En la Villa de Ocón no sorprende la inclusión del castillo en la Lista Roja del Patrimonio español. «Llevamos viendo su deterioro toda la vida y, aparentemente, nadie ha hecho nada para solucionarlo».
La recién incorporada alcaldesa, Inamcula Ortega, destaca que es «nuestro único bien de interés cultural, que oficialmente cuenta de varios elementos de protección que sirvieron para evitar tener en el monte de al lado unos mega parques con enormes aerogeneradores porque la protección impedía la destrucción de este paisaje».
Sin embargo, lamenta el estado en el que se encuentra. «Antes de saber que lo iban a incluir en esta lista yo ya había propuesto buscar la forma de recuperarlo para el pueblo y rehabilitarlo, pero desde que el otro día me llamaron de Hispania Nostra para decirme que lo incluían en la lista, con más motivo, aunque de inicio estamos un poco atados al ser de propiedad privada», indica esperanzada de que, junto al Gobierno de La Rioja «y al consejero de Cultura, que es un gran amante de la historia, podamos hacer algo».
Ortega indica que para cuando en el pueblo recibieron la noticia de que el castillo pasaba de manos públicas a privadas «hacía tiempo que se había hecho, pero aquí nunca ha venido nadie a hacerse cargo, por eso cuando hace 12 años empecé como concejala comencé a buscar escrituras y documentación pero nos costó dar con ellas».
Confirma que las estipulaciones del contrato obligan a que «en los primeros 25 años de la compra el bien debía ser restaurado o consolidado, pero en 50 años no se ha hecho nada, se ha deteriorado, se está desmoronando día a día, y la pequeña torre del homenaje que había ya cayó y está en el barranco, totalmente caída».
Cabe recordar que la zona en la que se encuentra, un alto junto al pueblo, son tierras de aluvión que tiende a abarrancarse debido a que el terreno es de tierras arcillosas con mucha piedra suelta. «Al deterioro propio del tiempo, se suma el propio terreno».
Interés compartido. Ortega subraya que «en La Rioja hay profesores, historiadores, arqueólogos y asociaciones como Amigos de La Rioja o Rioxa Nostra que impulsan mucho el cuidado del patrimonio y se preocupan por explicarlo y ayudarnos a consolidarlo, así que ya hace un tiempo me puse en contacto con ellos, con el objetivo de buscar la forma de recuperar el bien e intentar intervenir sobre él para poder consolidarlo con ayuda de las instituciones públicas, algo que mientras sea privado no es posible hacerlo, como es entendible».
Al no existir un mecanismo aplicable para hacer una ejecución subsidiaria, la alcaldesa indica que junto al resto del Ayuntamiento hará «lo posible» por convertir este bien en «público», porque «existe un modo de recuperar bienes de interés público abandonados, más aún cuando había un compromiso de restaurarlo en la compra, ahí se puede solicitar la reversión de la titularidad».
Ortega cree que «primero hay que conversar con la propiedad» para poder llegar «a la consolidación y restauración que queremos».