniciando la salida hacia Vara de Rey, después de una jornada «perfecta». «Nos hemos comportados todos muy bien,lo único que hemos hecho ha sido atascar las rotondas», apuntaba Juan Cruz, que está«harto de que nos mamoneen», y que «nos tapen la boca» con migajas. «Y seguimos exactamente igual», lamentaba este labrador, que citaba al cereal o las uvas para constatar la realidad de un sector que asiste a una escalada de precios desde el campo hasta el linea del supermercado. «Nosotros si podemos ir a pérdidas, ¿y qué pasa con el resto de la cadena?», se preguntaba Juan Cruz, que consideraba que la movilización había sido todo un éxito.