La cifra puede parecer desorbitada pero La Rioja registra cada mes algo más de 24 denuncias por personas desaparecidas. Un balance realizado por el ministerio del Interior que cifra en 288 las denuncias interpuestas en los diferentes puestos que el Instituto Armado tiene a lo largo y ancho de la geografía riojana y en la Jefatura Superior de Policía en Logroño. Ahora bien, de todas ellas, nueve permanecen activas y corresponden a cuatro hombre y a cuatro mujeres, y 279 o bien se han resuelto o bien, por diferentes motivos, las Fuerzas de Seguridad del Estado no continúan con la investigación y se encuentran «cesadas».
A pesar de lo elevado del dato, el pasado ejercicio 2023 ha supuesto un considerable descenso en relación al año precedente. En 2022 se registraron en el ámbito de la Comunidad autónoma hasta 365 denuncias por personas desparecidas y permanecen activas dos (ambos de sexo masculino). Dicho de una forma más gráfica, Guardia Civil y Policía Nacional recogieron una denuncia cada día por personas desaparecidas.
Unos datos similares a los reflejados por el área de Gobierno de Fernando Grande-Marlaska en el ejercicio 2021, momento en que se alcanzaron las 370 denuncias. Es, de hecho, la cifra más elevada del histórico que muestra Interior y que se remonta hasta el ejercicio 2010.
De esta forma, el análisis de los datos permite apreciar que las denuncias por personas desaparecidas se dispararon a partir del ejercicio 2019 cuando la Comunidad autónoma superó la barrera de las trescientas denuncias. En los años precedentes la cifra de denuncias, en la mayoría de ejercicios no alcanzaba las doscientas, e incluso en años como el ejercicio 2014, cuando las denuncias no alcanzaron ni las 150.
El Ministerio también proyecta un descenso cuantitativo en el ejercicio 2020, coincidiendo con las restricciones de movilidad impuestas por la pandemia del covid. Ahora bien, a pesar de las citadas restricciones, el número de denuncias por personas desaparecidas rondaron las doscientas.
más de tres décadas. Hay que tener en cuenta que la inmensa mayoría de los casos denunciados no trascienden a la luz pública y se contabilizan también a los menores desaparecidos o ausentes. Sin embargo, en el apartado de la web ministerial dedicado a desaparecidos tan solo constan cinco y en algún caso, con décadas de historial. Es el caso del joven El Haj Saidi, residente en Aldeanueva de Ebro y cuya desaparición se denunció con 16 años. Ahora tendría 40 años. O el del logroñés Gregorio Miguel, que desapareció con 58 años y ahora tendría 76.