Vértigo va mucho más allá de el único centro en Logroño donde realizar pole dance y otras formas de hacer deporte a través de hamacas aéreas, aros, bungee fly o pilates. Es un espacio libre de prejuicios y discriminación en el que su propietaria, Verónica Marco, espera que cada uno se sienta feliz, seguro de sí mismo y  sea capaz de expresar, a través de la mezcla del baile y el deporte, sus sentimientos y su forma de ser sin tapujos.

¿Cómo empieza en este mundo?
Desde pequeña yo estudié aquí en la Academia López Infante de Logroño. Luego me fui a Madrid a terminar mis estudios de danza, ahí empecé a meterme en clases de pole dance, telas, acrobacias… Cuando regresé a casa, seguí formándome en Estella y en una academia en las que estaba dando clases de baile pues me propusieron si quería comenzar a dar clases de pole. Empezamos a dar clases con dos barras de podium, pero yo a mí misma me decía que tenía que montar unas clases "en condiciones", con barras ancladas al suelo y al techo con las que poder coreografías sin que se muevan ni penduleen.

¿Cómo nace Vértigo?
Lleva abierta desde octubre de 2021. Hemos hecho dos cursos completos y este año ha comenzado el tercero. Gracias a las redes sociales y al boca a boca sí que ha evolucionando y ha ido aumentando el número de gente que está viniendo. El primer año tuve alrededor de 40 personas y ahora, en este tercer curso, tengo 90. Las clases de poledance son de un máximo de ocho personas, al igual que las de tela. Las sesiones de bungee fly, que tienen seis plazas máximo y luego también tenemos pilates y danza contemporánea, donde sí que hay una pequeña mayor capacidad.

Junto a entrenar y perfeccionar la técnica... ¿cuál es el objetivo de esta academia?
La idea de esta academia es alejar definitivamente los prejuicios y enseñar que el pole dance ha dejado de ser un tabú para ser realmente un deporte. Queremos que se vea como lo que es un deporte, una disciplina más que combina y mezcla su parte deportiva con su parte artística, pero que se ayuda a eliminar esos pensamientos de una sociedad antigua sobre que el pole no es un deporte.

Además, de un trabajo... ¿qué es para usted el pole dance?
Es una forma de entrenar y hacer deporte, estar sano y bien contigo mismo sin que te cueste, sin hacer un sobre esfuerzo y sin darte cuenta de todo lo que estas ejercitando a tu cuerpo. Haces un ejercicio físico muy intenso que en realidad estás disfrutando, concentrado en saber que tienes que colocar la mano aquí o el pie allá. Además, es una forma de superación. Acabas haciendo figuras que te asustan y te asombran, que no te ves capaz de hacer pero al final lo acabas consiguiendo. Logras objetivos que no sabías que podías hacerlos. Mucha gente dice que no son capaces, pero cuando te pones y entrenas un poco te das cuenta de que sí que podían y se enganchan y empiezan a venir.

Por lo que dice… el pole dance también es una forma de expresión de los sentimientos personales sobre la barra
Cuando haces coreografías o enlazas figuras con movimientos es un modo de expresión y poder explayarte y demostrar  sobre la barra ser como tú realmente eres, a través del movimiento.

Queda encuadrado... ¿en qué disciplina deportiva?
Tengo dudas (ríe). Es una amalgama, con partes de mástil chino en la parte de gimnasia, pero se mezcla con la parte artística. Tiene vertientes que permite practicarlo de una forma mucho más deportiva o de una manera mucho más creativa. En los campeonatos, por ejemplo, cuenta todo: tanto figuras y técnica a la hora de realizar tu ejercicio, como la coreografía.

¿Qué se necesita para iniciarse en el pole dance?
Ganas (ríe). Yo siempre digo que en este deporte puede empezar cualquiera y así cada uno tiene que ver sus capacidades y la forma física en la que está. A partir de ahí, empezar poco a poco, ir trabajando y evolucionando. Hay gente que tiene más fuerza o más flexibilidad, pero sin agobiarte y teniendo paciencia se ven paulatinamente como llega el progreso.

¿Cómo se entrena?
La clase se divide en un calentamiento con unos ejercicios de fuerza y flexibilidad, los ejercicios en barra y estiramientos finales para volver a la calma. Como son figuras, es un deporte complicado y también hay un factor a tener en cuenta como es el agarre. Si tú sudas mucho, te resbalas. No querer que las cosas salgan "ya" porque hay aprendizajes que requieren de práctica y es un proceso lento pero muy bonito.

¿Cuál es el perfil de las personas que entrenan aquí?
De momento el porcentaje es mucho mayor de mujeres que de hombres, aunque sí que es cierto que cada vez hay más hombres. En cuanto a la edad, el rango es muy amplio, pero sí que suelen ser mujeres entre 20 y 40 años, aunque contamos con mujeres de más y menos edad.

¿Ha tenido casos sobre prejuicios sobre el pole dance?
Casos en adultos que pese a disfrutar haciendo poledonce pero lo han dejado por miedo al qué dirán no he tenido. Pero sí que he experimentado casos de padres que han traído a adolescentes y que se han encontrado más reacios a que su hija practicara este deporte. Les costaba un poco introducirse y dejar a ella libre mientras veían que disfrutaba haciendo esto.

¿Cómo funcionan los campeonatos?
Tienes que trabajar muchísimos aspectos que tú saben que van a ser valorados por los jueces. Por un lado tienes la técnica, tus poses y tu capacidad física a la hora de realizar las figuras en las que tienes que trabajar tu fuerza y flexibilidad. Además, también se valora la composición de la coreográfica, la mayor o menor complicación de la misma, la temática, la música que siempre es a tu libre elección y que puede ser con o sin letra… y, sobre todo, y más importante: que todo concuerde con armonía.

¿Cuánto influye en el poledance el aspecto mental?
La cabeza cuenta mucho porque cuando vas a competir necesitas tener la mente fría, no ponerte nervioso, no acelerarse en la música, saber en qué momento tienes que respirar, abrir un split, colocarte en la posición… pero la parte más importante es física. Por muy buena cabeza que tengas, si no tienes bien trabajada la base y bien trabajado el cuerpo, es muy complicado hacerlo bien a la hora de competir oficialmente.