Un tanto de falta de previsión, otro tanto de dejadez y un mucho de esa costumbre tan arraigada en España, y en La Rioja, de dejarlo todo para el último momento. Resulta imposible concretar cuántos riojanos sufren en carne propia el nuevo apagón digital producido el pasado 14 de febrero y que ha suprimido los canales de TDT de los aparatos de más de diez o doce años. Miguel Ángel, propietario de Sincro, un establecimiento de electrodomésticos situado en la calle Santa Isabel de Logroño, extiende esta evidente falta de previsión no solo a «los particulares que se han quedado sin televisión», sino también a productores y distribuidores. Ahora bien, en cualquier caso, nadie había realizado una previsión acertada del número de aparatos que dejarían de emitir. «Todos pensábamos que iba a existir una demanda menor».
Lo que sí constituye una evidencia es que «no quedan aparatos de 24, 28 o 32 pulgadas en toda La Rioja». Ni en los grandes centros comerciales como Parque Rioja o Berceo, ni en Comercial Oja en Navarrete, ni en Tien 21 en República Argentina, ni en la calle Santa Isabel quedaban existencias la pasada semana.
«Estamos a la espera de recibir algo de mercancía la próxima semana (a partir de hoy) y lo que llegue está todo prácticamente reservado», detalla el propietario de Sincro.
Otra perspectiva apunta Javier Rioja, de Comercial Oja. La «demanda habitual de televisores es muy escasa y, por tanto, el stock también». Ahora, continúa, «ha venido un pico importante en la demanda y los establecimientos se desabastecen rápidamente».
En cualquier caso, una situación similar acecha a la otra alternativa al cambio del televisor por uno de mayores y más modernas prestaciones. Los adaptadores para que los antiguos aparatos emitan en HD también brillan por su ausencia. Miguel Ángel confía en que «esta semana me lleguen unos cien» que al igual que los televisiones de pequeñas dimensiones, «están en gran medida ya reservados».
«Limitación de pedidos». Un desabastecimiento que afecta a todo el territorio español y que «no nos permite pedir a fábrica todo lo que quisiéramos». Es más, la situación, vista la elevada demanda, se prolongará por un tiempo que nadie se atreve a aventurar, entre otros motivos, porque tampoco nadie ha acertado con las necesidades que iba a generar el apagón. Y en este punto, aparece de nuevo la falta de previsión, por parte de particulares pero también desde la perspectiva de producción y distribución. «Televisión Española llevaba mucho tiempo avisando», recuerda Miguel Ángel.
Así las cosas, todo parece apuntar a que el comercio dedicado a la venta de electrodomésticos atraviesa un momento de oro. Sin embargo, más allá de un claro incremento de ventas, «todo ha venido como si fuera un aluvión», detallan desde Sincro.
Mientras tanto, y ante el goteo continuo de potenciales clientes en el pequeño comercio, y aglomeraciones de gente ante los lineales vacíos de las grandes superficies, el mercado de televisiones ya de ciertas pulgadas se mantiene intacto y bajo el ritmo habitual de ventas. Ha dejado de emitir, fundamentalmente, el pequeño aparato típico de la cocina o de habitaciones. La pantalla de salón, por lo general más moderna, parece haberse adaptado a los cambios de emisión.