Industria recupera su primacía y es el mayor creador de empleo

Feli Agustín
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Comercio (11,41%) desciende hasta el segundo puesto. Comercial y operario, los puestos más demandados en 2023

Trabajadora en la empresa Laro (Macarena Shoes). - Foto: Óscar Solorzano

La séptima edición del Barómetro Industrial que elaboran  los Ingenieros Técnicos, en colaboración con el Colegio de Economistas de España, corroboró hace unos meses que la industria riojana desempeña un papel crucial en el tejido productivo de esta región -la agroalimentaria supone el 18% de la riqueza regional-, y confirmó a La Rioja como la segunda comunidad donde mayor peso soporta en el conjunto del Producto de Interior Bruto (PIB), justo por detrás del 28% de Navarra, donde Volkswagen supone una piedra angular de su economía.

Esta hegemonía, que ha resistido las duras pruebas a las que le han retado las sucesivas crisis del coronavirus, la invasión de Ucrania y la de las materias primas, ha sido ahora ratificada por la XXVII edición del Informe Infoempleo Adecco: Oferta y Demanda de Empleo en España, que ha ratificado que es la industria el principal sector dinamizador del mercado laboral riojano.

Conforme a este estudio, industria ha recuperado el último año el liderazgo en la región, ascendiendo desde la quinta a la primera posición y al aglutinar cerca del 14% de los contratos suscritos en la comunidad a lo largo de 2023 , duplicando el 6,26% del ejercicio anterior y cerca de ocho puntos superior a la media del país, para cerrar el año con 26.690 afiliados. La industria arrebata la primera posición a comercio y distribución minorista, que suscribió el 11,4%, un porcentaje, no obstante, también superior a 2022 (10,78). Servicios (9,67%) ocupa la tercera posición, pero pierde dos puntos respecto a 2022.

El estudio discrimina por áreas de actividad más específicas y las que han concitado mayor creación de empleo están vinculadas al sector líder; así la industrial presenta un aumento del 7,51, transporte de mercancías y logística del 2,79  y  alimentación y bebidas, del 1,75. Servicios, que se mantenía con el sector con más afiliados con un total de  87.731 al cierre de 2023, ha  crecido el 1,91 y comercio y distribución minorista, el 0,63.

El sector sanitario, que en 2022 se encontraba en la segunda posición, ha caído hasta el noveno lugar de la tabla, seguramente por la desaparición total de la alerta causada por el covid, protagonizando el mayor descenso (-6,30). Además del ámbito sanitario, el informe de Adecco e Infoempleo apunta a otros sectores económicos donde han disminuido de forma significativa las ofertas de empleo en 2023, como: enseñanza y  formación, un 2,28, inmobiliarias resta el 2,19, y hostelería y turismo desciende el 1,61.

Funciones y puestos. La distribución funcional del empleo en La Rioja obedece al protagonismo industrial y es el área de ingeniería y producción la que se mantiene al frente de la oferta de empleo, aumentando 3,87 puntos porcentuales en el último año. Aglutina el 33,35% de las ofertas y está 13 puntos por encima de la media española. Compras, logística y transporte asciende hasta la segunda posición, con un 22,15% de las ofertas, incrementando su presencia en 4,86 puntos. Mientras que comercial y ventas (19,94%) baja hasta el tercer lugar con una importante caída de 6,53 puntos respecto a 2022.

Los técnicos han sido la categoría laboral más demandada (43,20%), aunque casi siete puntos por debajo de la media nacional y en 2023 ha presentado una tendencia descendente. Le siguen los empleados (35,63%), mandos intermedios (18,11%) y directivos (3,06%), que resulta más alta que la media de España.

¿Y cuáles son los empleos más solicitados por las compañías riojanas? Pues, en general empleos que no necesitan gran cualificación, como comerciales, con  el  10,08%, operario, con el 6,38%, y el doble que le año pasado obedeciendo  a la relevancia industrial, al igual que  carretillero (4,81%), mozo de almacén (4,08%) y jefe de equipo comercial (1,96%).

En La Rioja se publican el 0,99% de las ofertas de empleo nacionales, tres décimas más que en 2022. Esta cifra la convierte en la penúltima comunidad autónoma en cuanto a oferta de empleo se refiere tras abandonar la última posición, que le arrebata Asturias. En el Principado, que supera el millón de habitantes frente a los 324.000 de esta región, se han publicado el 0,97 -fueron el 1,10 el ejercicio anterior- y las ciudades de Melilla (0,29%) y Ceuta (0,28%) están por debajo con valores más reducidos.

A nivel general y, según los redactores del Observatorio, el mercado laboral se ha convertido en una «inesperada» fortaleza de la economía española, una vez finalizada oficialmente la pandemia. En 2023 las ofertas de empleo publicadas en nuestro país se han incrementado un 6,33% respecto a 2022 y mantiene una evolución positiva, con una mejora notable en la creación de empleo, y una reducción gradual de la tasa de paro gracias a la recuperación económica tras la pandemia.

El estudio señala que dos de los factores clave en esta recuperación económica han sido la reactivación del comercio, la hostelería y, en menor medida, algunas actividades industriales. 

La más especializada. Los autores del XXVII edición del Informe Infoempleo Adecco: Oferta y Demanda de Empleo en España explican que La Rioja, Navarra y Castilla y León encabezan la lista de las regiones con una mayor especialización. En el caso de las dos comunidades de Ebro destaca especialmente el crecimiento que ha tenido el último año el sector Industrial, que ha irrumpido con fuerza en este último ejercicio, tras dos en un discreto segundo plano, y ratificando así las conclusiones del Barómetro Industrial de los de los colegios de Ingenieros Técnicos y Economistas. En Castilla y León, servicios y comercio concentran casi una tercera parte de la oferta regional. 

El nivel de especialización regional está determinado por el número de sectores que concentran la mayor parte de la oferta. Se habla de una elevada especialización regional cuando un número muy reducido de sectores concentran la mayor parte de la oferta. En el caso contrario, un mayor número de sectores con participaciones reducidas determinan una región con una baja especialización.