Carmen Falcato es una superviviente de cáncer de pulmón. A esta mujer de 58 años le diagnosticaron esta enfermedad en mayo de 2022 de manera inesperada. Cuenta que ella padecía artritis reumatoide y llevaba año y medio de tratamiento para dicha enfermedad.
La recuperación iba bien pero «llevaba 15 o 20 días con mucho descontento porque me agachaba y no me podía levantar muy bien. Las rodillas no me permitían hacerlo, algo que a mi reumatóloga le extrañó», relata. Asegura que tuvo mucha suerte de que su reumatóloga le mandara hacerse un TAC, ya que gracias a eso, le detectaron este tumor en el pulmón.
La noticia de este tumor fue «fatal» para ella porque «cuando me hicieron el TAC esperaba encontrar problemas de rodilla, como que estuvieran desgastadas». El problema, señala Falcato, es que le dijeron que era un tumor de pulmón y «lo pasé mal».
Cuenta que el tratamiento fueron varias sesiones de quimioterapia y radioterapia. «Tuve la suerte de que era pequeño y lo tuvimos que quemar», comenta.
Detalla que las dos primeras sesiones de quimioterapia «no fueron tan mal» pero «en las dos ultimas, los primeros días son duros hasta que tu cuerpo expulsa la quimio». «Te ves con una cara que pareces un cadáver y no puedes salir de casa», recuerda.
Los especialistas afirman que la causa principal de padecer cáncer de pulmón es el consumo de tabaco. Falcato cumplía este requisito, ya que fumaba bastante, concretamente, un paquete diario. «He dejado de fumar. Lo hice cuando me lo diagnosticaron», asegura. También explica que «el tabaco no ayuda nada cuando pasas por un proceso de quimioterapia y radioterapia».
Por otro lado, esta superviviente destaca que ya ha superado este cáncer. Cuenta que hasta hace nada estuve tomando un tratamiento nuevo de inmunoterapia con el que «te meten células buenas para que el tumor no se vuelva a reproducir».
Recuerda que este tratamiento le provocaba mucho cansancio en algunas ocasiones pero «he tenido la suerte de tolerarlo bien y ha sido una situación llevadera».
Relata que esta enfermedad le obligó a vender su negocio de limpieza y a dejar de trabajar. Ahora está esperando que le envíen la carta de la jubilación. «Ahora limpio solo en mi casa lo justo y necesario», apunta Falcato.
Aparte, forma parte de la Asociación contra el Cáncer. «Veo la vida de otra manera», concluye.