"Arrancar es un verbo que posiblemente tengamos que conjugar"

Gustavo Basurto
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Fernando Ezquerro (Autol, 1965) afronta la etapa final de su mandato al frente del órgano de gobierno del vino de Rioja. Preside también la Federación de Cooperativas Agrarias de La Rioja y desde hace 21 años la Cooperativa Marqués de Reinosa

Fernando Ezquerro, en la sede del Consejo Regulador de la Denominación Rioja. - Foto: Óscar Solorzano

Tiene el punto justo socarronería y de parquedad de palabra del hombre de campo y de prudencia a la que obliga la representación institucional de la denominación de origen vitivinícola con más pedigrí del país. 'Catón' de pura cepa, Ezquerro apela al consenso y a la cautela ante decisiones como el arranque de viñedo y es optimista sobre el futuro del Rioja. Cuando deje poder a la 'savia nueva' el próximo año, tendrá más tiempo para dedicarle a sus viñas de Autol, pasear y tomarse un vino con los amigos.   

Tenemos la Navidad encima, época clave para vender vino. ¿Cómo están yendo las ventas del Rioja?

Podemos ser optimistas. Estamos contentos, porque después de unos años complicados, por primera vez vemos datos positivos. Lo preocupante es que el sector, a nivel global, sigue encogiéndose, porque cada vez se consume menos vino. Es verdad que este año, a fecha de noviembre, las bodegas de Rioja habían retirado nueve millones y pico de contras (contraetiquetas) más, lo cual es un dato positivo, mucho mejor que los de nuestra competencia.  

¿Con los datos disponibles, como cerrará 2024?

No hay datos día a día, pero a 30 de noviembre estamos satisfechos, teniendo en cuenta la que está cayendo, porque los datos a nivel español y mundial siguen siendo malos. Vamos a esperar a ver cómo acaba el año, porque la comercialización tiene un gap, pero que la gente sigue viniendo a por contraetiquetas y que tengamos en octubre el primer dato positivo de comercialización, con más de medio punto, nos hace ser moderadamente optimistas, porque el sector lo está pasando mal.

¿2024 será mejor que 2023?

Esa pinta tiene, creemos que sí.

La palabra de moda es 'arranque'. Aunque no haya unanimidad, sí cosecha muchos apoyos y el Gobierno riojano ha pedido al Ministerio que lo plantee en Europa. ¿Cuándo se pondrá sobre la mesa una propuesta para eliminar viñas en Rioja?

Seguimos trabajando en propuestas. El arranque tiene muchas complejidades, porque hay que pensar en quién va a arrancar, cuánto, cómo y dónde. Es un tema muy complejo, pero hay que buscar una salida digna a gente que si esto (la crisis de ventas) deja de ser coyuntural y se convierte en estructural puede que no tenga sitio en este sector.

¿Se debatirá abiertamente su implantación en la DOCa antes de que concluya su mandato como presidente del Consejo en 2025?

Creo que se formulará. Hay que buscar soluciones que sean aceptables por parte de todos y razonables. 

¿El sector estará dispuesto a financiar parte de las indemnizaciones a los viticultores que arranquen? 

Habrá que buscar unas fórmulas. Se han tomado muchas medidas en 2023 y 2024 y por primera vez estamos bajando existencias; el año pasado apenas fueron 10 millones de litros y este años van a ser más de 80. Con unas cuestiones y otras, el sector estará más equilibrado. El arranque es una medida estructural, pero no podemos dejar a nadie desamparado. Hay viticultores en situaciones muy duras y debemos apoyarles para que tengan una salida digna. 

El ministro Planas dijo que, en todo caso, un arranque de viña sería 'quirúrgico', no masivo. ¿Lo comparte?

Sí, pero es mi opinión personal. Creo que se llegará a un acuerdo y está más cerca que antes, pero son decisiones que cuestan. Este sector es muy complejo, pero también muy maduro. Desde la vendimia hemos tenido ya cinco reuniones y tendremos más; cada coma y cada palabra cuesta moverla de su sitio, pero precisamente por eso las decisiones en el sector suelen ser razonables.

