Marcharse fuera de La Rioja a trabajar fue rentable para los riojanos en el año 2022 y sus nóminas fueron significativamente más elevadas que las de los que tuvieron o quisieron permanecer en esta comunidad desarrollando su carrera profesional. En concreto, los 114.839 asalariados que no se movieron de la región ingresaron 23.778 euros frente a los 25.779 que supuso el salario medio anual (SMA) de los 1.085 que cogieron el petate, lo que supone una diferencia de 2.000 euros, un 9% más.
Así lo recoge la estadística de Movilidad en el mercado de trabajo en las fuentes tributarias publicada hace unos días por la Agencia Tributaria, que recoge también la importante subida de sueldos para los que emigraron, que ha sido superior al 18% de los 21.605 euros de 2021, mientras que los salarios riojanos experimentaron un crecimiento muy inferior, que la Agencia Tributaria cifra en un 7%.
A tono con las nóminas que se pagan en La Rioja es el salario de las 1.141 personas que por diversas razones decidieron trasladare a trabajar a esta comunidad, que presentan un SMA de 23.480 euros, algo inferior a quienes ya cotizaban en esta comunidad.
Con los dedos de la mano. La Rioja se mantiene además como una de las pocas comunidades españolas que atrae más trabajadores que los que importa, en concreto, fueron 1.141 los que llegaron y 1.085 los que se fueron, una cifra exigua, pero que le hace a esta comunidad disfrutar de un privilegio reservado para unas pocas, un grupo en el que se integran Baleares, Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Madrid y Murcia, además de Ceuta.
La estadística, en la que no figuran datos de País Vasco y Navarra, que no pertenecen al territorio de régimen fiscal común, confirma que La Rioja continúa como una comunidad receptora, tendencia que no abandona desde 2016, último ejercicio en que salieron más trabajadores que los que llegaron, aunque fue en 2022 el de menos movimiento, precisamente desde el citado ejercicio.
Este resultado coincide con lo acaecido en el conjunto del país en 2022, ejercicio en el que 152.000 asalariados cambiaron de comunidad autónoma, lo que representa una disminución de más del 15% en comparación con los 180.000 trabajadores que realizaron la misma transición el año anterior.
Por lo que respecta al perfil de los trabajadores que llegan a La Rioja, la mayoría están entre 26 y 35 años -465- y 36 y 55 -464-, y son los más jóvenes quienes más abandonan esta comunidad en busca de oportunidades laborales. En concreto, son 149 menores de 20 años los que alzaron el vuelo en busca de nuevos destinos, mientras fueron 120 los que llegaron;en el lado contrario, fueron 92 mayores de 55 años los que retornaron o llegaron de nuevo a La Rioja y buscaron la calidad de vida en el último tramo de su vida laboral frente a 71 que se marcharon. En las edades intermedias, las cosas están más igualadas y fueron 473 los que tienen entre 26 y 35 los que salieron y 392 los de hasta 55 años.
Por sexos, fueron 667 varones y 474 mujeres los que llegaron y 596 y 489, respectivamente, los que dejaron esta tierra.
En cuanto a la nacionalidad, en el caso de los españoles las cifras están muy igualadas y se asentaron 922 y 913 emigraron;en el caso de los extranjeros, La Rioja continúa siendo una comunidad de acogida y llegaron más -219-, de los que partieron, 172. Entre estos últimos, las venidas son superiores a las idas en todos los tramos de edad.
¿Y los destinos? Pues con la salvedad de que en la estadística no se recogen datos de País Vasco y Navarra, Madrid es el principal objetivo de los emigrantes riojanos; en concreto 298 eligieron esta comunidad para desarrollar su profesión;la mayoría, 162, tenían entre 26 y 35 años. En segundo lugar, figura Castilla y León, con 155 personas, solo dos más que los 153 de Cataluña. Fueron de Madrid desde donde mayor número de asalariados de trasladaron a La Rioja, 198, de los que 95 pertenecen al grupo de edad entre 26 y 35 años;y de la misma manera, fueron Castilla y León, con 165, y Cataluña las siguientes comunidades de donde más emigran a La Rioja.
La Agencia Tributaria cuantifica en 17 millones los asalariados que permanecen en las comunidades , con Cataluña, seguida de Andalucía Madrid y Valencia.