Las dimensiones de la gesta que tiene por delante la Sociedad Deportiva Logroñés son grandes. Tal es su tamaño, que ningún equipo en los dos años previos en Primera Federación ha logrado evitar el descenso a final de temporada en una situación como la que atraviesan actualmente los blanquirrojos.
Sin embargo, tal y como apuntó su presidente el pasado miércoles en este mismo diario, «cada partido es un mundo en el que nosotros vamos a llegar en unas circunstancias y nuestros rivales en otras». «Si ganamos este fin de semana, podemos darle la vuelta a la situación y cambiar el chip. El fútbol da muchas vueltas, así como hay equipos que hace dos meses estaban sentenciados y ahora están levantando la cabeza», explicó Eduardo Guerra.
Así, Guerra no dudó en reconocer que el calendario que le espera a la SDLogroñés hasta final de temporada (Ponferradina, Celta Fortuna o Nàstic, entre otros), era complicado, pero que no por ello se ha de dejar de luchar. «Lo queno podemo shacer es dejarnos llevar. Hay vida y hay esperanza, así que hay que intentarlo hata el final. Hay partidos que podrían ser muy complicados, como el del Lugo en Las Gaunas, pero es que igual el Lugo llega a ese partido sin ninguna posibilidad y nosotros luchando por la permanencia», sentenció.
No le falta razón. Si hay vida, hay esperanza. Y esa es la máxima con la que han de saltar los jugadores al césped de El Toralín para jugar frente a un equipo que se está jugando la clasificación a los playoff de ascenso a Segunda División. Los últimos partidos de la SDLogroñés invitan a creer. La pequeña mejoría que se vio contra Real Unión y Unionistas se vio confirmada por el encuentro del pasado domingo en Las Gaunas ante la Cultural Leonesa, en el que los de Aitor Larrazabal cuajaron uno de sus mejores partidos de la campaña y merecieron más contra uno de los equipos de la parte de arriba de la tabla clasificatoria.
1 de 14. Sin embargo, los numeros del vizcaíno al frente del banquillo blanquirrojo no invitan al optimismo. Solo una victoria ha conseguido la SDLogroñés en sus últimos quince partidos, catorce de ellos con Larrazabal al mando (tras el 0-2 ante el Nàstic se destituyó a Andrés García).
En estos 14 partidos, la SDLogroñés solo ha conseguido ocho puntos de 42 posibles. Un solitario triunfo ante el Arenteiro y cinco empates, ante Sabadell, Barça Atlètic, Cornellà, Real Unión y Cultural Leonesa, conforman el escaso bagaje blanquirrojo de las últimas jorndas, que le han llevado a descender cada vez más puestos en la zona roja de la clasificación hasta encontrarse en la situación actual, penúltimo, con 27 puntos a siete de la salvación.
La Ponferradina tampoco llega en una buena racha de resultados a este encuentro. Pese a la victoria del anterior fin de semana ante el Rayo Majadahonda en el Cerro del Espino, los bercianos solo suman seis puntos en los últimos seis partidos. Derrotas ante Nàstic, Tarazona y Fuenlabrada y empates contra Lugo y Celta Fortuna han provocado que hayan dejado de luchar por esa primera posición que otorga ascenso directo a la categoría de plata del fútbol español y que, actualmente, sean quintos, con 53 puntos, cuatro por encima de la Cultural Leonesa.
Atrás quedan estas circunstancias cuando Manuel Ángel Pérez Hernández indique el comienzo del partido. 90 minutos donde se tendrá que pelear con todo por una victoria que permita a la SDLogroñés comenzar con una machada hasta ahora inédita cuya recompensa sea la de isncribir su nombre entre los presentes de la temporada 2024/25 de Primrea RFEF.