¿El descenso mundial en el consumo  de vino es irreversible?

Hay países en los que está creciendo y uno de ellos, ahora que se habla de Mercosur, es Brasil, donde ha crecido un 20%, y en Estados Unidos un 5. Es verdad que en Europa está cayendo el consumo de vino, en China cayó hace años, pero vuelve a repuntar, lo mismo que Rusia. Parece que Europa, que es prácticamente el 48 por ciento del consumo mundial, está cayendo, por lo que habrá que buscar otras oportunidades.  

El sector seguirá necesitando ayudas a la destilación y cosecha en verde. ¿Cuánto más tendrá que depender la DOCa de fondos públicos?

La vendimia en verde es una ayuda con fondos europeos que está ayudando a paliar el momento. En la destilación, el Gobierno de La Rioja prometió dos años y el Gobierno Vasco lo ha seguido; se han cumplido dos años y no sé si seguirá. Estamos ganando tiempo como sector, pero es verdad que si las ventas no se recuperan tendremos que pensar en medidas estructurales y una de ellas puede ser el arranque, esa palabra maldita, un verbo, arrancar, que posiblemente tengamos que conjugar alguna vez, pero si se hace hay que hacerlo de forma consensuada por el sector y ayudando de la forma que podamos a gente que ha dejado su vida en el sector a salir de aquí. 

¿Qué otras medidas habría que adoptar para recuperar el equilibrio entre producción y ventas?

Vender más, no hay otras. Como sector debemos ser generosos con la Denominación. El año que viene Rioja cumplirá cien años y es una Denominación que nos ha hecho a las bodegas estar aquí y a los viticultores producir uva en vez de otra cosa. Tenemos que darle una oportunidad a Rioja y muchas veces ves cosas que no te terminan de gustar. El viticultor de Rioja tiene la obligación de ser responsable con su producción, pero la bodega debe pagar dignamente ese producto, porque si no se producirá un deterioro en todo que terminará afectando a la marca Rioja. Tenemos que defender esa marca de forma consecuente y leal. 

¿Hay riesgo de que se queden por el camino pequeñas bodegas y viticultores si no se recuperan las ventas?

Se pueden quedar viticultores, pequeñas y grandes bodegas, mucha gente. Y este es un bien social para esta región y debemos ser responsables como sector. Tenemos que defender a quien hace bien las cosas, genera valor y quiere seguir trabajando de forma leal con la marca. Esa es la gran misión del Consejo.

 

¿Y qué hay que hacer con quien no actúe de esa manera?; por ejemplo bodegas que paguen la uva por debajo de costes.

Nosotros (el Consejo) ni compramos uva ni vendemos vino, pero tenemos que defender al que se porta bien con la Denominación. 

¿Es un problema encontrar crianzas de Rioja a menos de 2 euros en lineales de supermercados?

El tema comercial, no es un tema nuestro. Por encima de que cada uno venda sus vinos como pueda, me conformaría con que la bodega pague dignamente las uvas y el viticultor haga una viticultura responsable. Con esas dos cuestiones tendríamos solucionado buena parte del problema de Rioja. 

La Ley de la Cadena Alimentaria debe garantizar que no haya precios a pérdidas, pero hay denuncias por ventas de uva por debajo de coste. ¿Es una batalla perdida?

Es una ley y el que no la cumpla se arriesga a que puedan denunciarle.

¿Hay tanta trampa como se dice?

No lo sé; repito que nosotros ni compramos uva ni vendemos vino, sino que tenemos que defender que lo que ponga en la botella sea verdad, que el producto sea digno de llevar esa marca y que el trabajo de viticultores y bodegas tenga que ver con la garantía de calidad que aporta Rioja al producto. 

Usted preside la Federación de Cooperativas. ¿Están pasándolo especialmente mal las cooperativas?

