No pudo ser. Lucentum Alicante, mejor sobre todo en la primera mitad y con más efectivos en el banquillo, ha derrotado por 69-86 al Rioverde Clavijo. Castigado por unas polémicas decisiones arbitrales iniciales que condicionaron el resto del encuentro y sumido en la obligación de remar a contracorriente desde prácticamete la mitad del primer cuarto, acumuló su cuarto compromiso perdido de manera sucesiva y sin poder levantar la cabeza del último puesto de la LEB Oro.
Ha sido un inicio "raro", como ha calificado, con exactitud, a la postre Jenaro Díaz en rueda de prensa. Javi Nicolau ha puesto los cinco primeros puntos del Clavijo en el marcador frente a un bloque alicantino que, a pesar de la igualdad inicial, ha mostrado mayor intensidad y ritmo sobre el parqué. Pronto han sido capaces de escaparse en el marcador (5-12), ayudados por una más que dudosa técnica al propio Nicolau, que ha tenido que sentarse en el banquillo en estos primeros compases al acumular dos faltas en apenas cinco minutos.
En el ecuador del primer parcial, el Clavijo "lideraba" las faltas, con siete señaladas por una de su contrincante, incluyendo una limítrofe antideportiva a Pau Treviñoy otra técnica, muy protestada, al técnico del Rioverde Clavijo. En un Palacio caldeado por las decisiones arbitrales, el primer cuarto ha terminado con trece puntos a favor del conjunto alicantino (11-24), renta que ha condicionado a los locales durante el resto de la primera mitad.
El segundo cuarto ha sido la consolidación de la superioridad del HLA Alicante. El Clavijo ha empezado a echar en falta sus bajas (Norris por lesión y Tamba por sanción) y, sin apenas rotaciones, ha visto cómo su rival le pasaba por encima. La necesidad de sumar y un contendiente que hacía ir, una jornada más, a remolque desde el principio de partido, aumentaron el nerviosismo de un equipo local que en ningún momento se sintió cómodo ni en ataque ni en defensa, con especial torpeza en el rebote defensivo. La supremacía del Alicante la han ratificado los casi veinte puntos de ventaja con los que se han ido al descanso, una distancia que por momentos había sido mayor y se ha visto maquillada por un 'arreón' final del Clavijo.
Tras el paso por vestuarios ha arrancado el conato de remontada logroñesa. Yasin Kolo ha cuajado sus mejores minutos, dando un paso hacia adelante y liderando al equipo, respaldado por el apoyo de la afición y acompañado de un notorio aumento del porcentaje anotador de Alberto Moreno que ha acercado, gota a gota, al Rioverde Clavijo. A todo ello, la intensidad defensiva que caracteriza al equipo de Jenaro desde prácticamente el comienzo de la temporada había regresado al Palacio, otro de los pilares básicos en caso de una hipotética remontada.
Ha reducido distancias hasta el 46-56, pero todo el esfuerzo que ha costado apretar el choque ha sido en vano, después de que Antonio Pérez haya parado el partido para reorganizar a los suyos. Harris se ha empeñado en devolver la holgada ventaja al Alicante y, en un abrir y cerrar de ojos, el base estadounidense ha conseguido volver a aumentar la brecha hasta el 51-67, con una "insultante" facilidad que ha echado por tierra el laborioso trabajo de la dupla Kolo-Nicolau, con buenos minutos a pesar de las ausencias.
Con ese marcador ha terminado el tercer parcial, pero el Palacio de los Deportes ha seguido creyendo. Y eso es reseñable dentro de un pabellón que no ha visto a su equipo ganar en casa desde el 29 de octubre y que comenzaba los últimos diez minutos de partido 16 puntos por debajo. Estos ánimos han insuflado la moral de los pupilos de Jenaro. Guiados por su tándem de pívots, han sido capaces de creer en que la remontada sí era posible. El Clavijo se ha puesto a nueve puntos (58-67) y David Knudsen ha dispuesto de un triple libre de marca que ha errado y ha terminado por ser, a la definitiva, la estocada definitiva del equipo blanquiazul. Tan rápido como se ha esfumado esta posibilidad de ponerse a seis, el Alicante ha vuelto a demostrar su superioridad en la cancha, y en el roster, para castigar desde el tiro exterior y abrir una rotunda brecha de 18 puntos (60-78). Cansado de remar, Clavijo y Palacio, unidos, han tirado la toalla y han visto cómo se escapaba otra oportunidad de sumar una victoria que mejorara la crítica situación actual.
Con ambos equipos dejándose llevar, se ha confirmado una nueva derrota del Clavijo en casa por 69-86, lo que no le permite salir del farolillo rojo de la LEB Oro, en el que seguirá una semana más con 23 puntos y solo tres victorias, por 17 derrotas, la de hoy, cuarta consecutiva. Hora de resetear y prepara una nueva visita, en este caso, el domingo que viene, a las 18h de la tarde, contra Gipuzkoa Basket.