Dos grúas de grandes dimensiones han comenzado este jueves la demolición controlada del edificio anexo al colegio Adoratrices de Logroño que se derrumbó el pasado martes y que causó la muerte de un trabajador al quedar sepultado bajo los escombros.
Técnicos especialistas en domiliciones y estructuras se han trasladado desde Madrid a Logroño para supervisar la de este edificio, que la congregación del colegio había vendido hace unos meses a una promotora para la construcción de una residencia, informa Efe.
Vista general de los primeros instantes del derribo controlado. - Foto: Óscar Solorzano
El derrumbamiento de un ala del edificio, formado por tres plantas y un sótano, se produjo en vertical, en cascada desde arriba, lo que sorprendió a tres trabajadores, dos de los cuales fueron rescatados con vida.
El brazo hidráulico, con una mordaza en su extremo, va rompiendo vigas y pilares de la zona que se vino abajo el martes. - Foto: Óscar SolorzanoEl tercero fue encontrado muerto tras varias horas de búsqueda dada la gran cantidad de escombros que cayeron al patio interior del colegio, en donde se sitúa la fachada del edificio que se derrumbó, sin que se conozcan las causas que lo provocaron, lo que investigan la Policía Nacional y la autoridad laboral.
La demolición controlada, que se ha iniciado hacia las 17:15 horas en el patio interior del colegio, ha hecho que se haya ampliado el cordón de seguridad, por lo que permanecen desalojados cuatro inmuebles de la calle Calvo Sotelo y sus bajos comerciales al estar cerca del edificio afectado por el derrumbe.
Vista general del inmueble, gravemente dañado por el hundimiento repentino que sufrió el martes. - Foto: Óscar Solorzano
El concejal de Urbanismo de Logroño, Javier Martínez, ha indicado este mediodía que se prevé que, en pocas horas, quede solventada la retirada de la parte principal de los restos y, si no existe algún problema de seguridad, se procederá al desescombro.
Ha reconocido que la demolición requiere "unas garantías máximas" y, "por eso mismo, los trabajos que iban a comenzar ayer se pospusieron hasta hoy, hasta tener la opinión de expertos en estas cuestiones".
El objetivo de esa decisión ha sido "evaluar el riesgo, aunque no sea muy grande, de que estas operaciones afecten a otros inmuebles o a la seguridad de los trabajadores", ha indicado.