La Rioja suma 1.134 suicidios desde 1980 y crece entre mujeres

R. Muro
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Las muertes entre ellas crecen un 4% anual; entre ellos, descienden un 1%. En el periodo de tiempo analizado fallecieron 865 hombres y 269 mujeres. El informe del Seris no aprecia un crecimiento significativo durante pandemia

La Rioja suma 1.134 suicidios desde 1980 y crece entre mujeres - Foto: Óscar Solorzano

Los datos que proyecta el informe 'Tendencias de mortalidad por suicidio', publicado recientemente por la consejería de Salud, dibujan un escenario cuanto menos escalofriante. Son en total 1.134 los residentes en el ámbito de la Comunidad autónoma los que se han quitado la vida entre los años 1980 y 2023. Y entre ellos, 865 fueron hombres y 269 mujeres. 

Pero más allá de los datos, de por sí preocupantes, el estudio muestra una leve y puntual tendencia al alza entre las mujeres en general y una muy ligera disminución de los casos en hombres. De hecho, y teniendo en cuenta que la comparativa en términos porcentuales puede mostrar, por sí misma, una realidad exagerada, el análisis absoluto de la evolución de los casos de suicidio año a año confirma la principal conclusión del estudio. En 1980 se quitó la vida una mujer mientras que en 2023 fueron diez. Un porcentaje desorbitado en términos porcentuales. Tan solo en los años 1996 (12 casos) y 1999 (11 casos) se superaron los diez suicidios en La Rioja entre mujeres.

Por su parte, en el año de referencia tomado para trazar la evolución de este tipo de fallecimientos deliberados, como define el propio informe de Salud, se quitaron la vida 17 hombres, mientras que en 2023 la cifra ascendió hasta los veinte. A lo largo de la serie histórica, se alcanzó en los años 1990 y 2002 los 29 fallecimientos por suicidio.

Con todo, el análisis completo del periodo objeto de estudio, lleva al informe a concluir que «las mujeres han mostrado, aún con fluctuaciones en la tendencia, un aumento constante y estadísticamente significativo del 4% anual, de forma que cada año y en promedio, la mortalidad por suicidio es un 4% mayor que el año anterior». Por su parte, los varones reflejan «un descenso constante medio del 1%, también significativo» para los responsables del informe.

Por otro lado, el análisis por edades conduce a otra conclusión igualmente preocupante. En primer lugar, existen diferencias por sexo en la mortalidad según grupos etarios. En concreto, subraya el estudio firmado por Enrique Ramalles,  María Isabel Palacios y Carmen Quiñones, todos ellos adscritos al sevricio de Epidemiología del Servicio Riojano de Salid (Seris), «la mortalidad de los grupos de edad más jóvenes y femeninos ha aumentado en los últimos años». Mientras tanto, en el caso de los hombres, las tasas «tienden al descenso, a excepción del grupo de edad de 40 y los 44 años». 

En resumen, el periodo de tiempo analizado evidencia que fallecieron por suicidio 3,2 veces más varones que mujeres. «Una sobremortalidad masculina -prosigue el informe- que se ha mantenido todos los años objeto de análisis». Dicho de otra forma, «por cada mujer que fallece por suicidio, lo hacen entre dos y cinco varones a pesar de que la tendencia entre ellos tiende a disminuir».

Sin efecto pandemia. El informe 'Tendencias en la mortalidad por suicidio 1980 - 2023' se sumerge también en el efecto que la pandemia del covid-19 ha tenido sobre este tipo de muertes deliberadas. En este sentido, del análisis se desprende que la crisis sanitaria, efectivamente, protagonizó un leve aumento de los suicidios pero «sin diferencias estadísticamente significativas» como se pensaba, matiza el estudio, ya que se han dado aumentos similares en otras épocas. Una conclusión extraída de la comparativa de los periodos prepandémicos (2016-2019) y peropostpandémico (2020-2023). Con todo, la Comunidad autónoma está por debajo de la media nacional en este tipo de muertes.

«Los datos son preocupantes pero no para crear alarma; van en línea con el resto del país»

Magdalena Pérez aplaude el desarrollo del estudio 'Tendencias de la mortalidad por suicidio» ya que «nos permite conocer con qué colectivos es necesario trabajar para reducir los fallecimientos». Una serie de datos absolutos y estadísticos que «no existen en prácticamente ninguna Comunidad y que tenemos la suerte de disponer en La Rioja».

Más allá de la validez del informe, éste avala que en el ámbito de la región «no están pasando cosas raras y que vamos en paralelo a la tendencia del país y de la mayoría de las comunidades autónomas». 

En cualquier caso, la presidenta del Teléfono de la Esperanza quiere dejar claro que «un solo suicidio es preocupante, pero las cifras que arroja el informe no son para crear alarma». 

En estos más de cuarenta años en los que se sumerge el informe del servicio de Epidemiología del Seris, «ha habido tiempos mejores y tiempos peores». Unas fluctuaciones que de media, arrojan un aumento del 4% entre las mujeres y una disminución del 1% entre los varones.

También señala el estudio un leve y puntual aumento de casos entre las mujeres y los jóvenes si bien, Magdalena Pérez matiza que no se trata de un aumento ni sostenido en el tiempo, ni considerable en términos absolutos. Y ahí entra en juego el mal de la estadística, ya que entre cifras pequeñas, un pequeño un aumento es porcentualmente mucho. 

En cualquier caso, y fijando la mirada en lo estrictamente positivo, es que los datos «no dan pie a crear alarma».La radiografía que traza el informe es similar a lo que sucede en el resto del país con la diferencia de que «nosotros ahora tenemos los datos en la mano y tenemos más información para poder actuar» en consecuencia.

Lo que sí aprecia Pérez, y no consta en el estudio, es que «aumenta el nivel de sufrimiento, las ideaciones y las autolesiones», concluye.