Hay una teoría en el mundillo del taxi que dice que un coche de un taxista puede tener muchos kilómetros, pero es una buena compra para alguien que busque un vehículo de segunda mano porque son kilómetros muy cuidados. Lo apunta el presidente de la Asociación de Taxistas de La Rioja (Atrio), Roberto López, al argumentar que los profesionales de este sector son, generalmente, buenos conductores con una siniestralidad  «bajísima» en accidentes en los que la culpa sea suya, entre otras cosas porque el vehículo es su herramienta de trabajo y su forma de ganarse la vida. 

Por eso, considera un contrasentido que las compañías aseguradoras pongan pegas para asegurar a quienes se inician en el servicio de taxi con el argumento de que están todo el día en las calles circulando y que realizan muchos kilómetros. Y algo parecido ocurre con los altos precios que les exigen en las pólizas al asegurar coches eléctricos de elevada potencia. «Los taxistas no vamos a correr en circuito ni somos Carlos Sainz», apunta Roberto López.

Si los precios de las pólizas están por las nubes para los eléctricos de alta potencia y aún más para los nuevos taxistas que comienzan en el negocio, los seguros habituales en el sector son ya de por sí bastante más caros que los del turismo de un particular cualquiera. Como ejemplifica el presidente de Atrio, si un seguro normal cuesta unos 500 euros, el de un taxista está por término medio entre 1.200 y 1.500 euros y con franquicias de 600 euros, en parte debido a que tienen que garantizar una cobertura de responsabilidad civil de al menos 50 millones de euros. 

El problema que se encuentran quienes llegan con una licencia de taxi para iniciarse en esta actividad profesional para asegurar el coche se extiende a toda España y es algo que preocupa en la asociación nacional, que está tratando de buscar soluciones. 

Un mes con el coche parado. En La Rioja, López conoce cuatro o cinco casos en los últimos meses de aspirantes a nuevos taxistas que no encuentran compañía que les asegure. Uno de ellos, ha tenido que aguardar más de un mes sin poder trabajar por no poder suscribir una póliza de seguros, detalla el presidente de la Asociación de Taxistas de La Rioja, una organización que agrupa a casi un centenar de profesionales. «Parece mentira que ocurra esto, cuando somos un servicio público», se lamenta.

La alta potencia  de los eléctricos de alta gama penaliza el coste del seguro

No sufren el mismo problema de negativa a suscribir un seguro, pero los taxistas que optan por adquirir un vehículo eléctrico para ejercer su actividad profesional, sobre todo si se trata de modelos con baterías que garanticen una gran autonomía, sí se están topando con precios estratosféricos en sus pólizas por la elección de este tipo de coches. Lo comenta el presidente de la Asociación de Taxistas de La Rioja, Roberto López, que aclara que el problema radica en que los nuevos modelos de estas características, como pueden ser los Tesla, tienen motores que ofrecen mucha potencia. Al comprobar la ficha técnica, hay compañías que aplican el criterio de que a más caballos más probabilidad de siniestros, por lo que encarecen los seguros. Esa consideración del factor potencia como un riesgo añadido hace que las aseguradoras exijan pólizas que superan ampliamente los 2.000 euros.