La Cibeles logroñesa

Bruno Calleja Escalona
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Es paso jacobeo y puerta del casco antiguo y en ella se han celebrado gestas futbolísticas. La fuente que ha desafiado al callejero oficial con el nombre de Murrieta es un icono de la ciudad

La Cibeles logroñesa

Al igual que en la afamada Cibeles, bajo sus surtidores de agua se ha celebrado algún que otro éxito futbolístico. Aunque no exhiba en su interior a una figura mitológica como la madrileña, la fuente Murrieta es todo un símbolo para Logroño como cruce estratégico, punto de arranque de la  ciudad antigua y céntrico enclave que todo el mundo identifica, aunque su denominación oficial haya cambiado en el callejero municipal por la de Plaza Diversidad.  

La zona en la que está enclavada es ruta de paso del Camino de Santiago y fue enclave defensivo de la ciudad. Tras el derribo de las murallas, la zona se urbanizó para dar paso a una nueva parte de la ciudad. En aquel momento, en su entorno estaba la Pensión de la Penitencia, uno de los hospicios extramuros, además de otra construcción llamada El Cocherón, como refiere el cronista Jerónimo Jiménez. 

Uno de los primeros edificios que se erigieron en la zona fue la Casa Cuna, cuyas obras empezaron en 1905. En 1928 llegaba su vecino, un edificio obra de Quintín Bello que se encuentra en trámites para convertirse en un hotel. En esta plaza también se asentaron dos importantes escuelas, Trevijano y Juanita Madroñedo. 

Durante la Segunda República se debatió por primera vez el diseño central de la plaza, cuando se planteó colocar una farola, que permaneció hasta 1959, cuando comenzaron las obras de la actual fuente con diseño del arquitecto Juan Catalá. La obra no resultó sencilla, por lo que recibió el apodo de 'la fantasmagórica'. El proyecto buscaba crear una fuente ornamental y referente de la ciudad. Uno de sus principales mecenas fue el alcalde Fernando Trevijano. 

Concluidas las obras, fue inaugurada el 12 de febrero de 1962. Por entonces, en su entorno destacaban el Cuartel de Infantería y la Caja de Reclutas, además del Gobierno Militar. 

Poco a poco, algunos elementos arquitectónicos fueron cambiando, al tiempo que desaparecían edificios y se levantaban otros nuevos. La fuente tomó su nombre de la calle Marqués de Murrieta, que nacía en ese lugar. Sin embargo, la denominación de esta plaza fue cambiada el 1 de julio de 1966 por el de Alférez Provisional, para homenajear a los oficiales que ostentaron estos cargos en la Guerra Civil, en un acto con todo boato. Sin embargo, entonces, como ahora, el que pervivió fue el nombre popular de Fuente Murrieta.