Una semana más tarde de lo inicialmente previsto, las máquinas comenzaron en la tarde de ayer la demolición de las naves en Calzados Fal de Arnedo, que sufrieron un devastador incendio hace dos meses. 

Salud Laboral, que frenó la intención de la compañía fabricante de las Chirucas de iniciar el derribo el pasado lunes tras ser declarado ruina inminente por el Ayuntamiento, ha dado vía libre a la expedición de la licencia medioambiental, una vez que la empresa ha presentado la documentación que acredita que no existe riesgo de contaminación por amianto.

Según se señala en el informe oficial, las mediciones realizadas constatan que la carbonilla depositada en las cubiertas de fibrocemento de las naves contiguas a la incendiada, que también han de ser demolidas, no alcanzan los parámetros de riesgo para el personal que esté expuesto al derribo ni para el resto de ciudadanos. 

Es por ello que no es necesario que se encargue del desmantelamiento una empresa que reúna una calificación específica, sino que puede ser cualquier compañía la que acometa la demolición, que será llevada a cabo por tres operarios con una duración prevista de dos meses. De manera paralela, según explicó el alcalde de Arnedo, Javier  García, los propietarios de Fal, especializada en calzado de montaña y deportivo, están redactando un nuevo proyecto para poder arrancar la actividad productiva en sus propias instalaciones para lo que las administraciones se han comprometido a agilizar los trámites necesarios.

 Mientras tanto, entre 12 y 15 de sus empleados han comenzado a trabajar en las instalaciones queleñas de Invulsa (The Art Company) en un número inferior al que la dirección de la compañía había comunicado a los sindicatos. El incendio, que se produjo en la madrugada del 2 de diciembre, ha quedado acreditado que no fue provocado.