Aportar o vivir de la contra
David Bastida Caro
Siguiendo en la línea de semanas anteriores, hablaré de las bodegas de ésta nuestra Denominación. Hay, bajo mi criterio, cuatro tipos de bodegas: tenemos pequeñas bodegas familiares, normalmente proyectos que han dado un paso más allá de producir uvas de más o menos calidad a producir graneles y posteriormente vinos con su marca.
Bodegas de mediano tamaño; generalmente, empezaron como las primeras y el pasar de los años y el buen hacer de sus gentes las han ido haciendo crecer, no sin algún buen susto por el camino. En su mayoría, presentan un grado de profesionalización bastante avanzado principalmente en su parte comercial.
En tercer lugar, las bodegas grandes, algunas pertenecientes al 'Grupo' y otras a otras asociaciones. Normalmente están total o casi totalmente profesionalizadas en todos sus departamentos y son los actores principales de la película, visto su volumen de venta.
Por último, y no por ello menos importante, las factorías de Rioja. Son como las anteriores, pero mucho más grandes y principalmente se dedican a intentar convencer al resto del mundo de que no son tan grandes, que mantienen el espíritu del labrador (joder qué bonito) y que crean marca, valor y trabajan para evitar la despoblación rural...me parto.
Existe otro grupo que se denominan a sí mismas las clásicas y protectoras del espíritu de San Millán y de Baco, pero que se pueden incluir por tamaño en los otros grupos.
Lo importante no es nada de esto, no es el tamaño, no es la historia, no es el número de barricas de la nave, ni tan siquiera el dinero del constructor, del accionariado...Un saludo Richi. Lo verdaderamente importante, lo que nos marca todo, es aportar o vivir de la contra, es decir, aportar a nuestra historia a nuestro pasado, presente y futuro, a nuestro paisaje, al respeto a nuestros mayores y a los que el futuro traerá, a lo que somos en definitiva. O por el contrario queremos aprovecharnos de todo eso con una buena campaña de marketing y vivir de lo que seguramente nunca merecieron.