La competitividad pierde fuelle y La Rioja baja un puesto

Feli Agustín
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Pierde la quinta posición a costa de Aragón, en un contexto de crecimiento general. La innovación marca el lunar en un lienzo en el que relucen el mercado laboral y el entorno institucional

Planta de MASA en El Sequero, en una foto de archivo. - Foto: Ingrid

La competitividad estructural de las 17 comunidades autónomas aumentó un 5,6% en 2023, lo que arroja el valor absoluto más elevado de este iniciador de toda la serie disponible (2008-2023). Un favorable ritmo del PIB y del mercado de trabajo, unido a un año turístico que ha batido todos los récords, el dinamismo empresarial y el incremento de las empresas exportadoras, junto al aumento de la esperanza de vida y el crecimiento del gasto de las administraciones públicas son algunos de los factores que justifican estos resultados. 

Así lo apunta el Colegio de Economistas de España, que ha publicado  por octavo año consecutivo el Informe de la Competitividad Regional en España, que elabora a partir de la explotación del Índice de Competitividad Regional -ICREG-2023- , que constata un crecimiento de la competitividad  siete décimas más que en 2022, y claramente por encima del avance del PIB.

A tono con el comportamiento general, la competitividad riojana mejoró, pero en menor medida que la media del país en un ejercicio en el que el avance fue mayor en buena parte de las regiones menos avanzadas, lo que les permite recuperar parte del retraso acumulado. El crecimiento fue también inferior al de una pujante Aragón -los anuncios de grandes inversiones son constantes- y la comunidad vecina arrebató el quinto puesto que, precisamente, había ganado La Rioja a costa de la región maña el año anterior.

Esta pérdida de posiciones mantiene a La Rioja como una comunidad con un índice de competitividad medio-bajo, en un ránking que mantiene a Madrid, País Vasco y la Comunidad Foral de Navarra en los puestos más altos  de la competititividad, unas posiciones que se muestran acordes con los territorios que alcanzan los mayores volúmenes de PIBpor habitante.

Por detrás de ellas se sitúa Cataluña, la única con un nivel medio alto, mientras que en el mismo grupo que esta comunidad se integran Aragón, Castilla y León, Galicia y Cantabria. Mientras, Asturias, Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Castilla-La Mancha, Canarias, Islas Baleares, Andalucía y Extremadura presentan un nivel de competitividad bajo.

El Colegio de Economistas alcanza estos resultados a partir del análisis de 54 variables estructurados en torno a siete ejes competitivos que permiten identificar las fortalezas y debilidades. Estos indicadores  son entorno económico, capital humano, mercado de trabajo, entorno institucional, infraestructuras básicas, eficiencia empresarial e innovación, que presentan una mejoría general en todos los casos, aunque La Rioja es, junto a  Castilla y León y Galicia, la comunidad que pierde alguna posición en un mayor número de ejes respecto a los resultados de 2022.

Innovación, tema pendiente. El informe de los economistas, publicado hace diez días, mantiene para esta comunidades buenos resultados para los ejes centrados en el análisis del mercado de trabajo y el entorno institucional, en un contexto nacional de mejora generalizada en todos los ejes competitivos, con los entornos económico, empresarial e institucional con los incrementos más elevados.

Con Madrid, Navarra y País Vasco ocupando los primeros lugares en el mayor número de ejes, es La Rioja la segunda mejor comunidad en su mercado laboral -Madrid es la primera-, y la tercera en el entorno institucional, solo superada por Navarra y Madrid. 

La eficiencia empresarial muestra también un buen desempeño, -la quinta mejor del país-, aunque  la sitúa en un nivel medio bajo, al igual que alguna de las asignaturas pendientes de esta comunidad, comolas infraestructuras básicas, que siguen siendo uno de los principales lastres que frenan históricamente el desarrollo competitivo de la economía riojana, a pesar de que el estudio señala que su crecimiento es favorable.

El capital humano  -el nivel de estudios- y, en particular, la innovación son los aspectos más negativos; de hecho es una de las pocas variables en el conjunto del Estado y de todos los indicadores que presenta un retroceso respecto a 2022.

Empleadoras vs ocupadas. El Informe de la Competitividad Regional estima como elementos positivos para La Rioja  la variación del PIB en volumen, la tasa de temporalidad, el abandono escolar temprano y la formación continua. Igualmente, la desigualdad, la población con problemas de contaminación, tráfico aéreo y el parque de vehículos ecológicos, las empresas de más de 250 trabajadores y las exportadoras regulares y las mujeres empleadoras son variables con un destacado comportamiento. En el otro extremo, la tasa de ocupación femenina, la población con educación superior, la inversión en protección ambiental,  investigadores, gasto en I+D empresarial y patentes empeoran en 2023. De hecho, el gasto en investigación y desarrollo, un 0.9% del PIB, es uno de los más bajos del país, seis décimas inferior a la media.

Mejora la educación, empeora el ocio. Una economía es competitiva si su población puede disfrutar de niveles altos y crecientes  de vida, así como de altos niveles de empleo sobre una base sostenible» , recoge el Informe de Competitividad Regional, citando un estudio sobre la competitividad europea, elaborado hace ya más de dos décadas por la Comisión, vinculando esta variable con los niveles de prosperidad de una sociedad,

Sobre esta base, el estudio del Colegio de Economistas de España analiza la evolución de la calidad de vida de las regiones españolas, realizando algunas comparaciones con el comportamiento del índice de competititividad regional, (ICREG), utilizando el Índice Multidimensional de Calidad de Vida (IMCV), equiparación que muestra una evolución paralela, en particular en la dimensión 'trabajo', donde hay casi una total coincidencia.

 Desde 2008 solo hay una región, Castilla y León, donde todas las dimensiones han presentado una evolución positiva, lo que le ha llevado a liderar el aumento de la calidad de vida en el conjunto del país, mientras que en los demás casos al menos dos componentes han disminuido.

 La Rioja no es una excepción  y empeora cinco indicadores en estos 15 años, aunque el Índice Multidimensional de Calidad de Vida  mejora un 0,8%, casi la mitad que la media -1,5%-, y una de las cinco comunidades que se sitúa por debajo del 1% en un panorama desigual, que oscila entre 2,8 de Castilla y León y el 0,1 de Asturias, Navarra y Murcia.

El IMCV examina nueve variables, con una evolución, igualmente, muy heterogénea, y es la educación la que presenta un mayor desarrollo en este periodo, tanto en el conjunto del país como en La Rioja. En concreto, en esta comunidad presenta un avance del 9,5 -un 10 nacional- en una tendencia general de crecimiento elevado. De igual manera, el indicador de salud presenta un incremento  de 3,3 puntos -el tercero más importantes de todo el  país, tras Castilla y León y País Vasco-;un 1,8 se apunta la experiencia general de vida -3 en España- y el 1,1, las condiciones materiales de vida, el segundo más elevado del país -Madrid lidera el indicador- en un escenario general de descenso.

Al contrario que la tendencia mayoritaria, trabajo presenta un ligero retroceso, del 0,1; al igual que la seguridad, que muestra un negativo 1,6 frente a un incremento general de dos décimas. La gobernanza y derechos básicos también experimentan un decrecimiento de manera importante, -3-, al igual que entorno y medio ambiente, -0,2.

La mayor caída, no obstante, siguiendo la tendencia general, la presenta ocio y relaciones sociales, al que el estudio atribuye un descenso de 3,2 puntos, al igual que la media del país para un indicador que solo mejora en Castilla y León.