"El equipo no llega físicamente al nivel de Primera RFEF"

Gonzalo Ortega
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El entrenador de la SD Logroñés, afronta uno de los retos más importantes en su carrera como entrenador y está convencido de que la situación saldrá adelante

Aitor Larrazabal. - Foto: Óscar Solorzano.

Tres semanas ha cumplido Aitor Larrazabal (Bilbao, 1971) al frente del banquillo de la Socieda Deportiva Logroñés. Tiempo suficiente para que el tercer entrenador blanquirrojo de la temporada analice de la situación de un equipo que comenzará la segunda mitad del campeonato desde los puestos de descenso y cuyos jugadores están obligados a dar, por necesidad, por ogullo propio y porque así lo obliga el calendario estas dos próximas jornadas, un paso más de cara a solventarlo con la mayor celeridad posible.

La SDL este año en zona media/baja de la tabla, buscaba su tercer entrenador de la temporada… ¿qué le hizo decantarse por el equipo?
El hecho de ser un equipo de Primera Federación que había tenido una buena serie de resultados, sobre todo la temporada pasada que quedaron a nada de entrar en Copa del Rey. Además, las buenas valoraciones de mi entorno mi más cercano: Iker Unzueta, Alain Ribeiro, Jon Madrazo… jugadores que yo conozco y que en todos los casos me han hablado de un club humilde, muy familiar y un lugar muy agradable para poder dar un paso adelante. Yo quería contar con Gorka Iraizoz y con Eduardo Estibariz, y la proximidad para poder desplazarnos a casa, a Bilbao, también ha tenido que ver.  Eso unid hizo que nos reuniéramos, diéramos el paso y que ahora mismo estemos en Logroño revertir un poco esa situación de los últimos tiempos que no es nada halagüeña.

¿Cómo se complementa con Iraizoz y Estibariz?
Gorka es el encargado de la metodología y los entrenamientos. Preparamos los partidos de manera conjunta, viendo lo que es mejor para el equipo y qué detectamos en  los rivales. Intentamos que nuestros jugadores conozcan de la mejor manera posible al rival para que sepan, no solo contra quién se enfrentan, sino también qué es lo que se van a encontrar. Que tengan claro qué va a pasar y cómo vamos a jugar con balón y qué vamos a hacer en las fases en las que no lo tengamos. Creo que los jugadores llegan con mucha información para cada partido y falta que ellos se suelten. También tenemos una parte de psicólogos que tenemos que manejar para que los jugadores vuelvan a ser optimistas y a ver que son válidos para esta categoría en la que pueden sacar muchos mejores resultados de los que hemos conseguido.

¿Tomó el cargo como un trampolín con el que mejorar su carrera profesional? 
Sobre todo por el reto de mejorar el rendimiento del equipo, ese es mi objetivo prioritario, que el equipo consiga números mejores que los logrados en la primera vuelta. No es agradable empezar el 27 de diciembre a entrenar después de 10 días de vacaciones que tuvieron los jugadores e ir a contracorriente para trabajar lo posible para, el 4 de enero, ir a Tajonar a dar la cara. 

¿Cómo recuerda su llegada a Logroño y el grupo que se encontró? 
Lo primero que les dije es que quería un vestuario alegre. En el trabajo, en la dinámica del día a día… y que entre los entrenadores que llegábamos a ese vestuario habíamos jugado más de 1.000 partidos en Primera. Les dijimos que, lo que podían pensar nosotros lo habíamos vivido. Me sorprendió que un jugador como Toni García, el día de mi llegada, me comentase que no quería continuar por un problema personal. No es de recibo.

¿Cómo fue la salida de Toni? 
Yo tengo que creer al futbolista. Él me dice que quería volver a casa con su familia porque va a ser padre. Pero luego me sorprende bastante que se vaya a 450 kilómetros de su casa. Lo primero que le digo es que se reúna con la dirección deportiva y con el presidente porque este asunto había que solucionarlo. Yo no puedo tener en la plantilla a alguien que no quiere estar, porque su rendimiento no va a ser el idóneo y repercute en el resto de la plantilla. Quiero jugadores implicados, que defiendan el escudo y que vengan con la ilusión por bandera en el día a día para seguir mejorando en este proceso.

