Un siglo después de que Eladio Bezares y Moisés Torrealba, dos riojanos de Fuenmayor, fundaran con 10.000 pesetas y 15 empleados una pequeña factoría especializada en fabricar bolsas de papel, plantando la primera semilla de Toybe, la compañía riojana estrena nuevas instalaciones que les han de conducir con paso firme a afrontar los nuevos retos que se abren de cara al futuro en sostenibilidad, eficiencia y digitalización.
La firma, que estrenó en 1925 su primera planta de producción en línea y fabrica bolsas de papel, envases y packaging, culmina estos días «con éxito» su traslado desde las instalaciones de Avenida de Burgos a su nuevo emplazamiento en la que fuera factoría de Unipapel en el polígono Cantabria. Así lo confirma un satisfecho Eduardo Martínez, su director general, que informa de que ya están trabajando en el nuevo emplazamiento tanto la unidad productiva como el personal de oficinas, tras un trasladado que se ha desarrollado según lo previsto. No obstante, ha supuesto «una pequeña desviación» sobre los 12 millones presupuestados debido al incremento de los costes de materiales de construcción.
La nueva factoría, con una superficie de 30.000 metros cuadrados, de los que 16.000 albergan la fábrica y almacén, responde a las expectativas de la empresa de aumentar las dimensiones, un objetivo que se conjuga con otro de los grandes retos, contar con una planta para adecuar toda la infraestructura y modernizar la maquinaria, más eficiente y productiva para minimizar la huella de carbono. Todo ello para asumir sus retos futuros, que pasan por seguir creciendo en volumen y ampliar el catálogo de productos que fabrica apostando por la sostenibilidad y la economía circular.
«Hemos conseguido una fábrica mucho más sostenible, no solo en los materiales que utilizamos, sino también en los procesos», explica el director de Toybe, que ha instalado placas solares sobre las cubiertas de todas las naves, lo que va a permitir una «potente» generación de energía con el objetivo de «hacer productos lo más sostenible posible».
Nuevos proyectos. La nueva factoría permite también a la firma reforzar algunos proyectos, como la elaboración de envases de papel destinados a la alimentación «cuya máxima sea la sostenibilidad», una linea de negocios incipiente que apuestan por desarrollar.
Con una plantilla de 90 trabajadores, el director general de Toybe no descarta que con «nuevas posibilidades de producción, haya nuevas posibilidades» de incorporar trabajadores, aunque no será de inmediato, sino que habrá que esperar a que todos los procesos estén asentados y controlados, «una vez perfectamente afinada la orquesta».
Además de la factoría de Logroño, Toybe abrió una fábrica de bolsas en China para abastecer a las grandes marcas comerciales y clientes asiáticos.
Sin planes para las antiguas instalaciones. Con la prioridad de realizar un traslado sin más incidencias que las esperadas, el futuro de la factoría de Avenida de Burgos ha quedado en segundo plano, sin que haya, de momento, ninguna perspectiva de cara al futuro.
El Ayuntamiento firmó un convenio urbanístico con Toybe -además de Inmuebles Moisela y Constantia-, que iniciará el desarrollo del varios PERI, proceso que contempla que los propietarios de los terrenos deben abandonar este emplazamiento antes de que se cumplan los 24 años señalados en la delimitación de los diferentes plantes una exigencia a la que la fabricante de bolsas de papel ya ha dado respuesta.
La compañía facturó el año pasado 17,5 millones de euros, un 21% más que el ejercicio anterior y logró la consolidación de nuevos productos, como el packaging para venta online.