Oleada de robos de cable de telefonía en el ámbito de la Comunidad autónoma que se lleva prolongando al, menos, desde hace dos meses. Foncea, Herramélluri, Treviana y La Villa de Ocón han sufrido, en mayor o menor medida, las consecuencias de los amigos de lo ajeno. Los hechos más recientes se remontan a este pasado fin de semana en la zona de Ocón y en la carretera que une Herramélluri conTreviana, en el término municipal de Leiva. 

Las consecuencias más graves se han producido en La Villa de Ocón, que permanecían, a fecha de ayer, sin servicio de telefonía fija a causa de la sustracción de unos 200 metros de cable telefónico.

Según explicó a El Día de La Rioja la alcaldesa del Valle de Ocón, Inmaculada Ortega, el robo debió de producirse en la noche del pasado viernes o la madrugada del sábado, ya que ese día por la mañana se dieron cuenta de que el servicio de telefonía fija no funcionaba.

Los ladrones eligieron un tramo de tendido telefónico que discurre por un encinar, en el paraje conocido como El Portillo, en el camino entre La Villa de Ocón y Los Molinos. Al tratarse de una zona boscosa, la acción de los delincuentes es más difícil de ser detectada. Para hacerse con su botín, tiraron postes de madera y cortaron el tubo de plástico que protege el cableado para hacerse con el codiciado cobre, que luego venden en el mercado ilítico por su alto valor. 

Al problema de falta de cobertura de telefonía móvil que se genera en un pueblo como La Villa, con unos 50 habitantes residentes durante todo el año, muchos de ellos de edad avanzada, se le suma que el corte del cable inutiliza también el servicio de Teleasistencia que tienen algunas de esas personas mayores, dado que funciona con el tendido de cobre.

Como le comentaron operarios de la empresa de instalaciones que repara la línea, al parecer los ladrones utilizan ropa de trabajo del mismo tipo que las contratas de Telefónica, con el fin de no levantar sospechas si alguien les ve manipulando el tendido telefónico.

El corte en el servicio no afecta al centro de salud, ya que los consultorios del valle están dotados de un sistema de comunicaciones que funciona con antenas vía satélite. 

Bajo una forma similar de actuación, este pasado lunes el robo de cable se trasladó a la carretera que une Herramélluri y Treviana, en el término municipal de Leiva. Emilio Gómez, alcalde de Herramélluri apunta que «serraron siete u ocho postes con el objetivo de acceder al cable y podérse llevar unos doscientos metros». Se trata de un tendido que «creo que está en desuso porque hasta el momento, no hemos tenido problemas de falta de señal». Ahora bien, recuerda también que «hace mes y medio se llevaron otros 150 metros de cable», en esta ocasión, en la zona de la hermita del municipio riojalteño. Y por aquellas fechas, el robo de cableado de cobre afectó también al municipio de Foncea.

Al margen de este problema puntual, el Valle de Ocón sufre desde hace tiempo el problema de una deficiente cobertura de telefonía móvil y de internet. Como explica la alcaldesa, la solución está en la sustitución del cable de cobre por la fibra óptica, no solo porque asegura una comunicación más rápida y segura, sino también porque no es objeto de robos, al no tener valor en el mercado negro, como sí tiene el cobre. 

De hecho, hace en torno a dos meses el Ayuntamiento de Ocón le concedió licencia a Telefónica para poder iniciar el despliegue de la fibra, unos trabajos que no son demasiado dificultosos ni caros.