¿Se reafirma en que una de las premisas básicas para mejorar es el compromiso? 
Sin ninguna duda. Lo saben los jugadores y así se lo he transmitido. El que no esté por la labor ni en disposición de afrontar estos momentos duros y delicados, no puede estar con nosotros. Si alguien se encuentra así que hable con quien tenga que hablar para no estar en este equipo si no estás comprometido ni convencido. Los que hemos venido es porque pensamos que lo podemos sacar y que desde luego tenemos toda la fuerza, energía e ilusión para ello. El que no lo sienta así, este no es su barco.

Los jugadores que forman el grupo, ¿tienen el nivel para conseguir el objetivo? 
Indudablemente sí, porque sino me lo hubiera pensado mucho más. Son jugadores que pueden jugar en Primera RFEF, pero que tienen que dar más. Hay que dar una vuelta de tuerca a cada uno de ellos y apretarles. Ahí es donde nosotros entramos como técnicos y en eso estamos. Físicamente, es un equipo que no llega al nivel que exige Primera Federación en cuanto a registros. Influye que por medio hayamos tenido diciembre, donde ha habido bastantes días de descanso y también porque a veces no hemos podido entrenar en Pradoviejo porque no estaban las instalaciones abiertas para utilizarlas. También estamos ahí trabajando para mejorar en esos aspectos en el menor tiempo posible. Gracias al trabajo de los dos preparados físicos que tenemos en el club más todas las personas que trabajan, tenemos que tirar para adelante.

El equipo ha perdido 12 partidos, junto con el Sabadell, el que más partidos ha perdido del grupo. Y es el segundo que más goles ha recibido, con 29. ¿Estos registros se pueden mejorar en los entrenamientos?
Estoy convencido de que puede mejorarse y entrenarse. Pero necesita tiempo. El domingo lo comenté, ni aunque venga Mourinho en una semana se va a notar la mejora en la contundencia defensiva. Ellos están por la labor, soy consciente. Se les ve con alegría y trabajan diariamente. ¿Qué pasa? Que ahora mismo hay cierta psicosis en el vestuario.  En Las Gaunas, después de la mala racha, están nerviosos orque quieren hacer las cosas bien y dar impulso a la afición que nos sigue allá donde vayamos y que en los últimos partidos no le hemos podido devolver nada.

La situación es más «de cabeza» que de una propia cuestión de fútbol...
Hay una parte grande psicológica, sin duda. Pero hay otra parte que ataña al tema fútbol que es entrenable y susceptible de mejora, pero eso está ya en la determinación de los futbolistas, querer dar ese necesario paso y que va ligado a la confianza. Cuando un entrenador ve que, a las 17 jornadas es el tercero en un mismo vestuario, piensa… «ostras, ¿tanta culpa tendrá el entrenador o una parte de culpa importante la tenemos los jugadores?"». Algún jugador no lo pensará porque su ego determina que la culpa siempre es de otros, pero los más reflexivos seguramente piensan que también tienen parte de la culpa. Es un compendio de ambos: que no se ha acertado en los entrenadores que han estado y que los propios jugadores no han estado al nivel esperado.

Tras coquetear los últimos dos meses con el descenso, empieza la segunda vuelta con el equipo en esa zona roja. Sumidos en una situación casi límite, la fórmula para salir de ese bloqueo mental, ¿es dejar a un lado los resultados obtenidos y el pasado para mirar solo hacia adelante?
Esa es la clave para el buen funcionamiento ahora mismo y para tener la mente más despejada. No podemos mirar los partidos hasta la fecha, ni mirar el partido del domingo pasado. Ya vimos el resumen del partido contra la Ponferradina y sacamos las conclusiones de dónde no estuvimos bien. Y nos tenemos que quedar con lo bueno, reforzar lo positivo y trabajar en lo que necesitamos para ganar el domingo al Rayo Majadahonda. No debemos mirar para atrás, debemos pensar en todo lo que tenemos que hacer bien el domingo.

