1 de cada 3 riojanos ha sido testigo de edadismo en el trabajo

R. Muro
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Una encuesta realizada durante 2024 analiza la discriminación hacia personas mayores en entornos laborales. La Rioja se sitúa entre las siete regiones con mayor impacto por cuestiones solo de edad

1 de cada 3 riojanos ha sido testigo de edadismo en el trabajo - Foto: Óscar Solorzano

La impaciencia ante una persona mayor que se mueve con dificultad, el hecho de tener que repetir una frase varias veces o incluso, que un trabajador ya de cierta edad presente problemas para adaptarse a las nuevas tecnologías. Precisamente en esta última situación focaliza la consultora GI Group uno de los pocos estudios que en general se han desarrollado sobre el edadismo y, en concreto, sobre el impacto de los prejuicios y la discriminación por motivos relacionados exclusivamente por la edad.

Un informe basado en las percepciones entre trabajadores de diferentes edades y que no deja en muy buen lugar a La Rioja.

El estudio, realizado durante el aún presente ejercicio 2024, basa su justificación en la prórroga de la edad laboral y el retraso de la jubilación pero también argumenta entre sus conclusiones, que la incorporación de las nuevas tecnologías a los puestos de trabajo están suponiendo un obstáculo para empleados y directivos de cierta edad. 

De hecho, llama la atención el informe por una «la tecnología que parece ser uno de los factores disruptivos que está marcando la diferencia en la convivencia entre las distintas generaciones». 

Analizando ya los diferentes datos que proyecta el estudio, El 92,9% de los riojanos encuestados se muestra contundente al asegurar que existen prejuicios en el mundo laboral por razones de edad. El porcentaje más elevado del conjunto de las comunidades autónomas cuya media se sitúa en el 87%. Cantabria obtiene la nota baja con un 75%. Por edades, es la franja de 24 a 35 años los que de forma mayoritaria observan este tipo de prejuicios y discriminaciones en el ambiente laboral. 

También se sumerge la consultora en analizar las causas de la discriminación por cuestiones de edad. En este punto, el 71,4% de los riojanos encuestados considera que existe «una errónea percepción de lo que significa hacerse mayor». Y entre las causas, el conjunto de la encuesta se refiere a la brecha digital entre generaciones, los prejuicios existente entre los jóvenes o incluso el hecho erróneo de minimizar la productividad en el trabajo. Tan solo un 3,1% de los encuestados creen que «no existe discriminación por motivos de edad» en el mercado laboral. 

Por sexos, las mujeres aseguran de forma mayoritaria que el edadismo les afecta más a ellas y un 13% de los hombres consideran que ellos soportan una mayor discriminación. 

Episodios concretos. Tras el análisis basado en percepciones, GI Group se adentra en un encuesta basada en hechos reales. Es decir, si el encuestado ha presenciado directamente algún caso de edadismo. Y en este apartado, la Comunidad abandona las primeras posiciones si bien, algo más de uno de cada tres riojanos ha sido testigos de episodios de discriminación en el entorno de trabajo. 

Aún así, la región se sitúa entre  las siete comunidades autónomas con mayor porcentaje de respuestas que avalan este tipo de casos. Islas Canarias, Región de Murcia y Cantrabia encabezan este apartado del informe. 

Siguiendo con los diferentes puntos de uno de los escasos estudios sobre edadismo, y el más reciente (se desarrolla durante 2024), los riojanos, con un 85,7% son los que en mayor medida consideran que las empresas tienen en cuenta la edad a la hora de contratar o incluso cuando surgen oportunidades de promoción laboral. De hecho, ese mismo porcentaje cree que es «muy difícil» que una persona mayor pueda abandonar un contexto de desempleo.

Y por aportar un último dato, nada positivo, casi el sesenta por ciento de los trabajadores afirma que la empresa en la que se emplea se discrimina por motivos de edad. Una situación, desde luego, nada positiva para nuestros mayores.

Patricia Sáinz apuesta por «aprovechar la experiencia de vida de los mayores»

El informe de la consultora GI Group focaliza sus esfuerzos en la discriminación por motivos de edad en el ambiente laboral. Pero el edadismo no solo se da en el trabajo. «También existe a nivel social, en la vida cotidiana», tal y como asegura Patricia Sáinz, concejala del Área de Familia, Servicios Sociales y Discapacidad del Ayuntamiento de la capital riojana. 

Conscientes de que este tipo de episodios son una realidad, desde el Consistorio logroñés trabajan en dos líneas diferenciadas por minimizar los efectos del edadismo y «sacar provecho de la experiencia de vida de nuestros mayores, que es enorme», valora Sáinz.

Así, por un lado se pone el foco en políticas dirigidas al cuidado de los mayores que lo necesitan a través de programas como Vida Sana que «ayuda incluso a algo tan necesario como socializar». En esta misma línea se encuentra también el plan contra la soledad no deseada o el programa de verano.

Por otro lado, y constituye otra línea de trabajo del área de Gobierno que lidera Patricia Sáinz, se trata de «aprovechar los enorme valores y la experiencia» de los mayores a través, por ejemplo, de programas de voluntariado y «ofreciendo oportunidades a través de las que las personas ya con cierta edad pueden poner en valor toda su experiencia profesional y de vida». 

Se trata, en definitiva, de buscar «el efecto positivo» para combatir esas situaciones de discriminación. «Somos conscientes -prosigue Sáinz- de que existen este tipo de prejuicios en la sociedad». Y en muchos casos, «se generan fruto de la vida acelerada que llevamos todos que lleva a perder la calma». Una cuestión de impaciencia que se producen, a modo de ejemplo, cuando en una tienda a una persona de edad avanzada le cuesta pagar más de lo normal.