El festival Holika, el mayor de ritmos urbanos latinos del norte de España comienza hoy su quinta edición, la segunda en Calahorra.

Por delante, la jornada inaugural de esta tarde más tres días de música desde las 18 horas hasta las 7 de la madrugada del día siguiente. Desde la organización esperan que el evento congregue a decenas de mlles de personas, tras haber vendido más de 80.000 entradas.

El público disfrutará de los más de cien artistas propuestos entre los que se encuentran nombres como Lit Killah, Eladio Carrion, Mora, Justin Quiles, Chimabla, Lyanno, Rels B, Tockischa, Ryan Castro, Emilia, María Escarmiento o el televisivo Jaime Lorente.

Llenado de las barras de hostelería del Holika. - Foto: Óscar Solorzano

En esta ocasión el presupuesto supera los 2,7 millones de euros, según fuentes de la organización, frente a los 80.000 euros de la primera edición. «Es increíble ver como ha crecido el proyecto», apunta el promotor Mario Cornago, que subraya que «es fundamental la planificación, tiempos, excel y todo el equipo de trabajo, con cerca de 700 trabajadores, que son fundamentales, aunque es un reto».

Como novedad, este año se han programado actividades en la ciudad para dinamizar el comercio, turismo, ocio y hostelería, para el disfrute de los propios calagurritanos, señalan desde el festival, incluidas fiestas acuáticas. Los lugares elegidos para dichas actividades dinamizadoras son el Paseo del Mercadal, eje neurálgico de hostelería, el parque del Cidacos y las piscinas municipales. Además, se han distribuido por toda la ciudad  elementos temáticos que recuerdan a la cultura romana de la ciudad bimilenaria. «Se está viviendo con mucha expectación e ilusión y es una inyección económica muy importante», indicaba la alcaldesa, Mónica Arcéiz, horas antes.

Se trata de «un punto y aparte en la historia del festival», apunta el promotor, Mario Cornago, que siente la ciudad como una parte de él mismo.

Técnicos de montaje finiquitan el segundo escenario. - Foto: Óscar Solorzano

«Para mí Calahorra es tan ribera del Ebro como Corella o Cortes (donde se celebró por primera vez el festival), yo he estudiado aquí en el Conservatorio y mi padre ha trabajado aquí, y todo ha sido sencillo. Además, la Corporación socialista entrante en 2019 se mostraron muy interesados en traer aquí el festival y nos abrieron la posibilidad de venir», asegura.

Aprendizaje.
Si el año pasado se daban dificultades el primer día con masificaciones en los acceso; este año, los han multiplicado por cinco y los han trasladado a otra zona. «Fue algo nuevo para nosotros por la peculiaridad del serpenteo del recinto, que conllevaba cortes de tráfico y tratamos de hacerlos sin molestar a los vecinos, eso hizo que los asistentes circularan por la zona para vehículos y se generaran situaciones complicadas, pero ahora se ha modificado, somos los primeros en aprender de los errores», apunta Cornago.

Preparativos del festival Holika el día previo a su apertura. - Foto: Óscar Solorzano

Unos visitantes que llegan, mayoritariamente de fuera de la zona. «Tenemos un 25 al 30% de Navarra y La Rioja, el resto son de otras comunidad, incluso de fuera de España. Hay hasta 13 nacionalidades registradas. Tenemos contabilizados cerca de 500 clientes que vienen desde el continente americano, eso supone que han comprado vuelos para ver a sus artistas favoritos aquí, lo que nos llena de orgullo y es algo increíble», indica Cornago.

Servicios.
La propia organización dispone de varias zonas de acampada libre, así como de otras más exclusivas, de glamping en las que es Holika la que proporciona las tiendas de campaña y colchones por unos 100 euros por persona para todos los días del evento.

Para que todo vaya bien, se han dispuesto normas de uso de las zonas, además de un puesto sanitario y seguridad.

Elementos decorativos aguardan a su instalación mientras dos operarios colocan un vallado. - Foto: Óscar Solorzano

Los asistentes también cuentan con zonas para adquirir comida y bebida, así como duchas y baños.

También están previstos controles y un exhaustivo trabajo en materia de seguridad. «Trabajamos con vidas humanas, lo tenemos en cuenta, y hay protocolos de acción contra violencias sexuales y de género. Por ejemplo, todo el personal conoce el protocolo Ángela, de forma que si alguien se acerca preguntando por Ángela recibirá ayuda al instante, y habrá un punto violeta», destaca Cornago.

«Nuestro vínculo con la Guardia Civil y la Policía Local de Calahorra es muy necesario y por eso agradecemos el trabajo que hacen los especialistas».