El otro día se le vio en rueda de prensa con un cúmulo entre pena, decepción y enfado. ¿Falta en el equipo garra y carácter?
Sí, al equipo le falta comunicación. Lo saben. Se lo he dicho por activa y por pasiva. Y cuando a un equipo le falta comunicación dentro del terreno de juego, no termina de ser un equipo, porque cada uno acaba haciendo la guerra por su cuenta. Son buenos futbolistas y son buenos chavales, pero necesitamos que haya comunicación, desde la portería hasta el delantero centro. En algunos de los casos los errores los cometemos  por falta de comunicación. Espero que el cúmulo de errores manifiestos haya concluido y a partir de ahora lo mitiguemos. Queremos que el equipo sea más fiable porque en la parcela ofensiva sabemos que tenemos jugadores con calidad para generar. Tenemos que buscar el equilibrio porque hasta ahora ha sido una sangría.

Esos goles encajados tan temprano, ¿duelen doble? No solo por el gol en sí, sino porque descuadra el plan y obliga a ir a contracorriente desde el inicio. 
Ahí  entra la labor del entrenador de saber darle la vuelta durante el partido. Pero creo que sobre todo mina la confianza de los jugadores. Si ya vamos justos de confianza para afrontar los partidos y nos meten gol a los 30 segundos y a los cuatro minutos de empezar, la línea de flotación queda tocada y psicológicamente el equipo se empieza a caer. Tampoco estamos teniendo ese pelín de suerte cuando el viento te sopla por la espalda y parece que te lleva. Nos hemos encontrado con el palo, con decisiones arbitrales no acertadas...

Tampoco ha habido suerte con la lesión de LCA de "Rubio", también la de Dani Garrido… Se avecinan dos jornadas cruciales contra Rayo Majadahonda y Sabadell y el equipo no llega en su mejor momento.
No lo sé. Quiero que el equipo empiece a estar mejor físicamente, lo echo de menos. Necesitamos que el equipo esté mejor y los jugadores sean más profesionales en todo: en alimentación, en recorridos, en kilómetros y en el día a día para estar más cerca de los estándares de Primera Federación. Y aún con todo eso, no va a ser fácil; pero si no hacemos todo eso la situación se va a complicar mucho. Aquí milagros… ya ni en Lourdes. Vamos a ver si con el trabajo y la ambición de todos en conjunto podemos empezar a sumar.

¿Cuándo podremos ver de vuelta a Dani Garrido? 
El otro día en Las Gaunas hizo un pequeño entrenamiento donde tocó un poquito de balón. Las sensaciones no son malas. Vamos a ver si para dentro de dos semanas ya puede volver a incorporarse a los entrenamientos del grupo y, en otras dos semanas, poder estar con el equipo para que tenga esos primeros minutos.

Mitad de enero es sinónimo de mercado de invierno. ¿Dónde tiene el foco puesto la SD Logroñés? 
Ahora mismo tenemos una licencia senior libre por la marcha de Toni García y otra sub23. Estamos barajando diferentes posibilidades, pero el centro del campo es donde necesitamos un jugador con premura porque tenemos efectivos escasos. El otro día ahí jugó Ferni y, aunque no es el puesto dónde él ha venido a jugar, estamos contentos por su rendimiento y por cómo se desempeña en esa posición. En la parcela del medio del campo, ahí es donde estamos un poco más justos. Y, obviamente, estaría muy bien tener otro delantero porque creo que también necesitamos algo diferente en el aspecto ofensivo. La dirección deportiva está trabajando en esa parcela y hablando con jugadores para ver si finalmente, en los próximos días, podemos avanzar algo.