Sin duda. Somos el último eslabón de la cadena y cuando sobra vino, el que más sobra es el de las cooperativas, que no tienen una red comercializadora potente. Las cooperativas deben hacer también sus reflexiones y estrategias. Lo que ha servido hasta ahora ya no sirve y habrá que tomar decisiones de cara a un futuro más halagüeño.

¿Y por dónde deberían ir esos cambios, por ganar dimensión?

Hay mil historias: ganar dimensión, especializarse en un tipo de proyecto, en graneles para criar, graneles para vino joven, embotellado...pero hay una revolución pendiente en las cooperativas y debemos afrontarla, porque si no nos quedaremos fuera de la ecuación. 

El Gobierno Vasco acordaba en octubre ayudas extraordinarias por casi 6 millones a los viticultores de su región. ¿Llevan ventaja los productores vascos sobre los riojanos?

El Gobierno Vasco está haciendo un gran esfuerzo por su viticultura, pero también el Gobierno de La Rioja. Pero son dimensiones distintas; el Gobierno Vasco es muy grande contra una viticultura muy pequeña y el Gobierno de Rioja es muy pequeño contra una viticultura muy grande. Pero el esfuerzo lo están haciendo los dos y hay que agradecérselo. 

El acuerdo UE-Mercosur abre oportunidades en Brasil pero también temor a la competencia del vino argentino. ¿En general es positivo?

España produce 40 millones de hectolitros y se bebe 10. A nosotros nos interesa que nos abran mercados para poder vender vino. En Rioja exportamos más del 40 por ciento de nuestros vinos  y más del 40 por ciento del valor de los vinos de calidad que se exportan son Rioja. Seguramente tendrá efecto bumerán alguna cuestión, pero soy optimista con que se nos abren los mercados. Somos la principal región exportadora de España y debemos estar contentos de que nos quiten aranceles. 

¿En qué países o nichos de mercado pondrá el foco la estrategia de promoción del Rioja?

Tenemos campañas en muchos países maduros, pero también desde hace unos años estamos trabajando Canadá, México, China, que es el gran mercado que nunca termina, y estábamos en Rusia, pero con la guerra paramos máquinas allí, y toda la zona del sur de Asia. En cualquier lugar donde veamos mercado para promocionar vino. 

Otro problema es el cambio climático. ¿Cómo la ataca Rioja?

Somos pioneros también en todo lo que se refiere al cambio climático. Aparte de las estaciones climáticas del programa Datadoc, hemos puesto un montón de estaciones agroclimáticas más y hemos creado un sistema de inteligencia artificial para monitorizar el viñedo, que ayuda al viticultor y a las bodegas a tomar decisiones correctas. El cambio climático es un reto ineludible que nos dará dolores de cabeza, pero Rioja es pionera en intentar adaptarse a él. 

  

Si se acuerda el arranque de viñedo, ¿habrá riesgo de perder cepas viejas y variedades minoritarias?

Hay que tomar decisiones. Rioja tiene herramientas diferentes a otras regiones, con variedades de ciclo más largo, que pueden ayudarnos a hacer vinos más frescos en estos momentos en los que el clima se está enrareciendo. Cualquier decisión (sobre el arranque)  tiene que pasar por resoluciones a medio plazo de tipo varietal y de dónde plantar y cómo hacerlo.

Los blancos, que en los últimos años han tirado más del consumo que los tintos, ¿han tocado techo ya?

Vamos a ver. Este año va a ser más difícil porque no vamos a tener blanco que vender. Pero estos últimos años hemos sido ya la segunda denominación en blancos, al adelantar en volumen a Rías Baixas. Se están vendiendo bien, pero en este sector las decisiones son lentas y debemos pensar cuánto blanco somos capaces de vender dignamente. Pero creo que seguirá creciendo y será una apuesta segura, al menos a corto y medio plazo. 

¿Hay que explorar otros tipos de vino de moda, con más azúcar o con menos alcohol o es arriesgado?

Es un riesgo pero a veces el que no se arriesga no pasa el río. Son decisiones que deberá tomar el sector. Es una decisión de calado y se habla de ello. El vino tiene una identidad y perderla también es complicado. Vamos a ver hasta qué punto podemos generar nuevos productos sin perder la identidad de Rioja. 

La sentencia del Tribunal del País Vasco que frena la Denominación Viñedos de Álava ¿cierra la amenaza de ruptura en la DOCa Rioja?

El consumidor busca certezas y no quiere ruidos. Este es un tema que nos ha lastrado mucho como imagen, sabiendo desde el principio que teníamos razón y que nos la iban dar los tribunales. Pero es bueno que el Gobierno Vasco haya decidido no pelear más esta historia. 

El próximo año la Denominación de Origen cumplirá un siglo de historia. ¿Será buena ocasión para dejar despejar incertidumbres y encarrillar otros cien años de porvenir?

Somos la región más antigua de España y tendremos que celebrar como se merece el centenario de Rioja, por encima de la situación coyuntural. Rioja está por encima de nosotros, seguirá estando, es una gran marca, un legado que nos dejaron nuestros bisabuelos y que ha generado mucho valor a esta región.

¿Será una celebración austera o se echará la casa por la ventana?

Siempre somos austeros; en lo único que gastamos es en promoción, porque en eso tienes que ser generoso, porque es una marca que genera valor. Pero los actos institucionales siempre son austeros. 

¿Hasta qué punto ayuda el enoturismo a muchas bodegas a sostenerse como complemento frente a la caída de ventas de vino?

Es muy importante. Hay 200 bodegas abiertas, cifra récord con casi 900.000 visitas en 2023, más generación de valor que nunca, con unos 150 millones de euros, un 30 por ciento de visitas internacionales y, sobre todo, fidelización de marca. El que viene y se le trata bien piensa que merece la pena apostar por Rioja cuando vuelve a su casa.

¿Y se puede hacer más para potenciar Rioja como reclamo turístico?

Siempre hay que mejorar. Rioja ha cumplido cien años por no quedarse quieta y ser dinámica. Nuestra diversidad no lo tiene nadie más. 

¿La Ley del Paisaje garantizará del todo la preservación del patrimonio paisajístico del viñedo riojano?

Esperamos que sí. Los 900.000 visitantes, que serán más en los próximos años, merecen un paisaje de viñedo que les haga volver y recordarlo como una región fantástica. No estamos en contra de las energías limpias, pero hay un sitio donde ponerlas sin estorbar a un patrimonio tan rico como es el del viñedo. Los otoños tan preciosos en Rioja no se pueden perder poniéndoles hierros delante que distorsionen la vista. 

El acuerdo en la Interprofesional para modificar sus estatutos afecta también a la representatividad en el Consejo.  Se acordó por unanimidad, aunque alguna organización dice que aún falta 'democracia'. ¿Qué opina de ese reproche?

En 2003, el sector creó un sistema de representación donde se valoraba cuánto aporta cada uno al sector para estimar su peso. En 2014 se modificó para apoyar la comercialización de las cooperativas y, ahora, se modifica de para evitar algunas duplicidades.  Lo que ha hecho ahorra la Interprofesional es cumplir el compromiso adquirido hace más de dos años de redefinir su sistema de representación con un acuerdo unánime, lo que demuestra que el sistema de acreditación de Rioja es el más preciso y exigente de todas las interprofesionales de España.

2025 será año de elecciones en la Presidencia de la DOCa; y en Fecoar. ¿Seguirá al frente de la Federación de Cooperativas?

He llegado a lo más alto en un momento que no es muy bueno y hay que dejar paso a gente más joven, buscar savia nueva que reactive todo esto. Voy a cumplir 60 años y llevo 21 en mi cooperativa y desde entonces, cada día más implicado. Mi idea es empezar a dejar cosas. 

¿Seguirá como un viticultor más?

Como viticultor y como apoyo a las cooperativas, para lo que me van a tener siempre.